SELECTOS DE CASTILLA (VILLAMARTÍN DE CAMPOS, PALENCIA)
Pioneros en el sector gourmet
Manuel de Prado y su familia han logrado criar en su granja miles de patos de forma responsable. Sus prácticas cumplen con el máximo estándar de calidad Label Rouge
La historia de la familia De Prado y su vínculo con Tierra de Campos se escribe con letras grandes por su contribución a la dinamización y puesta en valor del mundo rural. Corría el año 1988 cuando Javier, Manuel y Enrique, tres hermanos nacidos en Montpellier (Francia), decidieron dar forma a un sueño: elaborar foie gras de pato con el máximo estándar de calidad en el pueblo de su padre, Villamarín de Campos. «Los tres teníamos ganas de emprender algo en España en un momento en el que se abrían muchas oportunidades: España iba a entrar en la Unión Europea en el 92. Los tres teníamos conocimientos y formación. Enrique y yo habíamos estudiado Ingeniería Agrónoma y yo a mayores soy Biólogo. Conocíamos el mundo gourmet bastante bien . Mi padre era miembro del cuerpo técnico de embajadas lo que nos permitió conocer todo el valor de la gastronomía como embajador de España en las recepciones y cenas de gala a las que tuvimos ocasión de participar. Todo eso te da una visión muy amplia», recuerda Manuel.
Han vivido a caballo entre España y Francia. Dos culturas diferentes y a la vez complementarias . Fruto de ese amor por ambas nació Selectos de Castilla . «No hemos inventado nada nuevo, lo único que hemos hecho es adaptarnos a lo mejor que hay en Francia en la cría ‘Label Rouge’ (máxima distinción que existe en el país galo en la cría de aves de corral) a nuestro entorno», sostienen.
LO MEJOR DEL PATO
En su granja cuentan con las condiciones climáticas perfectas para ofrecer un producto de la más alta calidad . El entorno, próximo a la Laguna de la Nava, (uno de las reservas ornitológicas mejor catalogadas del mundo) ofrece un hábitat idóneo en el que se sirven de la riqueza del entorno (con gran riqueza de cereales de calidad) para la alimentación de pollos machos moulard, una raza de gran fortaleza. Llegado a Selectos, los polluelos pasan en naves muy bien acondicionadas y aseadas, diseñadas específicamente para su cría , durante un mes.
El cebo se realiza con maíz en grano, siendo la única empresa de nuestro país que mantiene este sistema. « Hemos adaptado la cría del pollo de corral al pato de corral , nos hemos ‘hispanizado’», comenta con humor.
Su filosofía de cría de aves se basa en las leyes de la naturaleza . Prescinden de todo tipo de antibióticos y medicamentos que puedan perder la calidad del hígado. Un sistema de ciclo cerrado que comienza en el campo y finaliza en la lata que llega a las mesas de miles de hogares. «En nuestras instalaciones disponemos de salas de cebo, matadero, de despiece y de elaboración de productos. Conocemos nuestro producto, sabemos lo que estamos sacrificando , no utilizamos ningún tipo de producto químico. Nos basamos solo en el control máximo de la materia prima y en buenas prácticas, con recetas 100% naturales basadas en sal, pimienta, orujo o laurel...».
Aquella idea idealista ha ido evolucionado en el tiempo hasta convertirse en lo que es hoy, una empresa familiar que cría patos en un proceso minucioso y controlado que comienza desde la recepción del animal, a los pocos días de nacer, y que culmina en la elaboración de sus recetas y envasado en latas gourmet .
La marca Selectos de Castilla ha ido creciendo en este tiempo en cifras de producción y prestigio. Han pasado de criar 3.000 patos a pasar cada año por sus instalaciones unas 55.000 aves . La gama se ha ido ampliando en este tiempo y sus productos del pato han ido incorporando otros típicos de Castilla y León como el lechazo churro, el cochinillo o la trucha de la Montaña Palentina.
Su portfolio abarca decenas de referencias que van del mousse de pato al orujo , al cognac a la pimienta verde, los patés de lechazo, cochinillo, avestruz o la mousse de trucha .
Sus latas gourmet son demandadas por clientes de toda Europa , principalmente particulares y restaurantes de alta cocina. Suecia es el principal cliente que demanda sus productos. En el año 2010 el foie de Villamartín se sirvió en la mesa de Gala de Entrega de los premios Nobel en Estocolmo, dando a conocerse mejor en el mundo entero.
Junto a él, los manjares delicatessen de Selectos de Castilla son demandados en Portugal, Bélgica e Italia aunque también viajan a otros países del mundo como Nueva Zelanda, Hong Kong, Australia o Japón.
La firma palentina con esencia francesa lleva a cabo prácticas totalmente sostenible , con utilización de placas solares para producir un mínimo de 70% del consumo de electricidad, además de llevar la eliminación de huella de carbono reforestando más de 90 hectáreas con árboles . Su gusto y refinamiento por las cosas bien hechas desde el origen convierten a Selectos de Castilla en un ejemplo a seguir en un producto de calidad agroalimentaria con principios.