Diario de Castilla y León

JUNTA DE LOS RÍOS (GARRAY, SORIA)

Confluencia de ríos y atractivos

La unión del Duero y el Pedrajas deja una zona de esparcimiento con paisajes variados, rutas deportivas y muchas actividades

El Duero y el Pedrajas se unen en un singular paraje habilitado como zona de ocio, con grandes valores naturales y numerosas pistas y rutas para disfrutar del paseo, la bicicleta o el atletismo.- H.D.S.

El Duero y el Pedrajas se unen en un singular paraje habilitado como zona de ocio, con grandes valores naturales y numerosas pistas y rutas para disfrutar del paseo, la bicicleta o el atletismo.- H.D.S.

Publicado por
Antonio Carrillo

Creado:

Actualizado:

En ocasiones se tiende a valorar menos lo cercano y quizás eso le ocurra a la Junta de los Ríos en Garray, Soria . Paraje de esparcimiento, también alberga variados ecosistemas de la ribera a la dehesa, rutas homologadas para salir con la bicicleta de montaña o correr en plena naturaleza, o simplemente la música cantada por el Duero y el Pedrajas en el punto en el que se dan la mano. Con Numancia a cinco minutos, es un cóctel perfecto para un día de cultura y naturaleza que no siempre aparece en las guías turísticas de la provincia.

Llegar es muy sencillo . A menos de cinco kilómetros de Soria en la N-111 hay un desvió que, por una estrecha carretera, sumerge al visitante entre pinos y robles durante otros cuatro kilómetros antes de llegar a la zona de aparcamiento. En bicicleta o corriendo, desde el carril bici de Valonsadero parte una amplia red de pistas y caminos para llegar, desde los más anchos para coger velocidad a las sendas que permiten cruzar el monte.

Junto al pequeño refugio y las mesas los ríos Pedrajas y Duero se unen , dejando un camino de ribera para acompañarles aguas abajo. Cada estación del año es distinta. El Pedrajas no tiene presas y el Duero, aún joven, varía mucho según las estaciones. En estos días de invierno son fuertes y vigorosos antes de ir calmándose de cara al verano.

Les flanquean distintos paisajes. Hay vegetación de ribera, pero también frondosos robles centenarios con sus espectaculares troncos, donde incluso en estas fechas el musgo se esfuerza por reverdecer la estampa. El Pinarcillo o algunas coníferas en la carretera de entrada dan otro toque distinto a un paisaje que cambia paso a paso, pedalada a pedalada. Por ejemplo destacan las grandes rocas calizas , alguna con forma caprichosa, que jalonan el recorrido del Duero a través de este corredor natural y que rompen con sus grises el verde del paisaje.

Con el coche ya estacionado, el camino se puede seguir por dos vías . El azud de Buitrago muestra todavía los restos del antiguo molino por senderos escarpados y enseña un Duero que comienza a mostrar el río en el que se convertirá más adelante. El otro camino lleva a parajes como la Vega Baturio , donde las dehesas se usan para apacentar al ganado –hay que tener precaución, obviamente– y se salpican de champiñones o setas de cardo cuando es la época. ‘Estirando’ ambos senderos, y con algunos tramos homologados con sello internacional para ciclistas, se llega a la Casa del Guarda de Valonsadero, todo un icono de Soria en otro paraje tan querido como disfrutado.

En sentido contrario, un cómodo camino baja de la mano de este Duero ‘engrosado’ hacia Garray, incluyendo también un pequeño tramo de carril bici que conecta con el Camino del Agua Soriano (Iter Antonio). Desde allí se puede visitar Garray, el yacimiento de Numancia o volver a Soria sobre ruedas, a pie o a caballo. Valla, que quien quiera descanso y paz lo encuentra, pero quien desee actividad también tiene qué ver y hacer.

Las vacas no son los únicos animales que viven en la zona, demostrando que la actividad humana y el medio ambiente pueden ser perfectamente compatibles . Comprobado con los propios ojos, por la Junta de los Ríos moran corzos e incluso alguno se ha dejado ver por el aparcamiento; zorros, lo que invita a deshacerse de los residuos en los contenedores de la zona de esparcimiento; o ardillas, alguna de ellas de un tamaño sorprendente. 

Pero hay mucho más. Los ornitólogos lo consideran uno de los puntos del este de Castilla y León más ricos en especies de aves . Anfibios y reptiles también encuentran un buen lugar para resguardarse. Ciervos, liebres, conejos, tejones, gatos monteses, ginetas o nutrias también animan las observaciones y paseos, además de servir de marcadores para mostrar la calidad ambiental de la zona. Y el agua también tiene lo suyo. Es una zona de pesca de la trucha (previo permiso), también tiene barbos, cachos y bermejuelas, los cangrejos señales abundan, las ranitas de San Antonio saltan al paso del caminante... Teniendo en cuenta que está a menos de diez kilómetros de una capital, un auténtico ‘lujazo’ .

Obviamente esto permite visitarlo teniendo todos los servicios a mano, pero para el turista Garray tampoco se queda corto. Punto de subida al yacimiento de Numancia y puerta a Tierras Altas , cuenta con numerosos alojamientos y restaurantes para conocer su historia y disfrutar de la tranquilidad a orillas del Duero y del Tera, que también se suma en estas latitudes. O incluso millones de años atrás, que un dinosaurio recreado  recuerda que de ahí hacia el norte la Ruta de las Icnitas muestra las huellas de los antiguos saurios. En definitiva, la Junta de los Ríos es un remanso de paz ... pero también de actividad para quien lo prefiera.

tracking