Diario de Castilla y León

El Capricho viaja a través de los sabores de Colombia y Ecuador

El templo de la carne de buey celebra sus Jornadas Gastronómicas con un menú en el que homenajean los sabores latinoamericanos

José Gordón junto a los chefs de las Jornadas Gastronómicas.-E. M.

José Gordón junto a los chefs de las Jornadas Gastronómicas.-E. M.

Publicado por
Henar Martín Puentes

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El Capricho, el mítico asador donde se come una de las mejores carnes de buey del mundo, vuelve a sorprender. El restaurante, ubicado en Jiménez de Jamuz (León), presentó sus ya tradicionales Jornadas Gastronómicas en las que realiza un menú maridado con los ingredientes, productos y técnicas culinarias de un país invitado con el buey siempre como eje conductor y protagonista. En este caso el restaurante de Jose Gordón indaga en los sabores latinoamericanos para crear una propuesta fascinante donde conmemora la cocina de Ecuador y Colombia.

Para ello ha contado con la colaboración de los prestigiosos cocineros provenientes de Ecuador, como Luis Maldonado y Joaquín Araque, chef y pastelero del restaurante Tributo, cuyo trabajo se fundamenta en el estudio y el desarrollo de un producto en particular: ‘La Vaca de Los Andes’ y Juan Sebastián Pérez Proaño, chef del restaurante Quitu Identidad Culinaria, considerado uno de los 100 mejores restaurantes de América Latina por The World’s 50 Best Restaurants, cuyo principal enfoque es generar un proyecto gastronómico de alto impacto, sostenible, duradero y replicable.

Además, contaron con la presencia de célebres cocineros colombianos como Jaime David Rodríguez Camacho, copropietario de Celele Restaurante, situado como el decimonoveno mejor restaurante de América Latina, según The World’s 50 Best Restaurants, y referente de la gastronomía nacional como chef embajador de la Cancillería del Gobierno de Colombia en diversas embajadas mundiales, y Marco Antonio Beltrán Rodríguez, cocinero mayor de Andrés Carne de Res, un restaurante con una estructura alternativa, que combina platos típicos de la cocina colombiana con propuestas gastronómicas de vanguardia. «Hoy es un día de alegría, de fiesta y de gratitud. Se fusionan nuestras cocinas, nuestras culturas, desde los Andes y el Amazonas con las carnes y la cocina de El Capricho», afirmaba Gordón en la inauguración de la cita gastronómica que congregó a críticos culinarios y expertos del sector de la restauración, además de representantes de la Academia Leonesa de Gastronomía.

El menú degustación, que estará disponible durante todo el mes de febrero, consta de diez pases a un precio de 110 euros por comensal. En ellos conjuga la tradición de recetas autóctonas como el cuchuco (copa popular colombiana) o el sancocho de la abuela Rosa (plato homenaje de Luis Maldonado, del restaurante Tributo) con productos procedentes de buey que José Gordón selecciona y cuida con el máximo cariño y respeto como la espaldilla, la cecina, la morcilla la lengua o el morcillo. Puro espectáculo. Como broche final dos postres: malvavisco (una especie de nube de textura gelatinosa) de pata de buey, helado de yogurt y chocolate en polvo, realizado por el maestro Joaquín Araque, de Tributo. El segundo, texturas de chocolate ecuatoriano con mandarina. Y todo ello acompañado por los vinos de Bodegas El Chano 2019, propiedad de la casa.

A lo largo de su historia la bodega de José Gordón no ha dejado de sorprender e innovar. De ser un sencillo asador que se abastecía de los animales de su propia explotación ha ido evolucionando hasta convertirse en un lugar de culto al que acuden personas llegadas de todos los rincones del mundo atraídos por la fama y misticismo que rodea la cría y selección de los animales. José Gordón viaja a lo largo del año por pueblos y aldeas perdidas en Portugal, Galicia o Zamora en busca de razas autóctonas al borde de la desaparición. Las técnicas de curación de sus carnes, con largas maduraciones, es otro de los puntos que ha hecho famoso a este restaurante próximo a La Bañeza.

Durante estos años El Capricho ha ido creciendo hasta llegar a abarcar varias áreas de negocio, además del propio restaurante. De esta manera la empresa ha ido diversificándose creando un ciclo cerrado que nace en el campo donde se crían sus bueyes, pasando por la elaboración de productos de quinta gama que abastece a restaurantes y particulares, un hotel y una bodega (El Chano) que elabora vinos procedentes de sus propios viñedos.

Las Jornadas de El Capricho forman parte de la agenda sagrada para los amantes de la alta cocina. Una cita marcada en rojo en el calendario que llega a su vigésimo novena edición con un inmejorable estado de salud. 

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