Los vinos de Ramiro compiten en la Vía de la Plata
Ramiro Morán – Viña Ver
Al mundo del vino le llegan refuerzos que van mucho más allá de una mera inversión. La entrada de bodegueros como Ramiro, enriquece al sector y se suma a la defensa del patrimonio cultural de la Tierra del Vino zamorana. El que fuera campeón y medallista internacional de atletismo, Ramiro Morán, se enfrenta, desde hace diez años, a un maratón diferente, pero no exento de obstáculos, en esta ocasión sometido al ciclo vegetativo de sus viñas, inscritas en la DOP Tierra del Vino de Zamora desde que, en la añada del 2006, entrara a formar parte como viticultor en el Consejo Regulador. Todo ello, relacionado con su llegada a Corrales del Vino cuando adquirió una vieja casa de labranza que, como es habitual en la arquitectura de la comarca, mantenía la bodega subterránea. De ahí que, con el tiempo y a partir de la vendimia de 2010, se decidiera a rehabilitar los espacios del edificio ubicado en el casco urbano de la localidad corralina instalando en ellos, con criterio actual, el lagar y la nave de crianza para la elaboración y envejecimiento de vinos de calidad y siempre amparados por la DOP del vino de Zamora. La apuesta de Ramiro estaba clara: unirse en firme al reto de un grupo de viticultores defendiendo una comarca histórica del vino en la región Ya desde el principio, tuvo clara la filosofía de la bodega apostando por el enoturismo y, de ahí, que cuente con salas de cata y estancias para los visitantes que acuden en grupos organizados.
Han pasado unos años y Ramiro compite ahora – sin abandonar su dedicación al atletismo como entrenador- por otros medalleros: el de los concursos de vinos y las menciones en la prensa especializada que ya han destacado algunos de sus vinos.
La bodega toma el nombre de Viña Ver, un acrónimo que surge de las iniciales de sus tres hijos, Vega, Enrique y Ramiro, que colaboran con la bodega familiar ya que cuando Ramiro y Cristina, su mujer, iniciaron el proyecto tenían muy claro el perfil familiar y de corta producción. Por ahora, la bodega comercializa alrededor de 7.000 botellas que salen al mercado con las marcas de tintos de crianza Atleta y Viña Ver, además de un blanco de uva malvasía en barrica y un semidulce de moscatel de grano menudo. Todo ello parte de la producción propia de sus cerca de cinco hectáreas de viñedo en vaso con cepas de más medio siglo, la mayor parte de uva tinta tempranillo, situadas en el paraje de Monte Concejo dentro del término municipal de Peleas (pedanía de Corrales del Vino) y del pago Teso de los Vientos, en el término de Cabañas de Sayago.
Casualmente, sus viñas de la bodega Viña Ver se localizan en el ámbito de la calzada romana de la Vía de la Plata, que da nombre al Camino de Santiago del Sur y de ahí que, en las inmediaciones de sus viñas, se encuentren algunas réplicas de miliarios y se vea con frecuencia el paso de los peregrinos por el Camino. Un aspecto que Ramiro y Cristina tienen muy claro. Mantienen un estrecho contacto con los albergues de peregrinos de la zona, facilitando vinos para su degustación y abriendo su bodega a las visitas.
Las elaboraciones y la dirección técnica de Viña Ver está en manos del enólogo Roberto Martínez Ramos, un curtido profesional que garantiza un diseño moderno a los vinos de Ramiro y que sigue con su proyecto personal de vinos Malandrín.
Ramiro y su bodega han entrado con fuerza en el territorio y apuestan fuerte por la Ruta del Vino de Zamora, recientemente creada. El enoturismo es una parcela que encaja con el perfil empresarial de la bodega familiar y, en este caso, el grado de implicación se traduce en su propia apuesta personal. Ramiro está al frente de la Ruta del Vino, una herramienta que permite una mayor visibilidad a los vinos de esta pequeña Denominación de Origen zamorana.