Cocina cucharera

Cuántas veces un topónimo identifica los rasgos culturales de una localidad. En el caso de Pedro Bernardo , situado en la falda sur de Gredos, su gentilicio popular –cucharero- alude a la fabricación de cucharas en el pasado, hecho que viene muy bien para vincularlo a la cocina. En este caso a la que, hasta hace poco, dirigía Eugenia. En la actualidad son sus hijos quienes la mantienen.

Situado en un lugar privilegiado de la localidad abulense de Pedro Bernardo, con magníficas panorámicas desde los ventanales del comedor, el restaurante El Cerro es uno de esos negocios de hostelería de ‘los de toda la vida’. Ya ha cumplido 75 años y José y Eugenia han pasado el testigo a sus hijos: Chema Sánchez y su hermano Chechi .

El restaurante toma el nombre del lugar donde se encuentra, El Cerro. Aunque Chema no descarta nuevos planteamientos gastronómicos en un futuro cercano, por ahora se mantienen en una cocina popular que se ajusta en buena medida a las necesidades de una población con mucha actividad durante el verano y con clientela todo el año.

De ahí que los menús del día sigan presentes y las instalaciones permitan celebrar banquetes y comidas de grupos. La cocina responde a los platos propios de la provincia de Ávila, que aluden a las carnes rojas de la zona, a sus legumbres, a los quesos del Tiétar, entre otros, y a los guisos, estofados y ensaladas de una cocina estrictamente popular. Sopa de ajo y castellana, patatas revolconas, callos y verduras y pescados. Entre ellos, el bacalao y la merluza.

Chema es consciente de que el negocio familiar, además de ser un servicio, tiene que convertirse en un apunte gastronómico de su pueblo. De ahí que en alguna ocasión sorprenda con una copita de ligeruelo , un vino local a punto de desaparecer, o algún tinto de garnacha de la DO Cebreros, aunque en este caso todavía cueste defenderlos frente a Riojas, Ruedas o Riberas del Duero.