BODEGA LOSADA
Los vinos de Amancio
Amancio Fernández es un joven enólogo que produce 300.000 botellas en El Bierzo
En las tres últimas décadas los vinos de El Bierzo han experimentado un cambio sustancial. De aquella preponderancia de las cooperativas en los 80, se ha pasado a un escenario de iniciativas privadas y pequeñas bodegas que giran en torno a la gran variedad del noroeste: la tinta mencía . Además, en los últimos tiempos una emergente godello va cubriendo su nicho enológico.
En este fenómeno, caracterizado por los cambios experimentados en la viticultura y por un concepto nuevo de la enología, ha sido clave un reducido número de profesionales que surge en el momento en el que la Denominación de Origen Bierzo comenzó a despegar en pleno siglo XXI. Este es el caso de Amancio Fernández . De la añada del 72, Amancio pertenece a aquellas quintas de jóvenes enólogos bercianos que se formaron en la escuela de Requena . Hoy está al frente de la bodega Losada , desde que se diseñara y se construyera en el año 2005.
Sigue siendo el mismo joven pausado y templado de las primeras añadas, que, casualmente, fueron en la Ribera del Duero, ya que es uno de los enólogos que han estado al frente de vinos con tanta impronta ribereña como Protos . Pero, tras este periodo, donde realmente este enólogo ponferradino asentó sus criterios profesionales fue en El Bierzo.
Tras su paso por otra firma berciana surgida en los 90, se puso al frente de Losada, un proyecto de un grupo de inversores que confían en su criterio para elaborar vinos de calidad sometidos a los nuevos tiempos de un Bierzo que ya estaba en el objetivo de la prensa especializada y del mercado de los vinos de calidad. Es aquí donde a Amancio Fernández le toca definir una bodega y unos vinos con tan solo ocho hectáreas de viñedo propio y unas instalaciones modernas, diseñadas con gusto y con criterio técnico para facilitar todos los procesos de recepción, fermentación y crianza. Fue el arquitecto Jesús Manzanares quien plasmó en la bodega las necesidades técnicas unidas a un edificio que se integra en el paisaje berciano, situado justo al lado del Camino de Santiago.
Amancio utilizó su conocimiento del terreno para elegir las viñas y los viticultores en distintas parcelas de El Bierzo y, si bien los viñedos propios se encuentran en Valtuille , hasta cerca de 70 hectáreas están repartidas por pagos y majuelos de Villadecanes, San Lorenzo, Valtuille de Arriba y de Abajo, Cabañas Raras o Camponaraya, entre otras. La buena sintonía con los viticultores y el asesoramiento que desde la bodega se realiza en sus viñedos han garantizado durante todos estos años una regularidad para definir los vinos que llevan la firma de Amancio.
Las dos marcas de mayor presencia en el mercado son Altos de Losada y Losada , a los que se unen los vinos más selectivos que nacen de parajes y viñas determinadas y que logran imprimir en la copa la personalidad del terruño. La Bienquerida, El Cepón o La Senda del Diablo , una curiosidad enológica de garnacha tintorera, son buena muestra de ello. Amancio también entró en el fenómeno de la godello, partenaire inseparable de la tinta mencía. La nueva reglamentación de los vinos de villa y paraje también ha encontrado su nicho en algunos vinos que ya salen al mercado de esta bodega berciana.
En la actualidad, produce en torno a 300.000 botellas en cada añada y sus vinos llegan al mercado con dos o tres años de vida, lo que garantiza al consumidor una experiencia frutal más nítida. Los criterios de fermentación en distintos envases de roble, cemento y tinos han contribuido a definir algunos de sus vinos, todo ello encaminado a respetar la personalidad de la uva sin enmascaramientos. Pero en este caso detrás de los vinos figura un nombre: Amancio. Un valioso aval.