DE CUMBLE EN CUMBRE
Viaje al corazón del Alto Sil
Ascenso a una de las cumbres más elevadas de la Montaña Occidental Leonesa en un entorno que presenta una singularidad propia
Dentro de la extensa montaña occidental leonesa, el núcleo de la Sierra de Gistredo presenta una singularidad propia, aglutinando cumbres de gran tradición montañera. Quizás la más conocida de todas ellas sea el Catoute , por su estilizada estampa. Sin embargo, lo cierto es que el Valdeiglesia (o Valdiglesia) gana protagonismo en otros terrenos. En altitud, por ejemplo, ésta última cumbre le saca más de veinte metros al primero (2134 metros, frente a los 2112 del Catoute), lo que hace que sea una de las cumbres más altas de la cuenca del Alto Sil.
También tiene más identidad en lo que se refiere a la prominencia, que es el criterio que mide lo que «destaca» una montaña respecto de otras que están a su alrededor. De hecho el Valdeiglesia, es una de las montañas más prominentes de todo este sector occidental de la montaña leonesa, sólo superado por las cumbres del Teleno y el Cañada .
Si queremos dirigirnos a esta cumbre, los itinerarios habituales son los que parten de las localidades de Salientes y Salentinos, dos preciosos pueblos con todo el sabor de esta tierra. En nuestro caso vamos a decantarnos por la ruta que asciende desde ésta última población.
La carretera que viene desde Páramo del Sil nos lleva a Salentinos, desde donde ya no tiene continuidad. Atravesaremos el pueblo hacia su extremo oriental, donde normalmente podremos encontrar sitio para aparcar nuestro vehículo sin entorpecer el paso. Saliendo del casco urbano hacia el este debemos estar atentos, pues al poco de dejar atrás las últimas casas tendremos coger un desvío a la derecha que para cruzar el puente sobre el río, donde encontraremos un cartel informativo que nos indica que estamos en la ruta PRLE45 , la cual que enlaza esta localidad con la vecina cumbre del Catoute. La cómoda pista avanza dejando el curso de agua a nuestra izquierda en todo momento, despreciando los desvíos que salen a nuestra izquierda y que conducen a los pastos situados a la orilla del rio.
Cuando llevemos recorridos cerca de 2,5 kms. llegaremos a la altura del arroyo de Chavanes , que nos recibe con unas bonitas cascadas. Continuamos por la pista y cuando todavía no hemos llegado a los 4 kms llegaremos a la Braña de Salentinos , donde después de cruzar el rio nos podremos acercar a descansar unos minutos junto al pequeño refugio.
Desde la Braña ya no seguimos el camino principal, que es el que sigue por el fondo del valle. En su lugar, nosotros desde el refugio saldremos dirección norte (a nuestra izquierda) por un sendero que asciende en fuerte pendiente en los primeros metros y que luego pierde inclinación a medida que se va orientando hacia el noroeste. Llegaremos así, en primer término hasta el Chozo de Murias (5,2 kilómetros, aprox.).
A medida que ganamos altura y nos aproximamos al cordal vamos tomando unas extraordinarias vistas sobre todos el valle de Murias y el vecino de Primout , rematados por atractivas cumbres. Ya una vez en el cordal (1.860 metros), podremos tomar un breve respiro disfrutando de las impresionantes vistas. Si giramos hacia atrás veremos la estética línea de cumbres que conforman el Rebeza, Cernella y el Catoute , cumbres que en estas fechas suelen estar cubiertas de nieve.
Ahora simplemente se trata de seguir rumbo hacia el norte. La primera cumbre del día, será el Pico Lao o Chao (2.046 m.), seguida poco después por la vecina cumbre de la Braña de la Peña , desde la cual nace una preciosa y sugerente línea de crestas hacia el norte. En nuestro caso, y puesto que nuestra intención es cerrar el círculo hacia el Valdeiglesia, desde la Braña Peña optaremos por seguir por el cómodo cordal que va girando hacia el este.
Solo nos queda descender hasta un colladito situado a 2000 metros, para luego acometer el último fuerte repecho hasta llegar a la cumbre del Valdeiglesia, donde será necesario extremar las precauciones en caso de haber hielo o nieve.
Como siempre, la recompensa en la cumbre se complementa con las impresionantes vistas. Además del cordal del Catoute, ahora podremos ver bien otras cumbres vecinas, como es el caso del Tambarón o el Nevadín . También, al fondo podremos identificar la inconfundible estampa del Cornón y desde ella, hacia el suroeste, toda la línea de cumbres que conforman la sierra de los Ancares , marcando ya el límite con tierras gallegas.
Toca ya descender, que todavía hay jornada por delante. Lo haremos hacia el sureste, en dirección al Alto de los Grillos , con un pequeño repecho, y luego ya en franco descenso hacia collado de Tierrafracio (aprox. km 10 de nuestra ruta). A partir de aquí abandonamos el cordal y nos desviamos en fuerte bajada hacia el sur, en dirección al Campo de la Veiga, otro de los rincones con particular encanto de la ruta. Desde aquí un buen camino nos lleva de vuelta hasta la Braña de Salentinos, desde donde retomaremos por la pista el camino de vuelta hasta nuestro coche.