CASTILLA Y LEÓN
Maquinaria más fácil de entender
Un proyecto realizado entre varias entidades comunitarias y empresas de diversa provincias investiga como aplicar las tecnologías emergentes en los sectores de Bienes de Equipo y de Automoción
En ocasiones múltiples sectores pueden verse beneficiados de un mismo proyecto de investigación o innovación. Con esa premisa surgió Macyl, una investigación en tecnologías emergentes para el mantenimiento integral y sostenible de maquinaria y procesos en los sectores de Bienes de Equipo y de Automoción de Castilla y León. Esta es realizada entre varias entidades comunitarias y empresas de diversas provincias.
A la cabeza de esta iniciativa de colaboración se ubica el Cluster de Bienes de Equipo de Castilla y León (CBECyL) como solicitante y la Agrupación Empresarial Innovadora Foro de Automoción de Castilla y León (FACYL) como colaborador.
A esto se suma la Fundación Centro Tecnológico de Miranda de Ebro (CTME), Keyland Sistemas de Gestión Sl con sede en Burgos y Valladolid y Augmented Reality Software Sl (Arsoft) de Salamanca como desarrolladores tecnológicos.
Y además participan las pymes Nomad Technologies S.L de Valladolid y Europlastic Inyección S.L.U de León como impulsores de la investigación industrial.
Todas estas entidades pertenecen a dos sectores, el de la automoción y el de bienes de equipo. Este último comprende todo tipo de empresas que sean «fabricantes de maquinaria industrial, componentes industriales…a modo de ‘proyectos a medida’, por explicarlo de alguna forma».
«Nosotros no somos un sector final, hacemos cada máquina según las necesidades del cliente, con unas características diferentes. Somos un tipo de entidad diferente de las cadenas de producción que emiten los mismos productos para cada cliente», según apunta Ruth Escolar, responsable del CBECyL.
«Trabajamos para doce sectores, que no solo incluyen el de la automoción o la agroalimentación, que quizás son los más conocidos en Castilla y León, sino que también trabajamos, para el sector aeronáutico muchísimo, para el sector ferroviario, para el naval, el sector farmacéutico…».
Con un plazo de ejecución que se extiende desde el pasado 1 de marzo hasta el 28 de febrero de 2025, Macyl es un proyecto enmarcado dentro de la convocatoria de subvenciones del 2024 que impulsa la Consejería de Economía y Hacienda «dirigidas a mejorar las capacidades de investigación e innovación del tejido empresarial de la comunidad a través del apoyo a las agrupaciones empresariales innovadoras, que es como nos llamamos los clúster», incide.
«Estas ayudas están cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional a través de la Consejería con el objetivo de conseguir una Europa más competitiva e inteligente, lo cual creo que es muy importante».
Con un presupuesto de 13.7240,19 euros esta «investigación industrial busca adquirir nuevos conocimientos y competencias para permitir mejorar considerablemente los procesos o productos digitales ya existentes».
«Para conseguir esto se incluye en el proyecto la creación de una serie de pruebas de concepto para la validación de tecnología genérica», explica.
«Concretamente, esta iniciativa está enfocada en ayudar a las empresas de los dos clúster industriales de Castilla y León citados y sus socios a través de la investigación de la aplicación de diferentes tecnologías emergentes enfocadas en el mantenimiento integral y sostenible de maquinaria y de procesos industriales».
El proyecto surge de la obligación que establece la UE 2023/1230 a partir de 2027 para que los fabricantes de maquinaria entreguen junto con estas una copia digital a sus clientes de las instrucciones de instalación, uso y mantenimiento, como alternativa a la actual copia en papel.
En estas instrucciones deben especificar una descripción de «las operaciones mantenimiento que deban ser realizadas por el usuario, así como las medidas de mantenimiento preventivo que se han de cumplir», incluidas «las medidas de protección que deben adoptarse durante este tipo de operaciones».
«A través de la aplicación de diferentes tecnologías emergentes, queremos investigar mejoras para que los fabricantes de maquinaria puedan entregar una copia digital con la que sea mucho mucho más fácil llegar a esas funciones», añade.
«En definitiva esta investigación busca ayudar a proporcionar futuras herramientas para el mantenimiento de maquinaria con tecnologías innovadoras con la finalidad de mejorar instrucciones y facilitar que cualquier persona pueda realizar dichas labores. Para ello queremos emplear las tecnologías emergentes del procesamiento del lenguaje natural y la realidad extendida».
«Nosotros concretamente somos un clúster que fabrica máquinas, por lo tanto, somos los primeros que tenemos que tener esa posibilidad para dar un valor añadido a nuestros productos», considera la responsable del CBECyL.
«El objetivo final de la investigación es impulsar la eficiencia coorporativa y la competitividad del sector contribuyendo al avance tecnológico y cumpliendo las exigencias del mercado actual, ofreciendo un instrumento fácilmente adaptable a las empresas y permitiendo su aplicación a procesos industriales».
Macyl cuenta con cuatro fases. Estas serían: en primer lugar el estudio de metodología y recopilación de información, en segundo el estudio por parte de las dos pymes (Nomad y Europlastic) para ver a qué maquinarias se quiere aplicar.
En tercer lugar la investigación de las tecnologías y finalmente la integración de estas tecnologías a la maquinaria.
Actualmente, se encuentran a medio camino entre la tercera y cuarta fase. Durante este proceso se han dado cuenta de que «hay maquinas que tienen manuales muy complicados y estas tecnologías emergentes pueden conseguir que llegar a esa tarea en concreto que quieres solventar sea más fácil. Lo cual tambien puede afectar al proceso de creación de la máquina en si», añade Escolar.
Una vez finalice la investigación «los resultados de este proyecto se podrían aplicar a cualquier empresa»
«En definitiva estamos buscando contribuir al avance tecnológico para que las pymes conozcan estas nuevas herramientas, las apliquen en sus empresas y les sean de utilidad a todos los sectores implicados», concluye Ruth Escolar.