El aliado de la manguera en los incendios

Esperan al fuego. Están ahí para ayudar cuando la catástrofe llama a la puerta. Situaciones límite donde sus enemigos son cada vez más extensos e ingobernables. Los bomberos luchan contra las llamas a la vez que toman decisiones que salvan vidas o acaban con ellas en cuestión de segundos. No es una labor sencilla. Aunque cada vez cuentan con herramientas más sofisticadas, la manguera y sus particulares camiones son los mejores aliados para la batalla. En el trabajo, aprenden muchas lecciones, pero, sobre todo, saben que deben actuar rápido para controlar al adversario.

En esta labor no están solos. El grupo de investigación de Integridad Estructural de la Universidad de Burgos (UBU) ha querido poner su granito de arena. Ha patentado un dispositivo de sujeción para la instalación vertical de mangueras a través del hueco de la escalera o fachada como elemento fundamental para poder llevar caudal suficiente desde los vehículos autobomba hasta el foco del incendio en edificios de viviendas. «La ventaja del dispositivo radica en minimizar las pérdidas de carga hidráulica, ya que la instalación de mangueras a través de los tramos de la escalera supone grandes pérdidas de carga a la hora de conseguir un caudal adecuado para realizar la extinción del incendio», explica el catedrático Isidoro Iván Cuesta Segura.

Para salvar este escollo se ha empleado la fabricación aditiva de materiales metálicos, que también está suponiendo una verdadera revolución en numerosos sectores industriales clave, como la biomedicina, aeroespacial, automoción o seguridad, dada su versatilidad para la creación de geometrías complejas y el elevado ahorro de material frente a técnicas sustractivas. Para poder utilizar este tipo de componentes en piezas de responsabilidad, añade, es necesario profundizar en la mejora de las propiedades mecánicas, de fatiga y de fractura de las piezas fabricadas.

Dentro del amplio espectro de materiales y técnicas, este proyecto se centra en una de las más prometedoras desde un punto de vista industrial, como es la fusión selectiva de polvo metálico mediante láser o Selective Laser Melting (SLM) aplicada a nuevos dispositivos para la mejora en la prevención de riesgos laborales del Cuerpo de Bomberos de Burgos.

Los resultados han supuesto «un avance» en materia de seguridad laboral porque evita que se tengan que hacer instalaciones verticales hidráulicas excesivamente largas, que se pueda producir la caída de las mismas y que no se consiga el caudal necesario para contrarrestar el calor del fuego en edificios de gran altura.

¿Cómo funciona? Explica que una de las características destacadas de este dispositivo es su capacidad de ofrecer un anclaje seguro en diversas ubicaciones, permitiendo una instalación versátil y adaptable a diferentes anchuras. «Este avance tecnológico elimina la preocupación por el colapso de las mangueras, garantizando un flujo constante de agua durante las operaciones de extinción de incendios», confirma Cuesta Segura.

Otro punto interesante, a su parecer, es su doble apertura mediante llave de bola, lo que posibilita que no sea necesario instalar una bifurcación, permitiendo conectar dos mangueras sin la necesidad de utilizar componentes adicionales. «Esta característica no solo reduce el volumen y el peso total del equipo, sino que también brinda mayor flexibilidad y movilidad a los bomberos en situaciones de emergencia».

En la actualidad solo existía un dispositivo para la sujeción de la instalación vertical de mangueras, pero en numerosas ocasiones su uso no es posible, puesto que no se puede anclar de forma segura en las diferentes ubicaciones que se pueden encontrar los bomberos en los edificios de viviendas, como son barandillas, muros, alféizares, etc.

Otra limitación, según su opinión, es que aunque la forma en U del dispositivo es la adecuada, debería poder ajustarse en anchura dependiendo del punto de ubicación, y que la disposición de la zona donde se sitúa el racor Barcelona para conectar la bifurcación y, más tarde, los caños que realizarán el ataque al incendio deberían tener un mayor ángulo de salida con respecto a la vertical para que las mangueras no colapsen o se plieguen contra el suelo limitando el caudal para afrontar las llamas.

El cierre a estas deficiencias lo pone, tal y como detalla el catedrático de la Universidad de Burgos, que el peso del dispositivo actualmente está en torno a 1,5 kilogramos y es necesario aligerarlo para facilitar su transporte, ya que se suben muchos más elementos hasta el lugar del incendio por parte de los efectivos de intervención y con ello se facilitaría su manejo, transporte y colocación.

Ya ha sido probado con éxito en las instalaciones del servicio de extinción, prevención y salvamento del Ayuntamiento de Burgos. Es más, comenta que durante la vida del proyecto se han realizado diversas pruebas en campo, lo que ha posibilitado evolucionar el diseño del dispositivo hasta su geometría actual.

Este sistema, que tiene la posibilidad de anclarse de manera más segura, un ángulo de salida de la manguera de 90º y un peso optimizado, ya ha sido patentado por la institución universitaria y ahora el equipo de Isidoro Iván Cuesta Segura está explorando la viabilidad de su posible comercialización.