Diario de Castilla y León

PERSONAJES ÚNICOS / ANDRÉS DÍAZ PORTUGAL

Talento emergente para la investigación

Este ingeniero burgalés es uno de los 33 jóvenes investigadores en España que ha conseguido una beca ERC Starting Grant, dotada con 1,5 millones de euros. Realizó su doctorado sobre modelos numéricos para la simulación de la difusión y fragilización por hidrógeno en aceros de alta resistencia

Andrés Díaz Portugal, investigador postdoctoral de la Universidad de Burgos.

Andrés Díaz Portugal, investigador postdoctoral de la Universidad de Burgos.E.M.

Publicado por
Estibaliz Lera
Burgos

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El burgalés Andrés Díaz Portugal descubrió que la investigación era su verdadera vocación. Es verdad que al principio pensó estudiar física o matemáticas; sin embargo, cuando descubrió la ingeniería de caminos se abrazó a ella por su interés en los métodos numéricos, la mecánica de materiales, el patrimonio y la obra civil. Por esta razón, cuando finalizó la carrera, sabía que dejaría de lado la construcción para zambullirse de lleno en el laboratorio. .

A este destino llegó tras contactar con Jesús Manuel Alegre. «Fue uno de los mejores profesores que tuve. Me enteré de que impartía el Máster en Integridad y Durabilidad de Materiales. En ese momento dudaba si cursarlo o empezar directamente un doctorado. Me recomendó hacer ambos y así lo hice». Con este consejo en mente realizó su tesis en la que desarrolló modelos para simular por ordenador la fragilización de hidrógeno en aceros de alta resistencia.

Durante esta etapa disfrutó de una estancia en Trondheim, en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. Allí trabajó con la supervisión del profesor Zhiliang Zhang, uno de los mayores expertos mundiales en fractura de materiales. Con él desarrolló algunos de los modelos para predecir la fragilización por hidrógeno.

También ha realizado estancias en el INEGI, un centro asociado a la Universidad de Oporto, donde intentaron aplicar el conocimiento obtenido en diferentes aplicaciones industriales. El broche lo puso su estancia de cuatro meses en el Imperial College de Londres, bajo la supervisión de Emilio Martínez-Pañeda, uno de los investigadores que lideran a nivel mundial la comunidad científica en torno a la resistencia de materiales en hidrógeno. En la actualidad sigue colaborando con este grupo puntero, establecido en la Universidad de Oxford.

Díaz Portugal explica que los primeros trabajos que desarrolló estaban relacionados con el estudio de aceros para almacenamiento de hidrógeno a presión. En estos proyectos colaboró con el grupo SIMUMECAMAT de la Universidad de Oviedo. De igual forma, participó en una investigación europea sobre la influencia del proceso de fabricación en el comportamiento de algunas estructuras metálicas.

En los últimos años, según señala, este equipo ha tenido un gran crecimiento en financiación. A esto se ha sumado un equipamiento singular adquirido mediante la convocatoria INFRARED, que ofrece la posibilidad de realizar ensayos de materiales en hidrógeno a alta presión, lo que les ha impulsado como grupo de referencia en este ámbito.

En 2022, consiguieron financiación en la convocatoria de proyectos orientados a la transición ecológica y digital, con el objetivo de estudiar el comportamiento en hidrógeno de los aceros producidos mediante fabricación aditiva. En esta misma temática también participó como coinvestigador principal en dos proyectos de los planes complementarios en materiales avanzados y en hidrógeno renovable.

De manera reciente, han conseguido una iniciativa europea para analizar la posible reconversión de las redes de gas europeas para el transporte de hidrógeno, en colaboración con grandes centros tecnológicos y con distribuidores de gas de toda Europa. Este proyecto incluye un programa de ensayos y el desarrollo de nuevos modelos de simulación. Es más, comenta que se espera que dé lugar a la mejora de la normativa actual. A nivel regional han logrado un trabajo para estudiar los aceros de la red de gas en colaboración con Enagás y su posible reconversión al transporte de hidrógeno.

Su último logro ha sido obtener la ayuda ERC Starting Grant, destinada a potenciar el talento científico emergente y dotada con 1,5 millones de euros. Con esta ayuda desarrollará el proyecto HELMet, en el cual aplicará técnicas avanzadas de fabricación aditiva de aceros, simulación y ensayo para diseñar materiales más resistentes al hidrógeno.

Preguntado por la situación de la investigación y la innovación en Castilla y León, Andrés Díaz Portugal asegura que las universidades de Castilla y León tienen grupos muy activos en investigación. También dice que está sorprendido por la gran actividad en innovación de los centros tecnológicos, como CIDAUT o la Fundación Centro Tecnológico de Miranda de Ebro.

De igual forma, el investigador sostiene que su experiencia con las empresas burgalesas es muy positiva en cuanto a la innovación que persiguen. «Es verdad que tenemos un problema con la despoblación y con la poca capacidad de retener talento, por lo que tenemos que trabajar mucho más para que nuestras universidades e industrias sean atractivas para la gente. Que seamos una de las comunidades autónomas con mejores resultados en educación debería traducirse en un mayor potencial en investigación», apostilla.

En su opinión, las administraciones públicas sí que trabajan para potenciar la investigación e innovación en España. «Los planes de recuperación y los correspondientes fondos europeos están siendo una buena oportunidad para impulsar lo que denominan transición ecológica y digital», destaca para, a continuación, añadir que, si las administraciones hacen su trabajo, España puede partir con ventaja en las nuevas industrias y tecnologías. Además, sostiene que «no solo hacen falta fondos sino una buena planificación y estrategia a futuro, y no crear burbujas en ciertos sectores, que es lo que les encanta a los políticos».

En este sentido, destaca que la Universidad de Burgos ha hecho una gran labor en investigación en los últimos años. «Se ha apoyado la adquisición de equipamiento, la creación de estructuras singulares, la solicitud de proyectos y becas competitivas…», apunta Díaz Portugal, quien valora las últimas leyes de ciencia y del sistema universitario, pero aún existen problemas estructurales en la precariedad de los investigadores que hacen complicado retener talento.

En su caso, ha necesitado una beca competitiva para estabilizarse tras siete años de postdoctorado. «No creo que esta sea la vía ni los plazos adecuados». Tampoco, añade, cree necesario recibir un Nobel para poder ser un investigador con contrato estable. «Una cosa es premiar el talento distinguido, pero no sé puede empezar la casa por la ventana y lo primero es mejorar las condiciones pre y postdoctorales», indica.

A su parecer, la sociedad valora la innovación muy positivamente porque los ciudadanos son conscientes de que es necesaria para el progreso, aunque a veces solo se tiene en cuenta la innovación tecnológica o empresarial y se dejan de lado otros aspectos también beneficiosos para la sociedad. «La innovación es clave en la educación, en las humanidades o en las ciencias sociales. Y a veces nos olvidamos de ello, incluidas las administraciones».

Por ello, está seguro que el mejor camino es la divulgación, es decir, hacer más accesibles los conocimientos al ciudadano medio, que es más receptivo de lo que pensamos. «Con una mayor implicación ciudadana estoy seguro de que se valoraría y premiaría más aún el talento investigador. También creo que para premiar realmente el talento es fundamental asegurar la igualdad de oportunidades en el acceso a una educación de calidad, concluye Andrés Díaz Portugal.

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