SALAMANCA
Atacar enfermedades desde casa
El programa de terapia celular domiciliaria del Complejo Asistencial de Salamanca beneficia a más de 60 pacientes desde su implantación / Ha evitado 532 estancias en camas de hospitalización convencional
Cuando el cáncer llama a tu puerta, todo tu mundo se viene abajo. Aunque sea por un instante, el miedo te invade. No sabes qué va a ocurrir en los próximos días, semanas, incluso meses. Lo que tienes claro es que tus visitas al hospital van a ser más frecuentes de lo que te gustaría. Por este motivo, muchos pacientes lo que desean es estar en casa, rodeados de los suyos y con los cuidados necesarios para combatir la enfermedad.
Es verdad que no todas las patologías son iguales, pero en el caso de algunos tipos de tumores en la sangre se realiza un tratamiento de células madre que reemplaza las defectuosas. ¿Cómo? O bien con células del propio paciente, o bien con células de un donante. Sea como sea, la operativa se basa en extraer células madre de la sangre, congelarlas y más tarde, tras someter al enfermo a dosis altas de quimioterapia y radioterapia para dejar su médula ósea a cero, infundir de nuevo esas células madre criopreservadas para volver a repoblar su organismo.
Todo el proceso se lleva a cabo en el hospital, en concreto, en una habitación aislada para esquivar las infecciones, ya que el enfermo está inmunodeprimido. Ahora bien, el Complejo Asistencial Universitario de Salamanca implantó en 2022 el programa de terapia celular domiciliaria con el objetivo de facilitar la atención y el seguimiento de pacientes hematológicos sometidos a terapia celular en su propio entorno, mejorando la humanización de su atención sanitaria, su calidad de vida y reduciendo la carga asistencial. De hecho, con esta iniciativa se han evitado 532 estancias en camas de hospitalización convencional.
«La terapia celular, donde se incluyen tanto el trasplante de progenitores hematopoyéticos como la revolucionaria inmunoterapia celular CAR-T, es la opción terapéutica con mayor capacidad curativa en el campo de las hemopatías malignas. Sin embargo, es un proceso de alta complejidad y requiere una planificación cuidadosa, seguimiento y el apoyo de un equipo sanitario multidisciplinar para garantizar los mejores resultados posibles para los pacientes», explica Ángela Rodríguez, jefa de la unidad de Hematología del centro salmantino.
En este punto, explica que como «elemento clave» del programa se encuentra la integración funcional para este fin de las áreas de coordinación pretrasplante, coordinación pre-CAR-T y unidad de hospitalización. «Ha sido fundamental el hecho de contar con un equipo de profesionales que coordinan atención ambulatoria, domiciliaria y hospitalización convencional con la colaboración de la asociación ASCOL para la identificación de pacientes elegibles y establecer el proceso de derivación».
Otro aspecto positivo es la evaluación y selección de pacientes, lo cual permite identificar a los candidatos según criterios clínicos y sociales, y evaluar la seguridad y viabilidad de la terapia celular en el entorno domiciliario. «El seguimiento es personalizado, realizamos visitas domiciliarias periódicas para monitorizar la evolución del paciente, permitiéndonos proporcionar educación sanitaria sobre los cuidados, el manejo de efectos secundarios y los signos de alarma que tanto el enfermo como la familia debe conocer», indica Rodríguez, quien puntualiza que la colaboración con esta ONG les facilita el acceso a recursos sociales y apoyo emocional. Sostiene que también coordinan las altas para personas que no residen en Salamanca capital, facilitando su estancia en pisos gestionados por la asociación.
Sobre las novedades de esta iniciativa, distinguida con un accésit en la VI edición de los Premios Novartis-IESE a la Excelencia Operativa en Gestión Sanitaria, en la categoría Iniciativas innovadoras de gestión orientadas a la mejora de la atención al paciente, la principal es que no se incluye la visita médica en el domicilio, y los cuidados sanitarios directos se basan en un equipo de enfermeras con amplia experiencia en hematología intensiva. Otra de las peculiaridades es la dependencia funcional del Servicio de Hematología, puesto que otros programas dependen de servicios creados ad hoc para hospitalización domiciliaria formados por profesionales más generalistas. «Su integración en hematología permite una mayor personalización y especialización en los cuidados y manejo clínico de estos pacientes, aparte de una vía directa con la hospitalización convencional».
Los beneficios de esta terapia domiciliaria son, a su parecer, muchos y variados. Para el paciente, considera que los más importantes son que mejora la calidad de vida, la comodidad y bienestar de los pacientes, que es un objetivo terapéutico per se y que ofrece la posibilidad de una implicación mayor del enfermo en su proceso asistencial; incrementa la calidad humana de la asistencia en su entorno familiar, evitando el estrés de la estructura rígida del hospital; fomenta la educación sanitaria del paciente, su autocuidado, su autonomía y su independencia; elimina el riesgo de infecciones nosocomiales y optimiza por tanto los resultados clínicos; fortalece la relación sanitario-paciente-familia, y conserva su intimidad.
Para la familia, los puntos positivos son, a su juicio, evitar desplazamientos y estancias en acompañamientos hospitalarios; al minimizar los perjuicios sobre la dinámica del grupo familiar debido a la hospitalización; la participación en el cuidado del familiar, y la adquisición de un mayor y mejor conocimiento sobre la enfermedad del paciente, lo que posibilita controlar algunos de los efectos psicológicos como angustias y reacciones adversas tanto para el enfermo como para la familia y estar más implicados en la detección de potenciales complicaciones, mayor adherencia y cumplimiento terapéutico, etcétera.
En esta ecuación aparece otro elemento: el hospital. Apostar por la terapia celular domiciliaria se traduce, tal y como expone la jefa de la unidad de Hematología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, en gestión eficiente de camas hospitalarias; acortar la estancia media de los pacientes; aumentar la calidad asistencial; disminuir la incidencia de infección nosocomial; reducir los reingresos; racionalizar los recursos disponibles, al adecuar el uso de los recursos del centro, y mejorar la eficiencia del hospital evitando las listas de espera en la realización de trasplante y otras terapias.
Este programa surgió, recuerda Rodríguez, porque el servicio de Hematología siempre ha velado para que los pacientes se encuentren con la mejor atención posible y no solo contempla la posibilidad de buscar el mejor tratamiento médico o los mejores cuidados de enfermería, sino que también tiene en cuenta el bienestar físico, mental y emocional tanto del paciente como de su entorno. Por ello, asegura que los programas de hospitalización domiciliaria con sus ventajas les resultaron enormemente atractivos para mejorar estas metas.
Aunque, reconoce, en otros hospitales ya existe la atención a este tipo de pacientes en el domicilio, esta iniciativa se diferencia en que la atención recae en las enfermeras de este servicio, que cuentan con «gran experiencia» en el cuidado personalizado de los pacientes hematológicos. De momento, han valorado a más de 150 pacientes para entrar en el programa, y en estos primeros años se han incluido cerca de 60 de ellos, tanto pacientes sometidos a trasplante autólogo y alogénico, como los que reciben terapia celular CAR-T. De igual forma, han incorporado algunos enfermos que precisaban antibioterapia endovenosa.
«Existen programas que favorecen un ambiente propicio para la innovación y el talento»
Ángela Rodríguez, jefa de la Unidad de Hematología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, asegura que Castilla y León está realizando grandes esfuerzos para impulsar la investigación y la innovación en la Comunidad. De hecho, a su parecer, existe un fuerte compromiso por parte de la Administración. Ejemplo de ello, dice, es el Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud 2023-2027, que tiene como objetivos fomentar e impulsar tanto la investigación como la innovación teniendo en cuenta los cambios en la atención.
Otros puntos que se centran en este objetivo, según indica, son que la región cuenta con diversos centros y organismos reconocidos como Centros Comprometidos con la Excelencia en Cuidados, así como otros en proceso de acreditación. A esto se suma que el hospital salmantino ha sido designado recientemente como centro integral del cáncer, lo que va a facilitar acceder a tratamientos innovadores, ensayos clínicos, entre otras cosas.
Por todo ello, considera que las administraciones públicas sí que apuestan para que Castilla y León sea puntera con estrategias que favorecen la I+D+i, la sostenibilidad, la transformación digital, incluyendo el desarrollo rural. Además, Rodríguez comenta que la sociedad apoya la innovación y el talento. «Existen iniciativas y programas que reconocen y apoyan a personas, proyectos y empresas, como subvenciones, ayudas, premios, concursos, colaboración con universidades… que favorecen un ambiente propicio para la innovación y el talento», concluye.