ÁVILA
Vigías aéreos del entorno rural
El proyecto CHAMELEON utiliza drones y satélites para geolocalizar y evaluar el estado de los cultivos, animales y bosques. Desarrolla una plataforma que conecta a usuarios finales con expertos para abordar los desafíos de estas zonas
No son pájaros espía, pero sí que sobrevuelan el medio rural para proteger sus más valiosos tesoros. Desde el cielo controlan cualquier movimiento que pueda dañar este patrimonio. Tecnología como aliada de una zona donde lo tradicional prevalece sobre lo digital. No hay que olvidar que pese a ser sectores marginados son fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad. Por esta razón, es crucial recorrer este camino haciendo visibles los valores añadidos de estas zonas y sacando el máximo partido a sus recursos.
Para convertir este conjunto de actividades económicas y técnicas en procesos innovadores donde todo esté monitorizado para adelantarse a los problemas aparece CHAMELEON, un proyecto financiado por el programa Horizonte Europa, que tiene como meta optimizar la producción e identificar problemas potenciales en la agricultura, la ganadería y la silvicultura. ¿Cómo lo quieren lograr? A través de la utilización de drones y satélites que capturan información que les permita geolocalizar y evaluar el estado de cultivos, animales y bosques. Además, quieren hacerlo para que llegue al usuario final de una manera precisa, sencilla y clara, para que pueda tomar decisiones informadas.
En este sentido, Susana Lagüela López, responsable de comunicación y difusión de este trabajo, detalla que, en el ámbito de la agricultura se ofrecen soluciones específicas como la monitorización del crecimiento y desarrollo de cultivos, la gestión del estrés hídrico en viñedos debido a la sequía, y la zonificación del suelo. Para la ganadería, se implementan técnicas para la detección de cojeras en el ganado vacuno, la recolección de parámetros relacionados con la salud y el estrés del ganado, la gestión de rebaños y la monitorización individual. En el sector de la silvicultura, se trabaja en la identificación de puntos calientes al inicio de incendios forestales, la detección de grandes restos de madera en ríos y la evaluación del estado de salud de la vegetación.
El equipo que se encuentra detrás de CHAMELEON está trabajando en una plataforma en línea que conectará a los usuarios finales con expertos en drones y geomática. Gracias a esta solución, según explica Diego González Aguilera, investigador principal del proyecto en la Universidad de Salamanca, agricultores, ganaderos y silvicultores podrán acceder a una variedad de servicios diseñados para facilitar su trabajo, sobre todo herramientas software para el tratamiento de datos de cultivos, bosques y ganado adquiridos desde satélites y drones aéreos. «Los expertos en drones y geomática incorporarán progresivamente herramientas para ofrecer más servicios que aborden nuevos desafíos en el entorno rural». De momento, avanza que se han añadido 14 nuevas herramientas. De igual forma, se ha organizado una convocatoria abierta que se traducirá en la incorporación de cinco nuevas herramientas a la plataforma.
En opinión de Lagüela López, la parte más innovadora radica en su dron reconfigurable y modular, capaz de adaptarse a diferentes condiciones del entorno. «Estas características camaleónicas del dron son las que inspiran el nombre del proyecto. El dron puede ajustar su tamaño, el número de rotores y los sensores a bordo para optimizar su rendimiento y resolver eficientemente cada problema específico», afirma.
A esto se suma, añade González Aguilera, la ingeniería geoespacial, disciplina clave que integra todas las tecnologías necesarias para resolver problemas tan heterogéneos, como sistemas de información geográfica, teledetección, sistemas de navegación y posicionamiento, fotogrametría, Internet de las cosas, big data e inteligencia artificial.
Respecto a las ventajas, sostiene que la principal es que el dron puede configurarse de distintas maneras y ajustarse manual o automáticamente según la misión. «Esto permite usarlo en diferentes tareas, desde espacios reducidos hasta misiones que requieren más batería».
Otro valor añadido, en opinión de Susana Lagüela López, es la durabilidad, puesto que el dron es robusto y está diseñado para soportar condiciones climáticas difíciles, lo cual es ideal para su uso en entornos rurales. Un punto fundamental al que se suma, agrega, su diseño modular, que ofrece la posibilidad de reemplazar y actualizar fácilmente cada componente, lo que garantiza una equipación con diversos sensores y actualizarse con las tecnologías más punteras.
El broche lo pone, señala el investigador principal de CHAMELEON, su facilidad de uso. Tiene integrados sensores específicos que detectan cambios en su configuración y ajustan de manera automática el software para evitar errores humanos. Además, utiliza un software de código abierto, lo que facilita su personalización y adaptación para necesidades concretas de investigación y uso.
Este trabajo, relata Lagüela López, surgió por el contacto directo con los usuarios finales. «Buscando información sobre sus necesidades en el entorno rural, identificamos una brecha entre la tecnología que se utiliza actualmente y la que se podría utilizar. Por esto, vimos la necesidad de aplicar los avances tecnológicos de la geomática a este ámbito», indica para, a continuación, añadir que se demostrará en tres casos piloto: en Ávila, Grecia y Austria.
En el futuro cercano, Diego González Aguilera adelanta que se planea validar las herramientas de software existentes en la plataforma. Después, se ampliará el número y la diversidad de estas soluciones. «Creemos firmemente que el lanzamiento de esta plataforma al mercado aumentará la rentabilidad del negocio rural, beneficiando así a todos los ciudadanos europeos», zanja el investigador principal de CHAMELEON.