Naiara, la vallisoletana con la alimentación bajo el brazo

Naiara Carretero Lozano sabe mucho sobre cómo influye la comida en nuestra vida. Estudió Nutrición Humana y Dietética porque siempre estuvo muy interesada en este sector dentro de la salud humana, ya que, según reconoce, tiene mucho recorrido en todas sus variantes: atención personal, prevención, investigación

Desde el útero materno, las personas empiezan a tener contacto con la comida a través del líquido amniótico. Después, el entorno se encarga de moldear su dieta. Cuando se convierten en adultas, llega el turno de llenar la cesta de la compra y, sobre todo, de aprender a relacionarse con los alimentos.

Por todo ello, esta vallisoletana trabaja para inculcar la mejor manera de poder estar sanos a través del plato. No es una cuestión de hacer dieta, puesto que los alimentos son la gasolina que necesita nuestro cuerpo. Sin embargo, si echas diésel en un coche de gasolina, el vehículo se va a estropear. Lo mismo ocurre con la salud. Si no se opta por un menú variado y no se introducen una serie de cambios, aparecerán enfermedades y progresarán las ya existentes. La clave está en encontrar el equilibrio y las pautas nutricionales para lograr cuidarnos sin demonizar ciertas recetas y provocar sentimiento de culpa al comerlas.

Esta nutricionista sabe de lo que habla. Es la presidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Castilla y León. Su día a día transcurre tanto en sus clases en la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) como impartiendo conferencias, charlas y talleres para diversas asociaciones y empresas privadas, entre las que destaca el programa nutricional anual para la Federación Española de Actividades Subacuáticas de Natación con Aletas, el programa ‘Objetivo: Disciplina en tu alimentación’ para el Regimiento de Caballería Farnesio nº 12 de Santovenia de Pisuerga, y las conferencias del ciclo de salud y estética del grado superior en Estética en el Instituto Ramón y Cajal de Valladolid.

Con una experiencia profesional de más de 10 años, a los que suma otros cinco de experiencia en investigación, Carretero Lozano trabaja teniendo muy en cuenta tanto su situación personal como profesional. Tras salir de la facultad, su objetivo, relata, fue adquirir experiencia en nutrición clínica, tanto con el cliente como a través de la fundamentación de cientos de casos con diferentes patologías. Un dúo, en su opinión, perfecto para poder abordar futuros estudios.

En esta línea, admite que la divulgación es una constante en su rutina. Primero desde un punto más cercano con charlas en colegios, campamentos o institutos para que los pequeños descubran qué es la nutrición y, sobre todo, qué se puede conseguir gracias a ella. Más tarde, añade, de manera más profesional, realizando charlas formativas para empresas.

Colabora tanto con la Universidad de Valladolid como con la Universidad Europea Miguel de Cervantes con el proyecto Humanizas, que parte de la necesidad de fomentar la humanización de la asistencia sanitaria y el contacto desde los primeros cursos con los futuros profesionales de los grados de Medicina, Enfermería, Logopedia y Nutrición Humana y Dietética. Además, con la UEMC coordina el proyecto nuTICión, que tiene como fin acercar las tecnologías de la información y la comunicación al grado de Nutrición Humana y Dietética, fomentando las nuevas salidas profesionales en el mundo de la divulgación en las plataformas digitales.

En el horizonte más cercano, Naiara Carretero Lozano adelanta que sus próximas investigaciones se centrarán en la salud de los trabajadores a través de su alimentación. «Hay muchas peculiaridades en todos los trabajos, ya sea por horarios, alergias, rutinas… Me parece un reto muy bonito ayudar a las personas a que gracias a una alimentación correcta puedan mejorar significativamente su correcto desempeño en el puesto de trabajo», expone para, a renglón seguido, comentar que seguirá inmersa en proyectos de innovación educativa.

A su parecer, la situación de la investigación y la innovación en Castilla y León se puede mejorar. En este sentido, la vallisoletana recuerda que los dietistas-nutricionistas no están reconocidos en el sistema de salud de la Comunidad, como sí sucede en otras regiones como Cataluña o Galicia. «Para poder investigar y que favorezca la innovación debemos tener un reconocimiento laboral que sirva para tejer un entramado de profesiones que están abocadas a entenderse y contribuir juntas a un futuro mejor de nuestra sociedad», reflexiona la nutricionista, quien incide en que una colaboración con médicos, psicólogos, enfermeros… sería una alianza lógica para lograr una mejor especialización en la investigación dentro del sector de la salud.

Al ser preguntada si la sociedad premia la innovación y el talento, sostiene que sí, aunque no tienen el alcance que se les debería dar. En este punto, explica que el hecho de premiar una investigación es importante por el reconocimiento que recibe, aunque, a su juicio, la clave reside en poner en marcha las medidas necesarias para mantenerla en el tiempo. «Está muy bien recibir un reconocimiento a tu trabajo, pero luego hay que hacer un seguimiento. El talento no es una flor de un día y, por tanto, se debería de dar más importancia a la constancia y al trabajo del día a día, que permite que sea mucho más fácil estar al lado de la innovación y el talento», concluye.