Diario de Castilla y León

BURGOS

Pasear por la naturaleza como terapia

Investigadores de la UBU y Sacyl analizan el impacto de los baños de bosque en las personas con diabetes

Proponen esta alternativa para mejorar la calidad de vida de los pacientes

En el estudio participan 52 personas

Investigadores participantes en el proyecto.

Investigadores participantes en el proyecto.EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Dos pastillas después de desayunar, cuatro en la comida y tres en la cena. Muchos pacientes conviven a diario con un pastillero que les conecta con la vida; fármacos que palían síntomas crónicos que, además, tienen que conciliar con otros medicamentos cuando se produce una nueva dolencia. Juntos garantizan el correcto tratamiento de las enfermedades. Ahora bien, no siempre todo lo que se prescribe por los médicos tiene forma de comprimido, jarabe, inyectable, pomada…, también, en ocasiones, está relacionado con terapias complementarias, como ejercicios, rehabilitación, reposo, incluso un paseo por la naturaleza.

Sobre este último tratamiento sabe mucho un equipo multidisciplinar formado por investigadores de la Universidad de Burgos (UBU) y Sacyl. Sandra Corral, Pilar Antolín, Noelia Gallego, Diego Serrano, María José Sierra y Yolanda González se han unido para llevar a cabo un proyecto basado en los baños de bosque, un tratamiento que consiste en pasear por un ambiente forestal mientras un guía propone actividades para conectar con la naturaleza usando los cinco sentidos. «Su aproximación holística al cuidado y la notable evidencia acerca de sus beneficios sobre la salud física y mental lo posicionan como posible terapia complementaria contra la diabetes mellitus», explica la enfermera Noelia Gallego.

En concreto, este trabajo tiene como meta comprobar si una intervención basada en los baños de bosque mejora la salud. Para ello realizarán un ensayo clínico aleatorizado, en el que participarán 52 personas, divididas en dos grupos: control e intervención. A cada uno de los participantes se les medirán la tensión arterial, frecuencia cardiaca, saturación de oxígeno en sangre, glucosa, hemoglobina glicosilada, depresión, ansiedad, estado de ánimo y calidad de vida.

El estudio, según apunta, pretende aumentar la evidencia científica del efecto de los baños de bosque en personas con diabetes. Es más, celebra que esta terapia esté en sintonía con el programa ‘Bosques para la salud’, que acaba de poner en marcha la Consejería de Sanidad, con el fin de promover el contacto con la naturaleza como prevención para la mejora de la salud.

Y es que, tal y como lamenta Noelia Gallego, diferentes factores de la sociedad actual en la que vivimos como sedentarismo, obesidad, estrés y ansiedad, entre otros, repercuten de forma negativa en la salud de los individuos que viven en los entornos más urbanizados. «Una alternativa a este ritmo frenético de vida que se establece como patrón general en las sociedades más avanzadas es la búsqueda incesante de terapias que mejoren la calidad de vida», confirma para, a renglón seguido, puntualizar que el contacto con la naturaleza ofrece numerosas oportunidades para promocionar la salud y prevenir la enfermedad, además de tener impacto terapéutico y rehabilitador.

En este sentido, sostiene que el uso de los bosques y la terapia forestal se reconocen cada vez más como intervenciones eficaces para la salud y el bienestar porque disminuyen la producción de estrés, mejoran la sensación de felicidad y creatividad, reducen el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, refuerzan el sistema inmunológico y aceleran la recuperación de enfermedades.

¿En qué consiste? Detalla que se basa en pasear de forma tranquila y relajada, recorriendo una distancia máxima de un kilómetro durante dos horas aproximadamente, donde se llevarán a cabo diferentes sugerencias guiadas a cargo de una persona que orientará la actividad. Su finalidad, recalca la investigadora, es despertar los sentidos, restablecer el vínculo con la naturaleza y percibir de forma más relajada, tranquila y consciente lo que nos rodea.

En los últimos años se ha evidenciado la relación de la diabetes con altas tasas de ansiedad y depresión que pueden afectar al desarrollo de complicaciones y problemas de adherencia. De hecho, incide en que el estrés en esta enfermedad en todas las edades, países y culturas donde se ha estudiado, es común y puede ser «una barrera» para el bienestar emocional óptimo, el autocuidado y el manejo de la patología. «Los problemas psicológicos se asocian con peor autocuidado y control glucémico, complicaciones en la salud, disminución de la calidad de vida y del bienestar, problemas familiares y mayores costes sanitarios».

No obstante, la enfermera afirma que el tratamiento de la diabetes debe ser individualizado y depende tanto del paciente como del estado en que se encuentre la enfermedad. No hay que olvidar, incide, que el seguimiento de una persona diabética se lleva a cabo sobre todo desde la Atención Primaria y se basa en la educación para la salud en relación con la alimentación, el ejercicio moderado y regular y, si fuera necesaria, evaluar la adherencia al tratamiento en los casos que se precise, ya sea con antibióticos orales o insulina.

En su opinión, es un trabajo innovador porque la hoja de ruta planteada se basa en un tratamiento complementario que ofrece un enfoque integral, no farmacológico y natural para ayudar a manejar la enfermedad, centrándose en la reducción del estrés, la promoción de la actividad física y la conexión con la naturaleza.

De momento, Noelia Gallego avanza que están programados diez baños tanto en bosques urbanos de Burgos como en la zona rural de la provincia burgalesa. En este punto, indica que también de manera secundaria se van a promocionar los bosques de las zonas rurales como recursos con fines de complemento terapéutico, contribuyendo al desarrollo de las áreas más desfavorecidas. Tras finalizar el proyecto, dice que analizarán los resultados y valorarán la opción de hacerlo extensivo a otras patologías crónicas.

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