El orden se convierte en innovación gracias a la sostenibilidad

¿Quién no se ha enfrentado a una mudanza y se ha dado cuenta de que tiene más cosas de las que pensaba? Durante una mudanza, se pueden generar una gran cantidad de desechos no ecológicos, especialmente si no se manejan de manera adecuada. Estos desperdicios pueden incluir materiales como cartón, plástico de burbujas, cajas de madera y otros materiales de embalaje. Además, se pueden generar otros relacionados con los artículos que se están moviendo, como electrodomésticos viejos, muebles rotos y otros objetos no deseados.

Los diferentes espacios que utilizamos en nuestro día a día, ya sea nuestro hogar, nuestro lugar de trabajo e incluso nuestra propia empresa, pueden estar distribuidos y organizados, de tal forma que la efectividad o el rendimiento se vean reducidos y afectados en la productividad.   

Para solucionar este problema, durante los últimos años, ha surgido una nueva profesión: la de los Organizadores Profesionales de Espacios. Este oficio surge como una respuesta a las necesidades de aquellos que buscan mejorar su calidad de vida a través de la organización y el orden. La Organización Profesional de Espacios es una disciplina innovadora a la vez que desconocida, pero cada vez más popular en estos últimos años.

Bajo estas premisas, en la provincia de Burgos, nace una idea innovadora que le hace distinta del resto. Minari Orden no sólo abarca la capital burgalesa, sino que es la única empresa del sector en España que también se ha enfocado hacia el olvidado ámbito rural y una de las que promueve la economía circular, según nos cuenta su creadora Blanca López. No todos los organizadores de espacios se atreven con la España vaciada, ni tienen en cuenta el medio ambiente. Además, tiene el valor añadido de hacerlo desde la concienciación y la sostenibilidad, dando una segunda vida a las cosas, impulsando la Economía Circular, reutilizando y reciclando, para así generar los mínimos desperdicios posibles aminorando de esta forma el impacto medioambiental. 

La idea de crear Minari Orden, explica Blanca, se empezó a gestar después de la pandemia del Covid-19, en la que se dio cuenta de que podía hacer de su pasión, su profesión. Descubrió que existía una organización llamada AOPE (Asociación de Organizadores Profesionales de España) , y decidió formarse para poder dedicarse a ello de forma profesional. Además, nos cuenta que detectó una necesidad en la sociedad tanto a nivel de particulares como de pequeñas y medianas empresas, de lo necesario que es una gestión eficaz de los espacios porque, quizá por falta de tiempo o desconocimiento, las personas con hábitos desordenados y desorganizados, no son conscientes de cómo puede afectarles en su día a día, a todos los niveles.

La actividad principal de Minari Orden, está enfocada tanto a particulares como empresas. Respecto a los particulares, los clientes abarcan desde personas ocupadas que no tienen tiempo para organizar sus espacios, (casas, garajes, trasteros, armarios, mudanzas…) a aquellas que necesitan acompañamiento en un proceso de duelo como por ejemplo, cuando se ha perdido a un ser querido y no se sabe qué hacer con sus pertenencias. 

Según explica Blanca, su forma de trabajar consiste en implantar sistemas de organización personalizados e individualizados en función de las características y necesidades del cliente, quien aprende un método para ordenar y poder sustentarlo en el tiempo. Según cuenta Blanca, lo más complicado es precisamente esto último, debido a que somos «seres de costumbres», y es difícil aprender en poco tiempo algo distinto a lo que se lleva interiorizando toda una vida. 

Primero hay que «desaprender» los hábitos que se tienen, para posteriormente poner en práctica los nuevos; y esto se consigue gracias al seguimiento personalizado en el que Blanca los acompaña durante un tiempo para que aprendan nuevos métodos y consigan mantener ese orden posteriormente por sí mismos.

Respecto a las pequeñas y medianas empresas, lo que se consigue es una gestión eficaz y eficiente de los espacios; esto supone una reducción de costes y una mejora de la productividad de sus trabajadores. Según Blanca, lo que se lleva a cabo es la implantación de un sistema de organización teniendo en cuenta los espacios y las características de las personas que forman el equipo de trabajo. Estarán acompañados de asesoramiento y seguimiento durante los meses posteriores, para verificar si el sistema implantado funciona correctamente. 

Además de esto, Minari Orden realiza la gestión de economía circular, y gestión medioambiental que se produce tras reorganizar los espacios. Es decir, todo lo que cada cliente no quiere conservar por decisión propia, ya sea ropa, utensilios, material de oficina, menaje...etc. Blanca se encarga de darles una segunda vida: lo dona a ONGs o a personas sin recursos que lo puedan necesitar.

Si el excedente resultante de su trabajo es documentación, lo traslada a centros burgaleses de reciclado de papel que le dan un tratamiento de reciclaje sostenible.

Respecto a los electrodomésticos o residuos contaminantes: se encarga de llevarlos al punto limpio. De esta forma se consiguen dos objetivos fundamentales, ayudar a personas o empresas a gestionar sus elementos de forma más eficiente, y crear un círculo de ayuda al medio ambiente.

El nombre tampoco es casualidad, según explica Blanca, Minari es el nombre de una planta utilizada comúnmente en la cocina asiática (como el perejil en España). Ésta renace y crece con mas fuerza en su «segunda temporada» y sirve como una metáfora a la vida emprendedora de Blanca, que según nos cuenta, tuvo que dejar otro negocio debido a la pandemia; y también a los cambios que ella realiza con sus clientes, en los que se empieza de cero con un nuevo orden. 

Minari Orden ha recibido varios galardones debido a su trayectoria innovadora. Obtuvo el cuarto puesto en el certamen «Rural Talent». Consiguió el segundo puesto en «Extraordinarias» un concurso organizado por cibervoluntarios en colaboración con Facebook y resultó elegida entre 10.000 candidatas; y por último y más recientemente, su proyecto resultó el tercer galardonado en los premios CYLHUB en la capital burgalesa.