Diario de Castilla y León

Cómo el cáncer influye en la nutrición

Investigadores de la UVa analizan la viabilidad de la ecografía como técnica para el diagnóstico de la desnutrición en enfermos oncológicos / Este procedimiento permite evaluar de manera sencilla la masa muscular de determinadas zonas relacionadas con la funcionalidad sin verse influenciadas por los tejidos colindantes

Publicado por
Estibaliz Lera

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Su propia sintomatología se asocia con alto riesgo de pérdida de peso, lo que repercute en una menor supervivencia y una peor calidad de vida. El cáncer golpea y todo cambia. Los pacientes con patologías oncológicas de cualquier tipo presentan un riesgo aumentado de padecer desnutrición. De hecho, se ha observado que entre el 15% y el 40% de los enfermos tienen algún grado de desnutrición al diagnóstico de la dolencia. Esta condición se agrava con la progresión de la patología, llegando a padecer malnutrición un 80% de los pacientes en estadios avanzados. Además, se ha demostrado que, en pacientes con tumores localizados en cabeza y cuello, digestivos y de pulmón, el riesgo de malnutrición es alto. 

Por tanto, estas personas requieren multitud de ingresos hospitalarios en relación con el tratamiento administrado, la progresión de la enfermedad o complicaciones del tratamiento. El ingreso supone «un factor de riesgo añadido» para la desnutrición en estos pacientes debido al estrés metabólico que condiciona y la disminución de la ingesta asociada. 

Ahora bien, ¿con qué se relaciona la malnutrición en enfermos con cáncer? Los expertos vinculan este estado con multitud de consecuencias desfavorables, entre las que destacan mayor número de complicaciones, mayor número de estancias hospitalarias y de mayor duración, peor tolerancia a tratamientos agresivos y menor supervivencia en comparación con pacientes con mejor estado nutricional. 

El diagnóstico y el tratamiento precoz de la mala situación nutricional pueden influir de manera positiva sobre la evolución de la patología. La identificación de los pacientes en riesgo y el inicio del soporte nutricional pueden conseguir los objetivos nutricionales asociados a una mejoría en la tasa de complicaciones y una disminución de la estancia media. 

En este sentido, investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) estudian la viabilidad de la ecografía como técnica para el diagnóstico de la desnutrición en enfermos oncológicos. «La tasa de desnutrición en el paciente con patología oncológica y la dificultad para su valoración es alta debido a las limitaciones de las técnicas clásicas como la antropometría (peso, talla, circunferencias corporales e índice de masa corporal), dado que estas técnicas pueden verse influenciadas por las situaciones de acúmulo de líquido o de grasa, e infradiagnosticar la malnutrición», explica el profesor Juan José López.

Y es que, según comenta, en estos pacientes la monitorización de la mejoría nutricional es compleja en relación con las razones anteriormente citadas. En este contexto la utilización de nuevos métodos en la medida de la composición corporal no agresivos como la bioimpedanciometría y la ecografía muscular pueden ayudar al diagnóstico y a la adaptación adecuada del tratamiento nutricional. 

La evaluación de la composición corporal mediante distintas técnicas como la ecografía muscular permite estudiar «de manera sencilla» la masa muscular de determinadas zonas relacionadas con la funcionalidad sin verse influenciadas por los tejidos colindantes y el estado de acúmulo de líquido que pueden interferir al medir las circunferencias o perímetros y los pliegues corporales, utilizados de manera clásica en valoración nutricional. 

Hasta ahora la determinación del compartimento muscular solo se podía realizar mediante técnicas complejas como la Tomografía Axial Computarizada (TAC) o la Resonancia Magnética Nuclear (RMN). «Estas técnicas requieren una prueba compleja, un software específico y un tiempo importante para su realización, además de un coste elevado vinculado con las mismas».

Un proyecto, a su parecer, innovador, ya que la ecografía muscular comenzó a utilizarse hace poco tiempo para valorar de forma nutricional a los pacientes. De hecho, se empezó a realizar en medicina deportiva, en pacientes de edad avanzada con patología geriátrica y en enfermos en unidades de críticos. 

Dado que la desnutrición no se instaura de la misma manera en todas las patologías, López considera que es necesario evaluar la desnutrición con estas técnicas en distintas dolencias (paciente oncológico, paciente neurológico, paciente quirúrgico, paciente crítico…) y generar evidencia científica para poder extrapolar los datos a la práctica clínica habitual.

Respecto a las ventajas, afirma que la ecografía muscular es una técnica que ofrece la posibilidad de valorar en una región concreta del cuerpo la cantidad y calidad musculares. «Requiere de un aparataje sencillo y en manos experimentadas puede llevar poco tiempo y realizarse en la misma consulta o a pie de planta», subraya para, a renglón seguido, indicar que, teniendo un ecógrafo, el coste-efectividad de la técnica es muy alto. 

No obstante, asegura que el principal problema con respecto a su empleo es que la evidencia científica es escasa. «Existen multitud de zonas potenciales para medir en músculos predominantemente de las piernas y, además, no está claro aún si la pérdida de masa muscular en una zona específica se correlaciona con la pérdida de masa muscular global», apunta el también médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, quien agrega que la mayor parte de los estudios de ecografía se han realizado en personas mayores sanas, por tanto, su papel está por validar. 

Desde hace años, tal y como manifiesta, han tenido problemas para la evaluación de la masa muscular en la desnutrición y su monitorización tras el tratamiento médico nutricional. De esta manera y observando el uso de esta técnica para la evaluación del deterioro muscular en el paciente anciano y en el paciente crítico, se planteó su uso habitual en la consulta para el diagnóstico de desnutrición y el control del tratamiento médico nutricional.  

El proyecto tenía previsto iniciarse a principios de 2020, si bien con la pandemia tuvieron que retrasar su arranque hasta enero de 2021. Sin embargo, se empezó a evaluar pacientes con desnutrición después del alta tras el ingreso por la COVID-19 y la monitorización del tratamiento de estos enfermos objetivando el aumento de la masa muscular tras el tratamiento nutricional y de rehabilitación. 

No hay que olvidar, insiste el profesor de la Universidad de Valladolid, que la ecografía nutricional es un tema en constante evolución y existen multitud de proyectos de investigación abiertos para su validación. «Este estudio se diferencia con respecto a otros en la utilización de la ecografía para la valoración de pacientes con patología oncológica, y estamos analizando un subgrupo dentro de estos que son aquellos que desarrollan diabetes en relación con la patología oncológica o su tratamiento». 

De cara al futuro, López avanza que tienen multitud de líneas de investigación abiertas en la validación de la ecografía nutricional. Por ejemplo, en función de la patología están evaluando a pacientes con patología neurodegenerativa. También quieren continuar con la línea de investigación en patología oncológica y en pacientes de edad avanzada con sarcopenia. 

A estos proyectos se suma un estudio multicéntrico que lideran junto con otros tres hospitales a nivel estatal para plantear los puntos de corte patológicos en ecografía nutricional en desnutrición relacionada con la enfermedad. De igual forma, están evaluando distintos parámetros para poder analizar la calidad del músculo como indicador de su funcionalidad. 

JUAN JOSÉ LÓPEZ / MÉDICO DEL CLÍNICO Y PROFESOR DE LA UVA «Es necesario potenciar la investigación asistencial, vinculando a hospitales y universidades»

Juan José López, profesor de la Universidad de Valladolid y médico del Hospital Clínico, asegura que existe un gran interés por parte de los profesionales que trabajan en los distintos niveles sanitarios en el desarrollo de la investigación clínica en Castilla y León y en España. No obstante, comenta que el desarrollo de la investigación clínica es «complejo» dado que la carga asistencial es alta y, normalmente, «la mayor parte del trabajo de investigación se realiza por vocación en el tiempo libre fuera del horario asistencial». 

El médico Juan José López. PHOTOGENIC

El médico Juan José López. PHOTOGENIC

En cuanto a las diferencias entre la investigación en Castilla y León y en el resto de España, sostiene que existen en función del lugar donde trabajas y del apoyo que se puede encontrar detrás. Por tanto, López afirma que es importante el apoyo desde la administración a iniciativas de investigación que pueden mejorar el manejo de los pacientes y facilitar la asistencia en el día a día. 

Para el médico del Hospital Clínico de Valladolid, la administración dedica recursos para potenciar la investigación, pero no siempre son suficientes, ya que, en comunidades como Castilla y León, donde, según incide, la carga asistencial es muy alta, es «muy difícil conseguir resultados en investigación clínica o animar a los jóvenes a la misma, dado que el sacrificio suele ser muy alto». Por esta razón, a su juicio, es necesario potenciar la investigación asistencial, vinculando a instituciones como hospitales y universidades. 

Expone que la sociedad sí reconoce cuando se realizan iniciativas de investigación que pueden ayudar a crecer y a aprender más sobre la salud y la enfermedad para mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

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