La plataforma para cuidar a los mayores
El proyecto TeCuido propone investigar un modelo de atención sociosanitaria dirigido a personas que viven solas, que pueda ser gestionado desde centros multiservicios u otros puntos de atención.
Son muchas las personas mayores que viven solas en sus domicilios. Una realidad que aumenta cada año y desvela una cara todavía más amarga, la de los ancianos que mueren solos. La soledad de la tercera edad está llena de historias que hielan el alma. Muchas veces los informativos y los periódicos se hacen eco de noticias de personas que aparecen en el sofá repletas de suciedad, desorientadas y sin comer, porque no se han acordado de hacerlo. Logran salir de esa situación porque tienen a un vecino, familiar, amigo… que alerta de que llevan tiempo sin responder al teléfono ni al timbre de su casa. No todos corren la misma suerte.
Es verdad que la soledad adopta muchas formas y no todas son negativas. A algunas personas la vida les pone en ese lugar tras perder a su pareja, hijos o familia, mientras que otras la eligen por voluntad propia. Sea como fuere, al vivir solos corren muchos riesgos, ya que, a partir de los 62 años, aumenta la mortalidad por cualquier causa, entre ellas, las enfermedades cardiovasculares. Por todo ello, necesitan un aliado para aprender a vivir con ella, pero sin intervenir, solo en los casos en los que sea necesario.
En esta línea aparece el proyecto TeCuido. Tecnologías para el Cuidado. Investigación para la integración de soluciones tecnológicas para la atención y asistencia remota desde centros multiservicios a personas en situación de vulnerabilidad’ propone investigar un modelo de atención sociosanitaria dirigido a mayores que viven solos, que pueda ser gestionado desde centros multiservicios u otros puntos de atención, utilizando la tecnología disponible integrada en una plataforma multisoporte colaborativa.
Una iniciativa innovadora, según apunta María Martín Vega, gestora de I+D+i en el Clúster de Hábitat Eficiente AEICE, porque ofrece la posibilidad de facilitar la interacción entre todos los diversos agentes que conforman el ecosistema del cuidado a personas en situación de vulnerabilidad.
Un punto clave al que se une la esencia de la plataforma, que son las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que tienen el potencial de apoyar la teledetección continua, el monitoreo y las intervenciones domiciliarias no intrusivas para brindar una atención sanitaria confiable. «TeCuido propone el despliegue de sistemas sensoriales en viviendas y personas mayores y/o dependientes para poder monitorizar, estimar y anticipar su actividad y rutina diaria, a corto y medio plazo, integrando los resultados en un grupo abierto de aplicaciones y servicios orientados a familiares, cuidadores y especialistas de la salud, de forma que se permita demorar un hipotético ingreso de estas personas en centros institucionalizados», detalla Martín Vega.
Preguntada por las ventajas de esta iniciativa, apunta que este nuevo modelo servirá para solventar diferentes necesidades como atender a personas en situación de vulnerabilidad (mayores, dependientes, con enfermedad crónica, entre otras, en especial ubicadas en entornos rurales en sus casas (con un modelo personalizado y de proximidad) sin que tengan que desplazarse o trasladarse a vivir a un centro residencial, evitando así su institucionalización.
Un valor añadido al que se suma, agrega, frenar la soledad no deseada, proporcionando una serie de servicios y de herramientas de comunicación y vigilancia de la salud a distancia; agilizar la prestación de servicios (la plataforma, además de realizar una monitorización y seguimiento de su salud, actuaría como punto de atención para prestar otro tipo de servicios como comida, acompañamiento, fisioterapia, podología, transporte…), e identificar y prevenir el deterioro cognitivo u otros problemas de salud.
También la gestora de I+D+i comenta que aporta tranquilidad a las familias de los usuarios que están controlados de forma remota con este modelo; diversifica la atención sociosanitaria impulsando el nicho de mercado de la teleasistencia; garantiza el mantenimiento de la forma de vida de los usuarios, a la vez que se prima el modelo de Atención Centrada en la Persona, e investiga las disposiciones edificatorias de vivienda necesarias para la optimización de la atención de las personas mayores en su casa.
Otro punto clave de este proyecto, dice, es que supone retrasar el traslado de domicilio de una persona vulnerable a un centro especializado, alargando la vida en su hogar. «Se trata de un nuevo modelo de cuidados. Encajamos dispositivos robóticos para cuidados, inteligencia artificial y plataformas tecnológicas para prestación de servicios integrales, recogiendo el punto de vista de los profesionales del hábitat. Se impulsa la teleasistencia avanzada, la telemonitorización de la actividad de la persona, el seguimiento y acompañamiento de la persona a distancia, los productos y servicios para población senior y pre-senior y nuevos conceptos de hábitat en el diseño de un entorno sostenible y de calidad en el ámbito urbano y rural», indica.
El proyecto nació hace seis años, ya que el clúster AEICE y el clúster SIVI forman el grupo de trabajo interclúster AGE FRIENDLY junto con parte de sus socios, enfocado en la importancia estratégica de las personas mayores en la situación actual y las posibles líneas de negocio que se generan. «Desde la creación de este grupo, han surgido cantidad de proyectos relacionados con el envejecimiento poblacional nacional que se agudiza aún más en nuestra región, Castilla y León».
Una vez materializados los requisitos y necesidades en una plataforma que prestará el catálogo de servicios y aplicaciones desde los centros multiservicio a las personas mayores y dependientes, se validará con la entidad que lideró la toma de requisitos (FSMLR), así como con las propias personas mayores, familiares y profesionales.
De cara al futuro, avanza que se prevé que la evolución tecnológica, así como la ingente cantidad de datos clínicos disponibles a través de plataformas interoperables abiertas, junto con los nuevos avances en inteligencia artificial, permitan ofrecer unos diagnósticos y tratamientos casi personalizados, en función de las características de grupos de personas, que mejoren el abordaje de las enfermedades y la calidad de vida en una sociedad cada vez más envejecida.
Se trata de un proyecto interclúster, liderado por el Clúster SIVI Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente y en el que también participan AEICE, la Fundación Santa María la Real, IDES Innovación Social & Tecnologías Asistenciales, BLUE Connecting Emotions, Universidad de Valladolid y G-33 Arquitectos.