El revisor ‘invisible’ del transporte
La ULE trabaja en el monitoreo en tiempo real del transporte público / La idea contempla un conteo de usuarios a través de cámaras de visión artificial, un sistema de detección de acceso y una nube con información de ese flujo de pasajeros.
La tecnología es clave para conseguir una movilidad más sostenible, ya que permite recabar mucha información que cambiará el rumbo de los medios de transporte. Por tanto, son muchos los equipos de investigación que se apresuran para dar con las teclas adecuadas que no solo hagan frente a las nuevas necesidades, sino que también ayuden a avanzar en la buena dirección, mejorando la seguridad y colocándose a la vanguardia. Es el caso del Grupo de Sistemas Inteligentes para Fabricación y Mecánica de la Universidad de León (ULE).
Ingenium Legionensis –así se llama el proyecto– ha ganado el concurso internacional Eureca-Pro Stem Innovation Contest tras dar respuesta a un reto de la empresa polaca Tramwaj Fordon, centrado en monitorizar el uso del transporte público en tiempo real. Esta idea contempla un conteo de usuarios a través de cámaras de visión artificial, un sistema de detección de acceso y una nube con información de ese flujo de pasajeros que permitirá realizar una aplicación para evitar aglomeraciones.
En opinión de Rubén Domínguez Casado, es una iniciativa innovadora porque une tecnologías como el RFID y las cámaras de visión artificial en un mismo plano, teniendo un control en tiempo real y con bastante exactitud de la gente que se encuentra en determinados transportes públicos, como pueden ser el metro o el autobús. Además, añade, se pretende que todos esos datos se almacenen en la nube para que cada usuario de estos medios de transporte conozca en todo momento su ocupación.
En este sentido, Alberto Gil Cuadrado señala que se basa en la aplicación de tecnologías en auge y muy prometedoras como son la inteligencia artificial, en boca de todos hoy en día, y el RFID, muy presente en nuestra vida cotidiana, por ejemplo, al pagar con tarjeta sin contacto. «Si combinamos estas dos tecnologías de adquisición de datos con el internet de las cosas, el procesamiento en la nube y el big data, logramos con nuestro sistema de monitorización aproximar el transporte urbano actual a lo que se proyecta como el transporte urbano del futuro, integrado en las ciudades inteligentes», celebra.
Respecto a las ventajas, Arturo Peláez Carracedo asegura que hoy en día la adquisición y procesamiento de datos son «una herramienta clave» que ayuda a la optimización de procesos y servicios. «Nuestro sistema, mediante la adquisición de datos con dos sistemas diferentes y su adecuado tratamiento, ofrece la posibilidad de obtener la información del estado del transporte público en el que se implemente», subraya para, a continuación, añadir que esta información ayudará a los usuarios a decidir qué ruta se ajusta más a sus necesidades de acuerdo al estado del transporte público en ese momento y, además, contribuirá a que las empresas de transporte público conozcan mejor la demanda de su servicio en tiempo real y optimizar sus recursos para ofrecer un mejor servicio.
En esta línea, pone como ejemplo que, si se implementa en los autobuses urbanos de una determinada ciudad, se puede saber qué líneas se congestionan más y en qué momento del día. De este modo, el investigador de la Universidad de León puntualiza que el usuario puede saber si va a llegar a tiempo el autobús o si tiene plazas suficientes y, por tanto, actuar en consecuencia. En cuanto a la empresa de autobuses, puede conocer mejor la ocupación de sus vehículos y decidir cuándo necesita reforzar una línea.
El ahorro de tiempo es otro valor añadido de esta iniciativa, puesto que, tal y como detalla la ingeniera aeroespacial Andrea Fernández Martínez, obtener datos en tiempo real de lo congestionados que están los medios de transporte de los que van a hacer uso hace que puedan ser dueños de la ruta según más les convenga en el momento.
De igual forma, subraya que la utilización y fomento de este medio de transporte puede suponer una reducción de las emisiones contaminantes a la atmósfera de acuerdo al menor uso de vehículos privados que se haría en consecuencia. También, a su parecer, supondría un ahorro a largo plazo para las compañías de transporte, ya que, una vez amortizada la inversión inicial, estas conseguirían un servicio mucho más eficiente, cómodo y de mayor calidad para los usuarios de sus líneas, consiguiendo, por tanto, un mayor beneficio.
¿Cómo surgió esta iniciativa? Alberto Gil Cuadrado expone que nació dentro del marco del concurso Eureca-Pro Stem Innovation Contest. En él, una serie de empresas europeas que participan en este proyecto propusieron diversos retos, dentro de los cuales se incluía la idea en la que están trabajando los miembros de este equipo de la Universidad de León. «Fue el más atractivo para nosotros y con el que nos sentimos más cómodos para desarrollar».
Es verdad, reconocen, que existen sistemas como el de Google Maps que aporta información en tiempo real sobre el estado de las líneas de transporte a partir de comentarios de los usuarios. Con este proyecto, insisten, van a combinar distintas tecnologías que darán información sobre el estado de las líneas del transporte sin necesidad de obtener información de terceros. «Con estos datos nos encargamos de la monitorización en tiempo real de la situación de los diferentes medios de transporte, con el objetivo de realizar un posterior tratamiento de la información procesada para la toma de decisiones inteligentes para usuarios y empresas», sostienen.
El objetivo más próximo es presentar el proyecto en la fase final que se celebrará en Mittweida, Alemania, el próximo 14 de julio, ante un jurado internacional. En caso de resultar ganadores conseguirán una beca para realizar una práctica en una empresa europea de las asociadas con el proyecto Eureca-Pro.