El corredor verde que conecta el estadio con Los Santos-Pilarica
RENATURALIZACIÓN DE VALLADOLID La intervención del proyecto europeo URBAN GreenUP tiene un plazo de ejecución de 5 meses y una inversión de 368.000 euros / Se creará un sumidero urbano de carbono con más de 2.000 árboles al lado de La Esgueva
Conectar el estadio José Zorrilla con el barrio de Los Santos-Pilarica es el objetivo del corredor verde de Valladolid, una acción de renaturalización del proyecto europeo URBAN GreenUP. Este corredor permitirá unir la ciudad de oeste a este, reverdecerla y reforzar la conexión sostenible entre el entorno urbano y periurbano. Tiene un plazo de ejecución de cinco meses –acaba de arrancar en octubre– y supone una inversión de 368.138,36 euros.
Charo Chávez, concejala de Innovación, Desarrollo Económico, Empleo y Comercio del Ayuntamiento de Valladolid, subraya que este proyecto refuerza la colaboración con las áreas municipales de Movilidad y de Medio Ambiente por su visión integral, para la ubicación del carril-bici y las zonas ciclo-peatón, y en línea con el Plan de Movilidad Urbana, Sostenible y Segura de la Ciudad de Valladolid (PIMUSSVA).
En esta línea, expone que una de las actuaciones generará un sumidero urbano de carbono, con casi 2.000 árboles al lado de La Esgueva. Esta intervención se dará de alta en la Oficina Española de Cambio Climático, lo que, según recuerda la concejala, blindará este bosque para los próximos 30 años, es decir, no desaparecerá por la especulación inmobiliaria. «Se convertirá en un nuevo pulmón verde en la ciudad en el largo plazo», celebra.
Dentro de URBAN GreenUP, Alicia Villazán, técnica de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid, comenta que se van a construir varios tramos nuevos de carril bici que, unidos a los existentes, ampliarán el circuito verde hasta los ocho kilómetros, de tal modo que se «potenciará el uso de medios de transporte limpios como la bicicleta». En este punto, señala que en algunas de las intersecciones del carril bici con zonas de paso para peatones y ciclistas se han diseñado siete puntos de cruce, con un pavimento diferenciado para ciclistas y peatones que, además, favorece la permeabilidad del agua de lluvia al subsuelo.
Este corredor verde contará con tres nuevas áreas verdes de descanso. Cada una de ellas tendrá dos pérgolas de madera en las que se plantará parra de vino, especie vegetal que durante los meses de verano cubrirá la estructura y en invierno permitirá la entrada de luz. También habrá bancos, nuevos árboles, un aparcamiento de bicicletas, una fuente de agua potable cercana y un módulo de polinizadores.
Precisamente, destaca la instalación de dos tipos de módulos vegetales para especies polinizadoras. La idea, señala Villazán, es atraer a abejas o mariposas a las ciudades.
«Están desapareciendo del hábitat urbano y tienen una importancia vital en la reproducción de las plantas». Se colocarán pequeñas zonas ajardinadas de entre 6 y 10 metros cuadrados plantadas con especies adecuadas para el crecimiento de polinizadores, como las aromáticas o la jara. En concreto, se instalarán 21 zonas naturales para polinizadores a lo largo del corredor verde.
A estas se unirán los módulos compactos también para polinizadores –13– que se ubicarán en el centro de la ciudad. Se trata de innovadoras macetas de gran tamaño que tendrán plantas adecuadas para la polinización. «Se busca la conectividad y que las abejas, las mariposas, los abejorros… vuelvan a las ciudades. La idea sería volver a convivir con ellas porque han desaparecido de nuestras ciudades por la contaminación y juegan un papel clave en la recuperación de la biodiversidad urbana». Ambos módulos, tanto los naturales como los compactos, contarán con pequeños bebederos para aves e insectos.
El corredor verde finalizará en el barrio de Los Santos-Pilarica, a la entrada de La Esgueva, con el bosque ya citado, 2.000 nuevos árboles en cuatro hectáreas. En él está previsto plantar distintas especies autóctonas. No faltarán los pinos piñoneros y resineros, encinas, robles y sabinas; habrá distintas especies vegetales adaptadas a las condiciones hidrófilas por su proximidad al río, como los chopos. También albergará especies frutales como almendros, endrinas, majuelos o serbales. El broche lo pondrán los fresnos, nogales, olmos y almeces.
El sumidero de carbono contará con una senda educativa y carteles explicativos para poder llevar a cabo actividades de educación ambiental y sensibilizar a la población de la importancia de la vegetación para la lucha contra el cambio climático.
La financiación de este proyecto supera el 70% procedente del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. Se enmarca en URBAN GreenUP, que está coordinado por la Fundación CARTIF y en el que el Ayuntamiento de Valladolid es socio beneficiario. El principal objetivo de esta iniciativa es desarrollar una estrategia para la renaturalización de las ciudades mediante la aplicación de Soluciones Basadas en la Naturaleza.
En Valladolid, esta meta se está materializando con la implementación de una serie de intervenciones que permitan evaluar los beneficios y la eficacia de este tipo de medidas, puesto que Valladolid es ciudad demostradora junto con Liverpool (Reino Unido) y Esmirna (Turquía). Ejemplos ya instalados de estas intervenciones naturales son las marquesinas verdes de plaza España, la fachada verde del edificio de El Corte Inglés de calle Constitución, los jardines verticales móviles que hay por distintas zonas de la ciudad, incluidas las letras vegetales con la palabra VALLADOLID de plaza Zorrilla, o los toldos vegetales de calle Santa María.