El biólogo que impulsa la investigación
PERSONAJES ÚNICOS / ÓSCAR LORENZO Este salmantino es el delegado de Transferencia, Innovación y Fondos de Recuperación / Está al frente de la Unidad de Excelencia de Producción Agrícola y Medio Ambiente ‘Agrienvironment’, que aspira a liderar la investigación agroalimentaria en Castilla y León, promoviendo los trabajos en biotecnología, biología molecular y genómica aplicada a los cultivo
Es investigador, gestor y salmantino. Óscar Lorenzo estudió Ciencias Biológicas en la Universidad de Salamanca (USAL) por «el afán por descubrir» el mundo, reconoce. Allí, aparte de encontrarse con mucho conocimiento, tuvo «la fortuna de coincidir con grandes maestros» que le ayudaron a cumplir su vocación. Ahora se siente afortunado de haber podido estudiar lo que deseaba en aquel momento.
Después de realizar su tesis doctoral y un periodo postdoctoral de cuatro años en el Centro Nacional de Biotecnología de la Universidad Autónoma de Madrid, regresó a su tierra con un contrato Ramón y Cajal en 2005 para poner en marcha su propia línea de investigación. Dos años más tarde, se habilitó como profesor titular de Fisiología Vegetal, puesto que ha desempeñado hasta este mismo mes que ha obtenido la plaza de catedrático en la universidad donde se convirtió en biólogo.
En estos años, Lorenzo ha podido aumentar la proyección nacional e internacional de su equipo gracias a la concesión de más de 18 proyectos europeos, nacionales, regionales y locales, y 10 contratos para el fomento de la transferencia de conocimiento. Tiene el reconocimiento de cuatro sexenios de investigación y un sexenio de transferencia. Y es docente de diferentes asignaturas, dentro del área Fisiología Vegetal, desde 1997 en la licenciatura y grado en Biología y en la licenciatura y grado en Biotecnología y en el máster y doctorado en Agrobiotecnología y el máster en Biotecnología Agroalimentaria.
Ha sido director de 12 Tesis Doctorales y más de 50 Tesinas de Licenciatura, Trabajos Fin de Máster y Trabajos Fin de Grado. Autor de alrededor de 50 artículos publicados en revistas internacionales de alto impacto, más de 30 capítulos de libros y de 150 comunicaciones en reuniones científicas nacionales e internacionales. Este salmantino ha impartido cerca de 20 conferencias invitadas y ha sido miembro del comité científico u organizador en más de 10 congresos nacionales e internacionales.
Lorenzo también ha realizado varias estancias, siempre en el marco de proyectos de colaboración internacionales, entre las que destacan la Universidad Pierre et Marie Curie de París (Francia), la Universita’ degli Studi di Verona (Italia), la Universidad de Innsbruck (Austria) y la Technical University de Munich (Alemania), así como en diversos centros de investigación europeos que incluyen el INRA de Versailles (Francia), el Max Planck for Plant Breeding Research de Colonia (Alemania) o los Royal Botanic Kew Gardens de Londres (Reino Unido).
En la actualidad dirige el grupo de investigación en Fisiología y Señalización Hormonal en Plantas y la Unidad de Excelencia Producción Agrícola y Medioambiente ‘Agrienvironment’, concedida por la Junta de Castilla y León dentro de su programa de Escalera de Excelencia regional. Esta última aspira a liderar la investigación agroalimentaria en Castilla y León, promoviendo la investigación básica y aplicada en disciplinas relacionadas con la agricultura, como la biotecnología, la biología molecular y la genómica aplicada a los cultivos y sus interacciones con los agentes patógenos y microorganismos beneficiosos, así como la hidrología del suelo, la conservación de germoplasma de plantas y la producción de cultivos. Además de esta investigación, participan en la capacitación de estudiantes y la transferencia de conocimiento a la sociedad.
Sin duda, reconoce que el proyecto parte de la propia Universidad. Ha sido nombrado de manera reciente delegado de Transferencia, Innovación y Fondos de Recuperación, cargo que constituye «un enorme reto» y muestra «la clara apuesta» por la transferencia del conocimiento y la innovación de la Universidad de Salamanca. Entre sus funciones están el impulso de la transferencia de los resultados de investigación, la implementación del laboratorio de innovación y la captación de financiación de los fondos europeos para la recuperación Next Generation, que «tan necesarios serán para nuestra Universidad, la provincia y la región», apostilla Óscar Lorenzo.
En esta línea, confía en poder contar con los excelentes departamentos, centros e institutos de investigación de la Institución salmantina que tienen «el prestigio, la proyección y la capacidad para liderar las distintas convocatorias que se nos plantean». De igual forma, asegura que se verá reforzado con la participación de personal de administración y servicios altamente cualificado y la implicación de los estudiantes con un elevado grado de formación.
En su opinión, Castilla y León está invirtiendo importantes recursos en materia de investigación e innovación. Recuerda la Plataforma de Dinamización de la Investigación e Innovación Agraria y Agroalimentaria, donde se han establecido las estrategias de futuro del Gobierno autonómico para el periodo 2021-2027, alineadas con la nueva Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente de Castilla y León, RIS3, que centrará en tres vértices principales las investigaciones que se desarrollen en sus universidades públicas y privadas.
No en vano, expone, Salamanca cuenta con cinco de las nueve Unidades de Excelencia concedidas a nivel regional. Un ejemplo de ello y más relacionado con la investigación de excelencia realizada en su campo, dentro de la prioridad en agroalimentación y sostenibilidad, lo constituyen las diferentes investigaciones que se desarrollan en el IME, CIALE, IRNASA y la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales con la inminente infraestructura del futuro Campus Agroambiental.
Por tanto, Lorenzo sostiene que se están estableciendo las bases para impulsar convocatorias enfocadas a sectores estratégicos, como el sector primario, lo que será «clave» para aumentar la capacidad de investigación y transferencia hacia la sociedad, dirigidas a la digitalización y sostenibilidad del sector. «Contamos con todo el apoyo de nuestro Ayuntamiento y Diputación para mejorar las infraestructuras de comunicación y financiación entre la Universidad y el sector económico y empresarial de la provincia y la región y será una de las tareas prioritarias de las Administraciones públicas que, sin duda, contribuirá a revitalizar el tejido económico y empresarial de la región. Debe ser con el compromiso de todos el poder conseguirlo».
Manifiesta que la labor investigadora e innovadora tiene, al igual que la actividad docente, una importancia enorme para el sistema científico y tecnológico de un país y, por lo tanto, para su desarrollo social y económico. «Minimizar esta importancia es un grave error, y tanto las instituciones como los profesionales, debemos realizar un esfuerzo para devolver a la buena investigación universitaria su dignidad y su relevancia», reclama antes de comentar que un claro ejemplo del reconocimiento social a la labor de los científicos y los investigadores se está viviendo en la situación sanitaria actual, donde se está realizando de una forma muy positiva. De ahí que su granito de arena a esta aportación, desde el grupo de investigación que dirige, es la necesidad de que la sociedad vea el retorno del conocimiento generado en la universidad con las investigaciones que llevan a cabo.