A la vanguardia del desarrollo de simuladores

Cada vez es más frecuente utilizar tecnologías como simulaciones 3D o realidad virtual para entornos formativos, sobre todo en conducción de vehículos y en ámbitos industriales. Con ello, además de abaratar para la empresa los costes que supone ese tipo de formación presencial en equipamiento real, se minimizan los posibles riesgos para los operarios que participan.

Aunque son herramientas cada vez más utilizadas, la clave para que sean realmente útiles es su grado de cercanía con a la realidad que se van a encontrar los usuarios en su entorno de trabajo. Es por ello que muchos grupos de investigación en esta materia y empresas desarrolladoras de estas tecnologías buscan la manera de aportar ese valor añadido que hasta ahora ha sido muy complicado conseguir, ya que suponía emplear una gran cantidad de recursos económicos y humanos.

ITCL Centro Tecnológico da una vuelta de tuerca más a este campo de estudio con diferentes proyectos en los que no sólo entra en juego las simulaciones de realidad virtual en escenarios muy similares a los reales, sino también la inteligencia artificial, que facilita el propio aprendizaje de los sistemas para ofrecer una mejor adaptabilidad a cada usuario y experiencia. Además,  los datos recogidos por los dispositivos podrían propiciar la creación de modelos que aporten información interesante, por ejemplo, para mejorar la seguridad vial o la prevención de riesgos en el entorno laboral.

Precisamente para seguir mejorando y desarrollando sistemas de simulación y realidad virtual, el ITCL y la empresa Simumak se han unido como socios preferentes para el desarrollo de este tipo de tecnologías aplicadas a la conducción y la seguridad vial. Para ello ya están en marcha equipos de trabajo mixtos con personal de ambos centros que aportarán sus experiencias y pondrán en común sus propios avances en la materia. Como explica Belén Lanuza, responsable de relaciones con empresas para este tipo de proyectos de ITCL, tanto ITCL como Simumak, llevan trabajando en líneas de investigación similares desde hace mucho tiempo. Con esta colaboración lo que se busca es favorecer esa sinergia, para que el desarrollo experimental se pueda llevar a un nivel práctico y, a su vez, llegar a comercializarlo en el mercado final.

Simumak es una de las empresas españolas más punteras en el desarrollo de simuladores adaptados a sectores como la automoción, la construcción, la minería o la defensa. Perteneciente al grupo Everis, cuenta con más de 5.000 simuladores instalados en 19 países diferentes, centrándose especialmente en el mercado latinoamericano. 

Entre las principales líneas de trabajo que van a llevar a cabo de manera conjunta ambos centros, está el desarrollo de escenarios procedurales de la manera más rápida posible, algo que hasta ahora era muy difícil por la complejidad que supone el diseño de estas recreaciones en 3D. Como destaca Belén Lanuza, la idea es conseguir entre los dos socios «herramientas para que esos escenarios se generen automáticamente y de forma  menos costosa. De esta manera lo que se quiere es poder desarrollar un sistema que sea capaz de generar un escenario real en el menor tiempo posible». 

En un primer momento, el objetivo es conseguir un prototipo que sea capaz de generar los edificios de los escenarios 3D en un nivel muy básico en cuanto a su diseño, prestando especial atención a las dimensiones de los elementos que se encuentran los contextos reales (medidas de las calzadas o las edificaciones, señales de tráfico, etc.). Así la experiencia de usabilidad de los simuladores será lo más adaptable posible a las diferentes necesidades que se presenten.  Esto puede permitir, por ejemplo, crear «herramientas configurables de manera sencilla para poder cambiar, por ejemplo, de modelo de vehículo o de escenario, y adaptarlo al entorno donde va a trabajar en poco tiempo», como apunta Belén Lanuza. Para ello, Simumak tendrá la misión de testear los diferentes prototipos en sus simuladores hasta conseguir una herramienta lo más optimizada posible.

Otro de los campos en los que se va a trabajar gracias a esta colaboración es en la I+D especializada en simuladores, principalmente de conducción de vehículos especiales para sectores como la industria o la minería. 

El objetivo es integrar a estas herramientas operativas elementos que van a ser una realidad en el corto plazo, como es la interacción del dispositivo con el usuario. Como destaca la Belén Lanuza, es muy importante, además de ofrecer una instrucción en el entorno de conducción, poder recoger la propia actividad de la persona que conduce, algo muy importante para la detección de los niveles de fatiga, de atención o de estrés, entre otros, y poder así hacer una evaluación en tiempo real aplicando inteligencia artificial. «No solo poder decir si lo ha hecho bien o mal en función de una serie de errores, sino llegar a generar dispositivos que puedan aprender de sí mismos con un determinado modelo de conductor. Esto es muy interesante de cara a la seguridad». 

Con estos nuevos sistemas, lo que se busca también es poder reducir costes  y hacer que la implementación de estas herramientas de formación sean lo más sencillas y económicas posibles en cuanto al manejo, para que no sean necesarios costosos equipos para la formación de sus operarios, algo en lo que coincide la filosofía de ITCL y Simumak.

Como hace hincapié Belén Lanuza, este acuerdo supone para ITCL dar continuidad a una de sus principales líneas de trabajo, que es el trabajo estrecho con empresas como un partner tecnológico estratégico de primer nivel.