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El sistema para la convivencia entre el lobo y la ganadería

La UCAV firma una metodología que optimiza las medidas preventivas que se pueden usar para neutralizar los ataques de este cazador a los animales / Busca categorizar las zonas según su riesgo. 

Dentadura del lobo ibérico. | EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Era el espejo en el que se miraban los nómadas; esa figura animal que llamaba su atención por desarrollar su función en ecosistemas, caracterizada, además, por las numerosas herramientas sociales que posee. De manera que cuando el ser humano aún iba de un lado para otro y no había desarrollado la actividad agrícola, este depredador era objeto de admiración. El lobo causaba tanta expectación que llegaron a domesticarlo para ayudar en sus labores de caza y de defensa dando lugar al perro. En ese momento aparecieron las manadas salvajes y se convirtieron en un peligro. 

Desde entonces la relación se antoja compleja , ya que, aunque es obvia su importancia en los ecosistemas, controlando sus poblaciones mediante la depredación, también son competidores del hombre. De hecho, provocan miedo e inseguridad. Por ello, el lobo sigue generando un sentimiento incómodo , puesto que en muchas ocasiones se escapa al control humano y le ocasiona pérdidas económicas. 

El pasado 4 de febrero se prohibió su caza al norte del Duero , por tanto, ha pasado a estar protegido en todo el territorio nacional y se prohibirá su caza deportiva, como ocurre ya en Francia y Portugal. Dejará de ser una especie cinegética, por lo que se acabarán los cupos de ejemplares objeto de caza que varias comunidades autónomas conceden al año. Esta circunstancia conlleva que los ganaderos, que durante muchos años no han tenido que lidiar con el depredador, se encuentren de nuevo con esta complicada tarea. 

El conflicto social entre conservacionistas y ganaderos se incrementará. La clave está en buscar posturas conciliadoras. Para este cometido investigadores de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) trabajan en el desarrollo de una metodología que optimice las medidas de prevención que se pueden usar para neutralizar los ataques del lobo ibérico. Su idea, tal y como explica el profesor Tomás Santamaría, es crear un modelo que prediga la probabilidad de los diferentes territorios a sufrir ataques de este animal en función de variables antropogénicas, biofísicas e intrínsecas de su comportamiento. Así es posible categorizar el terreno y mejorar la convivencia entre las especies. 

Este proyecto, en su opinión, es innovador porque hasta ahora se utilizaban medidas preventivas sin tener en cuenta la probabilidad real de ataques. «Muchos ganaderos usan diversas técnicas de prevención sin considerar si son efectivas en sus territorios , sin conocer la presencia o abundancia de artiodáctilos, la densidad de carreteras, la distancia a edificaciones… y sin saber el censo de ataques y las características del hábitat donde se encuentra su explotación». 

Los cimientos se sustentan en la realización de un mapa de riesgo mediante la elección de una serie de variables teóricas, apoyadas en la ecología del lobo y en otros estudios precedentes que van a influir en la presencia de este cánido. Tras ser analizadas y procesadas, las variables se enfrentan estadísticamente con los datos de los ataques de lobo a ganaderías en la provincia de Ávila sufridos durante los años 2016 y 2017. 

«Este enfrentamiento se realiza mediante un ajuste a un modelo lineal generalizado de todas las variables, incluyendo como variable dependiente la distancia a los ataques. Después, se aplican las variables que, según el modelo, influyen en la depredación del lobo ibérico sobre la ganadería y se descartan aquellas que carecen de influencia. Con ello se consigue un mapa que refleja las zonas con mayor probabilidad de sufrir ataques, para poder aplicar allí las medidas preventivas pertinentes. Por último, se calcula la frecuencia de los ataques que, junto con la probabilidad previamente obtenida, nos indica el riesgo de las diferentes zonas a sufrir ataques de manera más precisa», detalla el también director del máster de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Universidad Católica de Ávila. 

De igual forma, Santamaría considera que supone una tranquilidad ante la posibilidad de predecir y evitar los ataques , y un ahorro económico al esquivar las pérdidas derivadas de la muerte de numerosas cabezas de ganado. También, agrega, una vez conocida la probabilidad de ataque de lobos en las zonas donde los ganaderos tienen sus reses, estos pueden aplicar las medidas que mejor contrarresten las posibles agresiones. En la actualidad algunos ganaderos están empezando a aplicar varias de estas medidas en función de la probabilidad concreta de ataque a su ganado.

El proyecto arrancó en 2018 con un Trabajo Fin de Grado y ha finalizado con la edición del libro: El lobo ibérico en Ávila: riesgo de ataques y propuestas para la conciliación con la actividad ganadera , en el que, además, se hace un amplio recorrido por su morfología, ecología, reproducción, conducta depredadora, dinámica poblacional, hábitos sociales, distribución y censos mundial, nacional y provincial. 

Sin olvidar, según señala, que se abordan aspectos tan interesantes como las manadas y núcleos de cría en esta provincia, destacando los localizados en el sureste de La Moraña, Campo Azálvaro, la Sierra de Ávila, la Sierra de La Paramera, las Sierras de Villafranca- Piedrahita-Serrota y Gredos norte. Por último, se definen las características orográficas, climáticas, hidrológicas y ecológicas de las comarcas que determinan la presencia del lobo , a la vez que se identifican las especies de flora y fauna acompañantes y se plantean las medidas de prevención más adecuadas para la armónica convivencia entre el lobo y la ganadería.

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Tomás Santamaría avanza que las próximas investigaciones irán dirigidas a establecer mapas de riesgo en todas las provincias de Castilla y León, proporcionando a los ganaderos una herramienta que les permita tomar medidas disuasorias acordes con las características orográficas, climáticas, hidrológicas y ecológicas de su entorno.