La mampara anticovid para bares
La segoviana Ana Domingo, estudiante de arquitectura de IE University, gana un concurso en Shanghái por el diseño de una mampara enrollable y plegable apta para los establecimientos de hostelería
Siempre que la cartera lo permitía, nos gustaba salir con amigos o familiares a comer o cenar . Era una rutina divertida de la antigua normalidad, ese tiempo donde las mascarillas solo formaban parte del ámbito hospitalario. Ahora que han tomado la calle y los espacios cerrados para proteger vidas, no podemos compartir con los demás lo aburridas que son las semanas entre viandas, bebidas y conversaciones variopintas. Abrazos, risas y discusiones a la hora de decidir cómo se paga la cuenta son asuntos del pasado en aquellas comunidades autónomas donde la hostelería tiene echada la persiana por las restricciones para contener la pandemia provocada por el coronavirus.
En aquellas autonomías donde los bares y restaurantes sí que abren se pueden instalar diversas soluciones para evitar los contagios y mantener la distancia social recomendada. Para acelerar el proceso, son muchas las personas que se han puesto a trabajar para buscar la mejor solución . La segoviana Ana Domingo, estudiante de cuarto curso de Arquitectura de IE University, ha tirado de imaginación para dar con el dispositivo correcto. Además, su innovación ha conquistado a los shanghaineses. ¿De qué se trata? De un panel enrollable apto para cualquier bar, restaurante o cafetería que permite que diferentes grupos de personas puedan reunirse «sin riesgo de esparcir las microgotas de saliva generadas durante el habla a otros grupos situados al lado o detrás de ellos».
Y es que, según detalla, las mamparas se ajustan tanto en altura como en longitud , lo que consigue que sean adaptables a cualquier tipo de mesa o espacio del local. «La estructura es muy sencilla, ya que se sustenta en mecanismos a los que estamos familiarizados en la vida diaria». Pone como ejemplo que los soportes se basan en una estructura cilíndrica, es decir, en cilindros que encajan entre sí y se pueden esparcir para lograr mayor o menor longitud, como un telescopio. De esta manera, subraya que se puede plegar en un «cómodo» cilindro de 60 centímetros de altura, lo que hace que sean «muy manejables».
A esta sencillez se suma la mampara protectora que se enrolla dentro de esta estructura telescópica . En este punto, relata que para su diseño se inspiraron en las cintas separadoras de los aeropuertos, puesto que utilizan «un mecanismo muy sencillo» para extender y replegar la lámina protectora. «Esta lámina es transparente, por lo que permite la continuidad visual entre la clientela, garantizando su seguridad. No solo eso, sino que, además, está pensada para permitir la interacción entre ellos, ya que admite el uso de rotuladores». Una funcionalidad que se puede utilizar para escribir, dibujar e incluso jugar mientras llega la comida. «Nos pareció una bonita forma de que los clientes puedan volver a sentirse parte de los restaurantes y se pierda el miedo a salir a comer a los locales de restauración», declara Domingo.
Este diseño, tal y como defiende, es movible, adaptable y transportable por cualquier persona, sin necesidad de herramientas o conocimientos específicos. Y es que el objetivo era que el producto fuese fácil de integrar en el negocio , en especial para acelerar su incorporación en caso de urgencia. También cuenta que el material propuesto para su fabricación es el acero inoxidable o aluminio, dos metales en los cuales se adhieren los gérmenes con dificultad, a la vez que son más sencillos de desinfectar. Sin embargo, dice que podrían considerarse otros materiales, como la madera o el plástico.
En cuanto a la lámina enrollable, la estudiante de Arquitectura comenta que muchos locales han improvisado marcos incluyendo láminas transparentes, si bien su intención es «llevar al producto al siguiente nivel». Así, argumenta, no solo se puede adaptar a cualquier necesidad, también se puede amoldar a la longitud para asegurar una mayor adecuación al espacio . «Queríamos evitar los paneles rígidos, ya que muchas veces complican su distribución debido a las medidas estándar. Por ello, nuestra propuesta es capaz de crear un aislamiento específico para situaciones concretas, adaptándose el producto al entorno y no al contrario».
La segoviana lamenta que el mayor problema al que se enfrentan con este producto es la regulación , que no contempla la posibilidad de alternativas para paliar la extensión del virus, aparte de la reducción del aforo o el cierre. Sin embargo, tiene claro que, de ser implementadas en los establecimientos, las mamparas reafirmarían la seguridad de los comensales, alentando el consumo en bares y restaurantes más allá del reparto a domicilio que, en su opinión, supone «una gran inversión» para muchos negocios.
Este producto triunfó en un concurso que reunió a cerca de 200 estudiantes de más de 50 universidades de todo el mundo de forma virtual bajo el título ‘Four C Challenge’, auspiciado por la Universidad Jiao Tong de Shanghái. Y lo consiguió centrándose en uno de los «sectores más castigados por el virus y las contramedidas». Un paso al frente que enamoró y se llevó uno de los premios. «Ha sido una experiencia muy inspiradora, tanto por el reto que supuso el concurso en sí como por la cantidad de maravillosas ideas que propusieron el resto de los compañeros», reconoce para, más tarde, añadir que «hay mucho talento por explotar».
El proyecto ha recibido «muchos comentarios positivos» acerca de la utilidad del producto. Por esta razón, sostiene que podría ser una opción para tener en cuenta si hay perspectivas de que las restricciones continúen a largo plazo . No obstante, Ana Domingo se queda con que ha sido un reto maravilloso, por lo que espera participar en iniciativas parecidas en el futuro.