BURGOS
Educar fuera de los límites del aula
Investigadores del grupo DINper se centran en la utilización de la realidad aumentada en el ámbito escolar y su repercusión en el proceso de enseñanza-aprendizaje del alumnado con necesidades educativas especiales
Los muros del aula se rompen y el límite del conocimiento se amplía. Va mucho más allá de la pizarra y los libros. Viaja en un mundo distinto del real en el que el alumno cree que está metido dentro. En este camino no está solo, va acompañado de información virtual . Contenido extra que puede ser potenciado hasta el infinito. Esa emoción, esa sorpresa y esa ilusión es el hilo del que tiran los profesores para montar una clase diferente con la tecnología de protagonista.
Ingenio de inmensa utilidad para formarse ante el asombro incesante. Ese es el objetivo que persiguen los miembros del grupo de investigación DINper de la Universidad de Burgos (UBU). Cada uno de los pasos que dan se centra en la utilización de la realidad aumentada en el ámbito escolar y su repercusión en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos con necesidades educativas especiales, y de un modo particular en los que tienen una discapacidad motórica.
Para ello se han establecido una serie de objetivos como son analizar las distintas posibilidades que tiene la realidad aumentada en la escolaridad obligatoria; estudiar y validar las posibilidades de adaptación de distintos dispositivos informáticos y softwares de realidad aumentada; desarrollar estrategias metodológicas que abran la puerta al uso en el aula de la realidad aumentada con este alumnado, y facilitar la formación necesaria en la utilización de realidad aumentada al profesorado implicado.
Metas que van a cruzar apoyados, en primer lugar, en el contacto y recogida de información en los centros, analizando con el profesorado implicado el alumnado de Educación Primaria con necesidades educativas especiales derivado de una discapacidad motórica y si está asociada o no a otra discapacidad, viendo cuáles son las capacidades que tienen. A partir de ese trabajo de campo, «se delimitan los contenidos concretos que deben ser objeto de realidad aumentada, centrándose en las áreas de Ciencias de la Naturaleza y de Ciencias Sociales, ya que son contenidos que se van repitiendo y ampliando a lo largo de los distintos cursos, inclusive algunos de ellos en Educación Secundaria Obligatoria», explica Rosa María Santamaría Conde , directora del grupo de Investigación DINper.
Tras analizar todo lo anterior, añade, se procede al estudio del material software de realidad aumentada más adecuado para las demandas de los centros, así como el tipo de adaptación que necesitan los equipos informáticos y móviles de los colegios o de los que se suministren desde el propio proyecto. Una vez seleccionados los softwares más idóneos para las características del alumnado afectado, y realizadas las adaptaciones necesarias de los equipos informáticos (ordenadores y tabletas), se procede a la creación de material de realidad aumentada en torno a los contenidos consensuados.
«Es importante la elaboración de un documento en el que se recojan las estrategias metodológicas que faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje tomando como recurso principal la realidad aumentada», subraya. El broche lo pone la puesta en marcha en los centros educativos del material de realidad aumentada que ha sido elaborado y adaptado a las necesidades del alumnado.
El proyecto, que ha contado con la ayuda de la Consejería de Educación y la colaboración de los colegios de Educación Infantil y Primaria Fernando de Rojas y Francisco de Vitoria y el colegio público de Educación Especial Fray Ponce de León , tiene como finalidad proporcionar herramientas de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) de realidad aumentada, para uso académico con alumnado que presenta dificultades en el proceso de aprendizaje y que, en ocasiones, están relacionadas con prerrequisitos de aprendizaje, proporcionando y desarrollando distintas estrategias metodológicas personalizadas que garanticen en la medida de lo posible el éxito de dicho recurso.
En los últimos años se han introducido con fuerza las TIC en los centros escolares, siendo sus precursores más inmediatos el Proyecto Atenea centrado en el uso del ordenador y el Proyecto Mercurio enfocado al uso del vídeo. Ambos proyectos fueron puestos en marcha por el Ministerio de Educación en 1985 en educación primaria y secundaria. Desde entonces mucho se ha avanzado en cuanto a la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en las aulas y ello ha tenido una repercusión inmediata en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes.
«La virtualidad ha entrado con fuerza en el ámbito educativo, lo cual ha supuesto el desarrollo de estrategias metodológicas más innovadoras, versátiles e interactivas, en las que el alumnado adquiere un protagonismo especial. Tampoco puede obviarse que las TIC poseen un excelente componente motivador, muchas veces consecuencia de esa retroalimentación constante que exigen, al tiempo que potencialmente facilitan la comprensión y asimilación de los distintos contenidos», señala Santamaría Conde.
En su opinión, el principal valor añadido de esta iniciativa es que las TIC son un valioso recurso para los alumnos, ya que ofrecen infinidad de posibilidades que favorecen el aprendizaje de todos ellos en general y de los que presentan necesidades educativas específicas en particular. A este respecto, «las distintas plataformas educativas están contribuyendo a un aprendizaje mucho más virtual y motivador».
Otra ventaja que se suma es que la realidad aumentada acerca, sobre todo a los que tienen mayor dificultad temporal o permanente, los conocimientos a sus características y necesidades y puede potenciar su nivel competencial, así como proporciona al docente una herramienta personalizable. «En los últimos años está surgiendo con fuerza un nuevo recurso tecnológico : la realidad aumentada, presente en distintos ámbitos: medios de comunicación, medicina, ingeniería, turismo, juegos, etcétera, con una importante proyección en el ámbito educativo que todavía está por explorar. La realidad aumentada es un recurso tecnológico que permite añadir elementos virtuales al mundo real y existente, combinando elementos tangibles con los virtuales», destaca la directora del grupo de investigación DINper.
Las principales diferencias de este proyecto es que está destinado al alumnado de necesidades educativas especiales, sobre todo con discapacidad motora; que se centra en contenidos específicos de las áreas de Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza en los cursos de 5º y 6º de Educación Primaria, con posible prolongación en Educación Secundaria Obligatoria; y que se complementa con una guía de estrategias metodológicas que pretende facilitar el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de la realidad aumentada.
De cara al futuro, avanza que, a medio plazo, una vez que se haya analizado la incidencia que ha tenido el material elaborado de realidad aumentada en el proceso de enseñanza-aprendizaje en los centros de Educación Primaria y Educación Especial, se pretende hacerlo extensivo a los institutos que tengan alumnos con necesidades educativas especiales, y sobre todo con discapacidad motora. También tienen pensado con el objeto de transferir y difundir los resultados organizar un congreso de carácter nacional referido a realidad aumentada aplicada al aula. «Sería un buen foro para el intercambio de experiencias, de formación para profesorado, de conocer nuevas posibilidades de la realidad aumentada, y por supuesto un espacio para que todos los implicados puedan aportar sus conclusiones respecto al proyecto», zanja.