La historia médica guardada en el bolsillo
Una empresa soriana ha desarrollado y patentado una plataforma de salud que permite a los pacientes almacenar todos sus datos médicos, portarlos y compartirlos con fiabilidad con los profesionales sanitarios.
En la transformación social hacia el mundo digital, quizá, la sanidad se encuentre un poco rezagada. El azote de una pandemia mundial como ha sido el coronavirus ha puesto de manifiesto la necesidad de que el sector sanitario avance hacia la esfera de lo digital y en el uso de herramientas de inteligencia artificial que permitan garantizar una mayor comunicación entre pacientes y profesionales.
La interoperabilidad de datos de la salud es una demanda creciente porque permite la posibilidad de acceder a la información de los pacientes independientemente del sistema de salud (público o privado) o del territorio o país en el que se encuentren los usuarios.
Un grupo de profesionales han creado una empresa con la que han desarrollado y patentado en Soria una plataforma de salud que pone en mano de los usuarios una herramienta tecnológica, en la que pueden unificar, portar, compartir y mantener sincronizada su información médica, de manera segura y a los profesionales sanitarios consultarla con total fiabilidad. Con esta plataforma se pretende dar respuesta al problema de fragmentación existente de los datos de salud de una misma persona, porque en la actualidad resulta complicado acceder a un historial médico unificado, ni siquiera en situaciones de emergencia.
«La información de los pacientes está guardada en silos en distintos puntos que no tienen conexión entre ellos , con el riesgo de que estos datos se pierdan», explica Nuria Sala, enfermera y miembro del equipo que ha creado este identificador de salud, llamado Universal Health Chain (UHC).
Los datos clínicos de un paciente pueden estar en distintos centros si esta persona ha sido atendida en hospital público , luego en uno privado, si cambia de Comunidad Autónoma o de país, «entendemos que en todos los pasos y procesos que intervienen en un acto médico tiene que haber una trazabilidad», agrega Sala , y bajo esta premisa se ha ideado esta plataforma tecnológica que permite a la sanidad subir peldaños en campo de las nuevas tecnologías para mejorar el servicio.
En este caso, antes de la solución surgió el problema. Nuria trabajaba como enfermera con donantes de sangre y tras la asistencia a uno de ellos, procedente de otra Comunidad Autónoma , distinta a Castilla y León , comprobó que no podía conocer cuántas veces había donado esa persona a lo largo del año porque no tenía acceso a su historia clínica de donante de una manera unificada. A partir de ahí y con la colaboración de Fernando Latorre , informático, pusieron en marcha una sencilla aplicación para que los donantes pudiesen llevar en su dispositivo móvil todo su historial de donaciones y usarlo en situaciones similares. Sin embargo, ambos se dieron cuenta enseguida que la necesidad de poder acceder a los datos médicos de una persona de manera centralizada, fácil y segura es un problema de todo el sistema sanitario y no solo de los donantes de sangre.
Pensaron que la mejor manera de facilitar esta comunicación era que el paciente fuese el portador de sus datos médicos y que los compartiese de manera con los profesionales sanitarios, algo que ya está respaldado gracias a la reciente legislación europea en materia de protección de datos, que otorga a todas las personas el derecho a portar y a disponer de sus datos médicos. Así nació Universal Health Chain en 2018 como una plataforma de salud que permite unificar la historia clínica de la persona (pública y privada), identificar y dotar de trazabilidad a test diagnósticos , procedimientos médicos, como vacunaciones, pruebas de imagen y otros, como donaciones de sangre y plasma, así como acceder también a documentos y consentimientos médicos que forman parte de la historia clínica de la persona. La plataforma está integrada por una app gratuita para el público en general, una app para los profesionales sanitarios colegiados, donde pueden acceder a los datos que una persona haya decidido compartir para casos de emergencia, así como una web y unos servicios mediante los cuales los profesionales de la salud pueden enviar informes y pruebas médicas al identificador universal de salud de cada persona.
El funcionamiento de esta plataforma se sustenta en la tecnología ‘ blockchain ’ que permite verificar la autenticidad de la información almacenada y el intercambio de datos, explica Fernando Latorre , quien subraya que los datos de los usuarios están almacenados de forma segura y encriptada en sus dispositivos móviles y desde ahí los profesionales sanitarios pueden verificar la información gracias a inmutabilidad que garantiza la red ‘ blockchain ’.
De esta manera los usuarios pueden compartir su historia clínica con los profesionales de la salud que los atiendan en cada momento a través de un identificador universal de salud y, a su vez, decidir qué parte de esos datos quieren compartir, así como hacerlo en el servicio de salud de cualquier territorio.
«Nuestro planteamiento es que el paciente reciba su información médica desde cualquier proveedor de salud en su dispositivo móvil asegurando el almacenamiento y las copias de seguridad encriptadas», indica Latorre . Para ello se emplea el sistema estándar de intercambio de datos médicos (FHIR), pero en el caso de que el proveedor médico no lo utilice, la aplicación web de esta plataforma permite que los hospitales, clínicas y profesionales independientes envíen la información médica al paciente mediante el identificador universal de salud de la persona, gracias a un código de conexión y una contraseña que facilitará el propio usuario desde su aplicación.
La plataforma también incorpora la inteligencia artificial para poner en funcionamiento ‘ chatbots ’ dedicados a diferentes ámbitos, como el cáncer, la donación de sangre, asistente para intervenciones quirúrgicas y el más reciente sobre el Covid-19 . A través de ellos se pueden realizar consultas sobre cada materia.
Fernando Latorre y Nuria Sala coinciden en que se trata de una herramienta útil en situaciones de pandemias mundiales , como la actual del coronavirus , porque «se hubiese tenido información en tiempo real de casos, detecciones, temperaturas y se podrían haber realizado previsiones», aclara Sala . Además, la recopilación de datos anónimos ofrece la posibilidad de que las personas los puedan compartir para ser utilizados en estudios de investigación o ensayos clínicos.