Diario de Castilla y León

PERSONAJES ÚNICOS / BENJAMÍN SAHELICES

El impulsor de unos y ceros

Este leonés es director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid / Empuja el proyecto CyL Tecnológica para convertir la ingeniería informática de la Comunidad en un sector puntero que genere riqueza y tire del resto de áreas

Benjamín Sahelices, director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid. EL MUNDO

Benjamín Sahelices, director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid. EL MUNDO

Publicado por
Estibaliz Lera

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Busca que los alumnos se enamoren de su propia inteligencia acompañada de conocimientos profesionales, ya que de esta forma ejercerán mejor una profesión llena de mestizajes. Benjamín Sahelices es el director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid (UVA) . Desde esa posición privilegiada baja a diario al terreno de juego para mostrar el lado bueno de un sector que puede convertirse en punta de lanza. Una lanza con mucha huella para una Comunidad que avanza sobre ruedas y con motor. 

Nació en la localidad leonesa de Cistierna, un enclave privilegiado donde descubrió su pasión por las máquinas y, sobre todo, su amor por entender cómo funcionan. «Con 15 años ya programaba en BASIC y en código máquina en un Toshiba T100 y en el Spectrum », rememora para, a continuación, añadir que confeccionaba sus propios juegos y llegó a desarrollar un buen nivel de programación y una profunda comprensión de cómo funcionaba un ordenador. 

«El ordenador es la máquina más interesante, de lejos, que ha construido el ser humano. Su flexibilidad y adaptabilidad han supuesto una revolución en nuestra sociedad, desde la medicina hasta la industria pasando por el entretenimiento, el transporte…», relata emocionado. Por esta razón, estudió la diplomatura en Informática de Sistemas, después la licenciatura en Informática y, para finalizar, el doctorado en Informática.

Durante su etapa formativa realizó diferentes estancias en la Universidad de Tennessee en Knoxville, en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y en la Universidad de Edimburgo. «Estas estancias han sido claves para mi actividad investigadora y gracias a ellas y a la colaboración que surgió he podido realizar diferentes trabajos científicos que he publicado en los ámbitos más prestigiosos de mi área de conocimiento», subraya Sahelices antes de comentar que también colabora con el equipo de investigación de Arquitectura de Computadores de la Universidad de Zaragoza y forma parte del grupo de Caracterización de Materiales y Dispositivos Electrónicos de la UVA. 

El informático leonés ha trabajado en múltiples proyectos en el ámbito de la computación de altas prestaciones y las jerarquías de memoria. Desde hace ocho años está al frente de la Escuela de Ingeniería Informática, desde donde intenta sacar adelante, junto con el Colegio Profesional de Ingeniería Informática de Castilla y León, la patronal de empresas TIC (Aetical) y la Conferencia de Directores y Decanos de Ingeniería Informática de Castilla y León, CyL Tecnológica.

Esta iniciativa busca promover el crecimiento de la industria informática en la Comunidad desde su situación actual, donde el número de empleados y la riqueza generada es muy significativa, a un objetivo más ambicioso en el que, al igual que ocurre en otras autonomías, se ha convertido en un sector puntero que genera riqueza y tira del resto de áreas. «Es importante fomentar la instalación de empresas informáticas consolidadas de regiones fronterizas, ya que nuestra situación es privilegiada para ello. Tenemos lo que necesitan. También sería interesante la creación de nuevas empresas de industria informática». 

Para conseguirlo, tal y como explica, es «imprescindible» que la Administración regional sea capaz de ver la situación privilegiada que tiene Castilla y León en el ámbito tecnológico y desarrolle políticas activas de ayuda y difusión de la industria informática, «que pasa por un diálogo con el sector». A su parecer, si la Junta sigue ese camino, está convencido de que las recompensas que la industria informática generará para la Comunidad serán «enormes». 

Benjamín Sahelices expone que todas las capitales menos Palencia y Soria tienen títulos de informática. «Somos una comunidad con mucha oferta de graduados. Y esa oferta es, en la actualidad, de gran prestigio reconocido a nivel nacional. Si a eso le sumamos la excelente tradición de realizar estudios universitarios de nuestros jóvenes y su gran espíritu de trabajo, tenemos la combinación necesaria para ofrecer lo que necesitan las empresas tecnológicas: talento. Ese es su combustible y principal fuente de riqueza. Y esa es también la principal fuente de riqueza de nuestra Comunidad. No dejemos que se pierda yendo a otras regiones o países donde son reconocidos y valorados», reflexiona.

Otro punto a favor, en su opinión, es el reconocimiento de la profesión de Ingeniería Informática como clave en el ámbito tecnológico y la colaboración con el resto de las profesiones. También es importante, manifiesta, la unidad de esfuerzos con la patronal de la empresa tecnológica, el colegio profesional y la calidad de vida en entornos urbanos y rurales únicos. «Desplazamientos a tiro de bici o de paseo en los preciosos centros históricos de nuestras ciudades o desplazamientos muy cortos en coche desde entornos rurales próximos a nuestras capitales. Algo muy valioso que debemos aprovechar». 

Sus horas como director de la Escuela de Ingeniería Informática de la UVA las comparte con las de profesor de Estructura de Sistemas Operativos en el grado de Ingeniería Informática y de Computación Paralela y Modelos Emergentes en el máster en Ingeniería Informática. 

Preguntado por la situación de la investigación y la innovación, el leonés señala que están poco valoradas tanto en Castilla y León como en España. «Todos debemos concienciarnos de la gran importancia que tiene la investigación para el desarrollo, la calidad de vida y el futuro de nuestro país. Hasta que la sociedad no asuma ese compromiso seguiremos exportando talento y pagando por los productos que genera ese talento que hemos exportado. Es una decisión política», lamenta. 

En esta línea, Benjamín Sahelices tiene claro que las administraciones pueden hacer más. De hecho, desde el ámbito de CyL Tecnológica hacen «un gran esfuerzo» por abrir vías de diálogo. «Hay que decir que nos reciben muy bien y que entienden perfectamente lo que les pedimos. Estamos ante una oportunidad única y creo que la Administración sabrá aprovecharla. ¿Seré excesivamente optimista?», se pregunta el leonés. 

Y es que, según declara, la sociedad premia a los futbolistas, que también tienen talento, pero no innovan. «Falta esa cultura del reconocimiento de personas innovadoras», lamenta y agrega que existen muchos empresarios innovadores, sin embargo, Castilla y León no los reconoce como es debido.

«Sin los empresarios no existiría el progreso y no tendríamos un futuro. Si la gente supiera de las empresas y sus logros, en el ámbito informático y en cualquier otro, creo que reconocería sus méritos. Entre todos debemos conseguir que eso cambie, ya que así nos labraremos un futuro como sociedad». 

Como profesor ve como los jóvenes, tras acabar un bachillerato exigente como el de la Comunidad, trabajan « con enorme intensidad » para conseguir un grado universitario difícil y duro. Con ese triunfo en la mochila avanzan y se encuentran en la tesitura de tenerse que ir a otra región o, con demasiada frecuencia, a otro país para poder desarrollar su carrera profesional, apunta apenado. 

«Estamos haciendo un negocio pésimo formando a excelentes profesionales para que sean aprovechados en el extranjero. Y estamos haciendo un pésimo favor a nuestros jóvenes. La Administración debe acometer políticas activas de fomento de la industria tecnológica, entre otras. Se debe favorecer el crecimiento de empresas modernas y socialmente activas y comprometidas que proporcionen un futuro a nuestros jóvenes. No podemos seguir siendo un país de turismo y bares. Se lo debemos a nuestra juventud que, por cierto, es excelente, trabajadora, inteligente y con una enorme capacidad de innovación. Es lo más valioso que tenemos», concluye el director de la Escuela de Ingeniería Informática de la Universidad de Valladolid. 

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