LEÓN
El hallazgo de color rojo púrpura
La ULE participa en una investigación sobre la descripción y mejora de una nueva rosa cultivada española / Apareció en Asturias y algunas características apuntan a su posible interés para la medicina, la gastronomía y la industria del perfume
Son historias de la naturaleza que tienen un color y un olor especial . Relatos cargados de amor y cariño desde que nacen hasta que se entregan a otra persona. Presentes que María compra para celebrar su primer aniversario con su novio Raúl; Juan hace lo mismo para Loli, su madre que el jueves cumplirá la friolera de 100 años; Sandra adquiere para homenajear a su tía Concha, a la que el coronavirus se llevó hace unos días sin avisar, o Pedro coloca en la mesa del comedor para iluminar toda la estancia.
Son rosas silvestres que crecen de forma natural y salvaje en los bordes de los prados y los caminos, pero también rosas cultivadas, cuya existencia se debe a la mano del hombre, que durante siglos las fue seleccionando, domesticando y llevando a sus jardines. Cada una tiene sus peculiaridades y cada una irrumpió en una fecha. Las cultivadas se dividen en antiguas, anteriores a 1867, y modernas, posteriores a esa fecha.
Investigadores de la Universidad de León (ULE) participan en un trabajo sobre la descripción y mejora de una nueva rosa cultivada española. Apareció en un jardín privado en Asturias y la han bautizado con el nombre de Rosa Narcea, en honor al Concejo Asturiano de donde es originaria. Es más, algunas de sus características apuntan a su posible interés para la industria del perfume, la medicina o la gastronomía.
«Es una rosa muy aromática, con muchos pétalos, de tamaño grande y de color rojo púrpura. Florece solo una vez al año y presenta un alto nivel de adaptación a zonas de montaña. En ese hábitat es donde, según los datos recogidos hasta el momento, produce la máxima intensidad del aroma», explica María Carmen Martínez Rodríguez, investigadora científica y jefa del grupo de investigación de Viticultura en la Misión Biológica de Galicia (CSIC), para, a continuación, añadir que sus pétalos son ricos en aceites esenciales y el color rojo púrpura y algunas otras características hacen pensar que son también ricos en polifenoles.
En esta línea, sostiene que los análisis de ADN realizados indican que el origen de esta rosa sería una hibridación natural entre Rosa centifolia, utilizada en Francia para la obtención de aceites esenciales de rosa más exclusivos y cotizados del mundo, y Rosa gallica, que se usaba en la medicina tradicional de diferentes lugares, pero que en la actualidad está desaparecida.
Martínez Rodrígue z subraya que Rosa Narcea se halló en un jardín privado en un pueblecito llamado Carballo. A partir de ese momento la han sometido a un proceso de selección y mejora.
«Su aroma formaba parte de uno de mis recuerdos infantiles y de muchas vivencias personales, pero nunca me había parado a pensar que podía tener más interés que disfrutar de su belleza y de su magnífica fragancia. La casualidad hizo que volviese a acercarme a ella con mirada de científica y ahí fue donde surgió todo este trabajo», rememora e indica que este paso es «innovador» porque es la primera rosa antigua cultivada española y la tercera de Europa, después de Rosa centifolia y Rosa damascena.
Para llegar hasta el punto en el que se encuentran en la actualidad, explica que han utilizado diferentes técnicas de estudio y selección . Por un lado, han empleado métodos y técnicas de descripción botánica, llevadas a cabo por el doctor Daniel Gómez, del Instituto Pirenaico de Ecología, junto con los integrantes del grupo de la Misión Biológica y los doctores Pilar Gago, Susana Boso, José Luis Santiago y María Carmen Martínez Rodríguez.
Además, realizaron un estudio sobre las características agronómicas de la rosa, en el que recogieron el número de flores que puede llegar a producir cada planta, el número de pétalos que produce cada flor, peso de cada pétalo, etc.
«Se ha analizado también a nivel molecular por parte de los científicos de la Misión Biológica, junto con la doctora Valentina Scariot y el doctor Matteo Caser, de la Universidad de Turín».
Puesto que es en los pétalos donde la rosa fabrica y almacena los aceites esenciales y otros compuestos de interés , agrega la investigadora, se llevaron a cabo diversos análisis sobre el tipo de compuestos aromáticos y concentración de cada uno de ellos.
Esta fase del trabajo correspondió a la Unidad del Servicio de Técnicas Analíticas, Instrumentales y Microbiológicas dirigido por el doctor Martínez Bartolomé, junto con las doctoras Estela de Vega e Inmaculada Álvarez Acero del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos ( CSIC ). Para ello, se utilizaron sofisticadas técnicas de análisis de compuestos mediante cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas.
El trabajo se completó con un estudio de la histología y los distintos tejidos que constituyen los pétalos a través de microscopio óptico y electrónico. El objetivo era saber en qué parte de los pétalos y de qué manera se acumulaban en ellos los compuestos de interés. Esta parte fue realizada por el doctor Rafael Álvarez-Nogal de la Universidad de León, junto con la doctora Pilar Molist de la Universidad de Vigo.
Respecto a las ventajas, Martínez Rodríguez comenta que, en primer lugar, Rosa Narcea es única y solo existe en España. En segundo, celebra que sea la primera rosa antigua cultivada en nuestro país y la tercera de Europa. De igual forma, considera que puede constituir «un recurso agrario de interés» para ser cultivado en esta zona de montaña del suroccidente asturiano de donde es originaria, con cuyas características de suelo y clima presenta elevado nivel de afinidad.
«Los datos recogidos hasta el momento indican que Rosa Narcea presenta, en principio, un interesante potencial para la industria del perfume, la medicina o incluso la gastronomía. Su cultivo y explotación, además, podrían constituir un gran atractivo turístico para la zona, cuyo paisaje es de una gran belleza natural», declara la investigadora científica, que señala que también se podría ligar al cultivo de la vid y elaboración de vinos, que es otra de las alternativas agrarias de la zona que han ayudado a poner en marcha, desde hace ya muchos años, con la recuperación de las variedades autóctonas de la vid y la tradición vitícola de siglos, que había llegado casi a ser olvidada por completo.
A su parecer, este proyecto es la base científica para poner en marcha una alternativa agraria e industrial a una zona rural como esta, «sin muchas alternativas y con un grave problema de despoblación» . Es también «una oportunidad» para ofrecer a la industria del perfume, de la medicina y de la gastronomía «una materia prima exclusiva y de calidad», avalada por datos científicos y estudios realizados con el máximo rigor, que podrán ser ampliados y orientados, de acuerdo con las sugerencias e intereses de estos sectores, para ser capaces de responder a la realidad de estas industrias y de sus necesidades actuales, defiende María Carmen Martínez Rodríguez.
En este sentido, expone que solo el hecho de describir esta rosa, seleccionarla, mejorarla, conservarla, protegerla y evitar su desaparición es muy importante.
«Cuando se habla de pérdida de biodiversidad, mucha gente piensa solo en las plantas silvestres que se encuentran en los bosques o en la naturaleza, pero no debemos olvidar que las plantas cultivadas de cada zona, muchas de ellas ya desaparecidas, también forman parte de la biodiversidad, además de pertenecer a nuestro patrimonio agrario y cultural común. Bastantes plantas cultivadas que han desaparecido o están a punto de hacerlo podrían tener un gran valor para la alimentación humana y animal, o para diferentes industrias, como la farmacia, la cosmética y muchas otras».
El siguiente paso, adelanta, llegará con la floración , ya que realizarán una serie de ensayos muy importantes con las rosas frescas, que esperan que les permitan conocer el rendimiento en aceite esencial y saber su calidad. Este análisis, junto con otros, les ayudará a determinar el posible interés para la industria del perfume.
En las próximas semanas, si el confinamiento se lo permite, tienen previsto instalar dos pequeños ensayos de cultivo en Asturias para determinar qué zonas del valle son las más adecuadas para obtener la máxima calidad de aromas o el mayor rendimiento en aceite esencial o polifenoles. Comprobarán si el sistema de conducción y poda que tienen previsto aplicarle, le va bien y estudiarán si se obtiene la mayor calidad en el fondo del valle, en las zonas más próximas al río, con terrenos más frescos, suelos más profundos y más materia orgánica, o en las zonas de ladera, con algo de pendiente, más sol y suelos más pobres.