«Vamos a intensificar incentivos a personas con discapacidad»

Pregunta.– Consejero, ¿qué es lo que diferencia a los centros especiales de empleo de Castilla y León de los del resto de España?

Respuesta.– Disponemos de un potente sector de centros especiales de empleo en Castilla y León. Es un sector que cuenta con 368 centros de trabajo, distribuidos por toda la geografía de nuestro territorio, que dan trabajo a 7.172 personas, de las cuales 6.352 (el 88,6 %) son personas con discapacidad. Como empresas que son, pueden intervenir en cualquier actividad o sector económico.

A grandes rasgos, podríamos considerar que, por su tamaño, los centros especiales de empleo de Castilla y León no se diferencian de otro tipo de empresas del mercado ordinario de trabajo, desde el mayor centro especial de empleo con más de 711 trabajadores (610 de los cuales son trabajadores con discapacidad), hasta los más pequeños que emplean entre 1 y 5 trabajadores.

En cuanto al tipo de discapacidad de los trabajadores que emplean nuestros centros especiales de empleo, el 46,5 % tiene una discapacidad psíquica, el 45,2 % una discapacidad física y el 8,3 % una discapacidad sensorial.

Es importante destacar a este respecto que el 52% de los trabajadores con discapacidad de los centros especiales de empleo en Castilla y León son personas con discapacidad con mayores dificultades empleabilidad (o de acceso a mercado de trabajo). Estrechamente relacionado con esta casuística está el hecho de que casi 2 de cada 3 trabajadores con discapacidad de los centros especiales de empleo en Castilla y León tiene más de 45 años, alcanzando esta franja de edad el 65,5% del total de la plantilla de trabajadores con discapacidad de estos centros, lo que supone 15,4 puntos más respecto a la población ocupada total.

Finalmente, en Castilla y León se cuenta con centros especiales de empleo en todas las provincias: Valladolid es la que cuenta con más trabajadores con discapacidad en estos centros, empleando a 1.947 personas con discapacidad, un 30,6 % del total, seguida de León con 1.688, un 26,6 % del total. En el otro extremo se encuentra Soria, que es la provincia que menos tiene, con 98 personas con discapacidad empleadas en sus centros especiales de empleo y un 1,54% sobre el total.

«Se han destinado 39 millones a los centros especiales de empleo»

Pregunta.– ¿Son esas mayores dificultades de empleabilidad de las personas con discapacidad en Castilla y León las que motivan el mayor esfuerzo presupuestario realizado por la Consejería de Industria, Comercio y Empleo en estos 2 últimos años? ¿A qué actuaciones ha ido destinado este presupuesto?

Respuesta.– Efectivamente. Si analizamos el crédito finalmente ejecutado por la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, a través de las cuatro líneas de subvención específicamente dirigidas a centros especiales de empleo (para la financiación parcial de costes salariales de los trabajadores con discapacidad, el complemento de la financiación parcial de costes salariales para aquellos trabajadores con discapacidad con mayores dificultades de empleabilidad, la financiación parcial de inversiones generadoras de empleo y las unidades de apoyo a la actividad profesional), se ha pasado de una ejecución de algo más de 30,6 millones de € en el año 2021 (30.635.035,72 €) a casi 39 millones de € en el año 2023 (38.985.573,72 €), lo que supone un 27,25% más de crédito ejecutado con respecto a la legislatura anterior.

Este mayor esfuerzo se traduce en mayores oportunidades de empleabilidad para personas con discapacidad en estas empresas del mercado protegido de trabajo, habiéndose incrementado el número de trabajadores con discapacidad en centros especiales de empleo en un 7,26 %, al pasar de 5.922 trabajadores a 31/12/2021 a los 6.352 a 31/12/2023.

«El proyecto HEFESTO abrirá nuevas vías de inserción laboral»

Pregunta.– ¿Consideran cumplido el reto de mejorar la empleabilidad para las personas con discapacidad en la comunidad de Castilla y León con este incremento en la contratación?

Respuesta.– De ninguna manera seremos víctimas de la autocomplacencia mientras haya personas con discapacidad que deseando trabajar no puedan hacerlo. Y por ello, el esfuerzo, va a ser aún mayor durante 2024, gracias al análisis realizado en el Plan Estratégico de Fomento de la Economía Social 2023-2025, aprobado el pasado mes de diciembre, que nos ha marcado las prioridades para estrechar el margen de mejora, y que consisten en intensificar los incentivos a aquellas personas con discapacidad que más difícil lo tienen, y que no son otras que las personas con discapacidad con mayor edad, mayores grados de discapacidad y tipos de discapacidad que sufren de un mayor estigma.

Pregunta.– ¿Cómo se articularán esas mejoras?

Respuesta.– Habrá un reflejo de esta nueva filosofía en todas y cada una de las líneas de ayuda específicamente dirigidas a la mejora de la competitividad de los centros especiales de empleo.

Así, en la convocatoria de financiación de los costes salariales de trabajadores con discapacidad en centros especiales de empleo, se han incrementado los porcentajes de coste salarial a financiar, por tipo de discapacidad (cuando tengan mayores dificultades de acceso al mercado de trabajo) y por edad (sean mayores de 45 años). Si hasta 2023 existía un tipo único del 50%; a partir del 2024, será de un 40 % si el contrato es temporal y de un 50% si el contrato es indefinido, ascendiendo en este caso al 55% para personas con discapacidad con mayores dificultades de empleabilidad menores de 45 años y al 60% si son mayores de 45 años o mujeres.

También se ha mejorado la ayuda destinada a financiar parcialmente las inversiones generadoras de empleo en centros especiales de empleo. Nuevamente estábamos ante una medida que no beneficiaba a aquellos que más difícil lo tienen, puesto que se establecía la cuantía dependiendo del porcentaje de trabajadores con discapacidad del centro especial de empleo, financiando 9.015€ a aquellos centros que emplean personas con discapacidad hasta el 90% de su plantilla y de 12.020€ para centros especiales de empleo con más del 90 %. Para 2024, el incentivo se ha modificado, de forma que se incrementa la cuantía de las subvenciones destinadas a inversiones hasta los 15.000 €por puesto creado con carácter estable si se trata de personas con discapacidad con especiales dificultades de empleabilidad, manteniendo los 9.000€ para aquellos supuestos en que no existan dichas especiales dificultades.

Por otro lado, también se están modificando las bases reguladoras relativas a las subvenciones complementarias de costes salariales, que hasta ahora subvencionaban únicamente las nuevas contrataciones, durante un periodo máximo de dos años, y para las que se pretende extender un complemento del 15% del SMI a todos los trabajadores con discapacidad mayores de 55 años que presenten especiales dificultades de empleabilidad y se encuentren contratados por el centro especial de empleo de forma estable.

Finalmente, se dotará de financiación suficiente a la convocatoria de subvenciones para la financiación de las Unidades de Apoyo a la actividad profesional en los centros especiales de empleo, teniendo en cuenta la mayor necesidad de acompañamiento por el incremento de trabajadores con discapacidad.

Pregunta.– Por lo que nos ha descrito, el mercado protegido de trabajo para personas con discapacidad, a través de los centros especiales de empleo, es un modelo de éxito, pero quizá el empleo de las personas con discapacidad en las empresas ordinarias no acaba de despegar. ¿Pueden los centros especiales de empleo apoyar en esta tarea?

Respuesta.– El empleo de las personas con discapacidad es una de las preocupaciones de esta Consejería, y este siempre es positivo tanto en el mercado protegido como en las empresas ordinarias de trabajo. Hemos de tener de cuenta en este sentido, que ya existen muchos trabajadores con discapacidad, que gracias a los centros especiales de empleo están desarrollando su actividad con empresas ordinarias, tanto mediante enclaves laborales, como realizando un servicio externalizado por la empresa en cumplimiento de las medidas alternativas de las empresas de más de 50 trabajadores.

Es cierto sin embargo que sería deseable una mayor contratación directa de personas con discapacidad por parte de las empresas del mercado ordinario de trabajo.

Pregunta.– ¿Qué medidas está adoptando actualmente la Consejería de Industria, Comercio y Empleo a este respecto?

Respuesta.– El tránsito al empleo ordinario es una medida prioritaria para nuestra Consejería que lo está abordando a través de una batería de actuaciones: En primer lugar, vamos a hacer más atractiva la contratación de personas con discapacidad en las empresas ordinarias para 2024, mediante el incremento de las cuantías de las ayudas a la contratación indefinida. Si en 2023 esto ya se estaba haciendo con una cuantía estándar de 3.907 € por contrato indefinido formalizado, en 2024 las cuantías oscilarán entre un mínimo de 5.500 € y un máximo de 9.500 .

En segundo lugar, vamos a facilitar el tránsito de trabajadores con discapacidad desde los centros especiales de empleo hacia las empresas ordinarias. De igual modo, aunque esto ya se venía haciendo en 2023 cuando el trabajador procedía de un enclave laboral, en 2023 se extenderá la procedencia a todo el centro especial de empleo, sin necesitar de transitar antes por la empresa colaboradora.

En tercer lugar, vamos a facilitar el apoyo a las personas con discapacidad en las empresas ordinarias, mediante la financiación a entidades sin ánimo de lucro que cuenten con personal especializado en la inserción laboral y social de las personas con discapacidad y lo pongan a disposición de la empresa ordinaria.

Finalmente, continuaremos realizando actuaciones de análisis, asesoramiento, difusión, información y sensibilización, por parte de entidades asociativas de centros especiales de empleo, que contribuyan a un mayor nivel de contratación de personas con discapacidad en las empresas del mercado ordinario de trabajo.

Pregunta.– Antes se ha referido usted al Plan Estratégico de Fomento de la Economía Social ¿En qué medida se beneficiarán los CEE del Plan Estratégico de Fomento de la economía social?

Respuesta.– El Plan Estratégico de Fomento de la Economía Social 2023-2025, aprobado el pasado mes de diciembre por acuerdo de la Junta de Castilla y León, es algo de lo que nos sentimos especialmente orgullosos en la Consejería de Industria, Comercio y Empleo, pues se trata del primer Plan Estratégico para la Economía Social con el que cuenta la Junta de Castilla y León desde que esta existe. Para este Plan estimamos destinar más de 113 millones de euros en el horizonte temporal 2023-2025.

Este Plan contempla de forma específica el apoyo a los centros especiales de empleo a través de una batería de medidas recogidas en su Objetivo Específico 1 (OE1), consistente en “Promover y favorecer la incorporación a la vida laboral de las personas con discapacidad y en situación o riesgo de exclusión social”.

Pero, además, y en su calidad de actores relevantes de la economía social, tal y como recoge la normativa que la regula, los centros especiales de empleo se beneficiarán de todo un abanico de actuaciones novedosas que pretenden visibilizar y promocionar la economía social en Castilla y León. Entre otros, cabe destacar el impulso a la Cátedra de Cooperativismo y Economía Social, la celebración del primer Congreso regional de Economía Social, la promoción de los premios de la Junta de Castilla y León al cooperativismo y la economía social o la adhesión a la Red de Regiones Europeas de Economía Social, a través de la cual se desea articular proyectos colaborativos al objeto de intercambiar buenas prácticas y capitalizar sinergias entre diferentes actores.

Pregunta.– Nos habla usted de proyectos colaborativos, algo que entendemos sería extremadamente beneficioso para los centros especiales de empleo de Castilla y León, al permitirles fomentar ese tránsito hacia el mercado ordinario de trabajo para las personas con discapacidad. ¿Se está implantando alguna iniciativa en ese sentido?

Respuesta.– Mentiría si se lo planteo como una primicia, pues esto ya es algo que anuncié con ocasión de mi comparecencia de presupuestos el pasado 5 de marzo en las Cortes de Castilla y León. Estamos dando forma a una iniciativa que consideramos encierra un tremendo potencial para la inserción laboral de las personas con discapacidad en Castilla y León, que sabemos es una tierra con grandes fortalezas y oportunidades en sectores industriales como la automoción o la agroalimentación. En este sentido, ya hemos comenzado a trabajar en el proyecto HEFESTO, para la Humanización del Empleo y Fomento de la Economía Social para Todos. El proyecto explorará las diferentes fórmulas de inserción, diseñará innovadoras medidas de empleo con apoyo y aprovechará métodos de formación en el empleo para optimizar la inserción en nuevos nichos de empleo.

«Sería deseable más contrataciones en empresas ordinarias»

Este proyecto ya ha resultado en una primera medida que permite la bonificación del 50% en el precio de venta, canon de derecho de superficie o renta de arrendamiento de todas las operaciones de explotación de inmuebles, a empresas y entidades que presten Servicios de Interés Económico General en el marco de la Ley de Economía Social y, en particular, a los Centros Especiales de Empleo, a las Empresas de inserción y a las Entidades Singulares.

«El Plan de Fomento de la Economía social va a invertir 133M»

Junto a este ambicioso proyecto, también estamos valorando diferentes posibilidades colaborativas que nos permitan trabajar a nivel europeo en la identificación e intercambio de buenas prácticas en los ámbitos de la inteligencia artificial para el beneficio de la inserción laboral de las personas con discapacidad y la mejora de su calidad de vida laboral. Como he indicado con anterioridad, estamos avanzando mucho, pero nuestro compromiso con la inserción laboral de las personas con discapacidad nos llevará a persistir en la identificación de nuevas mejoras al objeto de que cualquier persona con discapacidad que desee trabajar, pueda hacerlo en Castilla y León, en igualdad de oportunidades a cualquier trabajador.