Soria, una visita turística para tomarse todo el tiempo del mundo

Soria necesita de tiempo. La ciudad de los poetas ha madurado y su oferta turística es cada año más elevada, de forma que hay que tomarse su tiempo para observarla y disfrutar de sus rincones y de sus últimos recursos turísticos que ha incorporado el Ayuntamiento de Soria. Entre ellos se encuentra Santa Clara, la plaza del Carmen o la Muralla de Soria, que sigue levantando sorpresas en el Castillo con verdaderos tesoros.

Para empezar, la excavación en el Castillo confirmó la existencia de varias torres, algo que se daba como probable en el proyecto pero que había que comprobar sobre el terreno. No sólo eso, ha aflorado un portillo desconocido. Como en el XIX ya la muralla no servía de nada (y la conciencia sobre su valor ha llegado tardíamente) las pérdidas y desapariciones hablan de su uso como cantera. El arquitecto Fernando Cobos, director de los trabajos y redactor del Plan Director de la muralla, explicó unos hallazgos en un conjunto que a la espera de la cartelería «visualmente se entiende muy bien». En esta zona además se encuentran las huellas más evidentes de la voladura de la Guerra de la Independencia. El Ayuntamiento prosigue levantando los tesoros de Soria, un lugar que cautivará al turista. La imagen nocturna de la Muralla iluminada es una de las fotografías que exhibe Soria, orgullosa de su pasado.

Y siguiendo con los nuevos recursos, el Espacio Santa Clara es el nuevo lugar de eventos, encuentros e iniciativas culturales. La antigua iglesia conventual abrió sus puertas tras una profunda restauración y adaptación a la oferta de de actividades y lo hace recuperando el brillo que en su momento tuvo el histórico edificio. Una belleza y armonía arquitectónica ocultas y maltratadas por las vicisitudes históricas y unos usos que hicieron que su elegancia pasara a segundo plano. Ocupada durante mucho tiempo por oficinas y niveles que coparon el ámbito, las bóvedas se despliegan ahora con toda su ligereza y los paramentos lucen con su piedra limpia. 

Más de dos millones ha supuesto la inversión municipal con ayuda de los fondos europeos de EDUSI, que han desembocado en el punto cultural del barrio del Calaverón. El acuerdo de cesión con el Ministerio de Defensa fue el punto de inicio de unas actuaciones que se vieron complicadas por la crisis de la constructora inicial y por la aparición de restos arqueológicos que modificaron el proyecto. Incidencias que quedan atrás ante la admiración de un rescate patrimonial que añade además otro punto de interés a las rutas monumentales de la capital. La vista del interior de Santa Clara es inédita en muchísimos años. Quedan también los vaivenes de la historia reflejados en las huellas de los muros, indicio de la compleja historia del recinto desde inicios del XIX.

La iglesia es una actuación más dentro de las restauraciones y descubrimientos que está impulsando el Ayuntamiento, de la mano de los fondos europeos en unas ocasiones, junto a las ayudas del Estado en otras. La muralla del río y el Mirón y el Castillo son claros ejemplos de este esfuerzo por acondicionar los vestigios del pasado, que son además elementos dinamizadores como atractivos turísticos y focos de conocimiento. Santa Clara se une a otros espacios de actividades, como el Alameda, con los que elevar las propuestas para todos los vecinos.

Por su parte, la plaza del Carmen ha supuesto también un cambio de fisonomía en la ciudad, y un verdadero lavado de cara al casco histórico.