«Es una gran oportunidad para no quedarte atrás»
María Jesús Castro, alumna del Espacio CyL Digital de Ávila, recomienda matricularse en los cursos de estos centros repartidos por Castilla y León para aprender todo lo relacionado con las nuevas tecnologías.
«Es una gran oportunidad para no quedarte atrás en un mundo digital». Así se expresa María Jesús Castro, alumna del Espacio CyL Digital de Ávila. Llegó a este lugar, según reconoce, porque quería ser autónoma y no depender de sus hijos para hacer cualquier trámite a través del ordenador. No solo lo ha conseguido, sino que, cuenta muy emocionada, enseña a su hija. «Muchas veces me dice: ‘Mamá, ¿dónde has aprendido eso? Ni yo sabía cómo hacerlo».
Y es que cada curso en el que se matricula le sirve para «no quedarse obsoleta». En este sentido, dice que las personas mayores tienen que tirar para adelante y aprender todo lo relacionado con las nuevas tecnologías. En su caso descubrió este centro durante una baja médica. «Empecé para tener la cabeza ocupada, pero a día de hoy se lo recomiendo a todas mis amigas de Valladolid».
María Jesús, a sus 62 años, se ha convertido en toda una experta a los mandos de un ordenador, un móvil o una tableta. No obstante, desde la humildad, admite que aún la queda mucho por aprender. Ya está mirando los cursos de noviembre para ver cuál la puede interesar. Son muchos los que ha hecho, uno de los últimos sobre ChatGPT. «Es lo que viene y quiero estar al día para no quedarme anclada en el pasado».
Solo tiene buenas palabras para los formadores del Espacio CyL Digital de Ávila. «Todos son majísimos, saben mucho y tienen una paciencia infinita. Además, si tenemos cualquier duda ellos nos ayudan tanto dentro como fuera de clase», comenta este usuario, quien recalca que todas las formaciones son gratuitas.
Una formación que va más allá de las clases, puesto que María Jesús suele realizar algunos cursos online, incluso asistir a seminarios web sobre temáticas muy concretas que la interesan. «Puedes ver los vídeos una y otra vez y seguir cada paso para aprender cómo hacer cualquier cosa». A esto se suma que este espacio cuenta con ordenadores para que cualquier persona pueda acercarse para utilizarlos.
«Me acuerdo de un chico de Valladolid que iba conmigo a cocina y cuando conté todo lo que sabía de ordenadores me comentó que le informara para que su padre pudiera ir. Yo estoy encantada de hacerlo y creo que todo el mundo debería ir para ponerse al día con el ordenador».
En esta misma línea se expresa Ana Lorena Redaelli de Rodríguez, una salvadoreña de 64 años que llegó a Ávila con muchas ganas de encontrar su lugar en el mundo laboral, pero, según lamenta, su edad ha frenado este proyecto, si bien expone que está «encantada» de aprender todo lo relacionado con el ordenador. «Me encanta que tengan tan en cuenta a los mayores. En este centro me siento muy a gusto y, además, he perdido el miedo al ordenador», indica.
Sus primeros pasos en este espacio fueron aprendiendo a utilizar la aplicación de Sacyl, un curso de ofimática, cloud, Canva, seguridad en internet… «Cada uno de ellos me ha gustado más». Aparte de la formación presencial y online, Ana Lorena ha recibido ayuda del personal del centro a la hora de hacer trámites para diferentes administraciones. También, relata, ha aprendido a utilizar el certificado digital. «Me daba mucho miedo y pensaba que iba a perder el tiempo, pero ha resultado ser todo lo contrario», señala antes de contar que acaba de terminar un webinar de LinkedIn.
Por todo ello, felicita a la Junta de Castilla y León por poner en marcha centros como al que acude en Ávila, en los que los usuarios pueden seguir conectados con el mundo y aprendiendo. De igual forma, resalta que está muy «feliz» en Ávila porque existen muchas actividades tanto culturales como sociales para seguir avanzando.
Los formadores son una parte fundamental de estos centros. Uno de ellos es Ángel Martin. Desde el Espacio CyL Digital de Ávila ofrece oportunidades para que nadie se quede descolgado en el mundo actual. En esta línea, resalta que existen varias posibilidades: formación presencial en nuevas tecnologías, autoformación, formación online y trámites. Sobre este último punto, expone que son muchos los transportistas que acuden a estas instalaciones para poder realizar la renovación de la tarjeta del tacógrafo, que solo se puede hacer por internet. «Les ayudamos a rellenar todo. Se van muy satisfechos».
No es el único trámite con el que ayudan, ya que cualquier castellano y leonés puede acudir y solicitar ayuda, incluso utilizar los ordenadores que tienen. Aparte de brindar ayuda, estos formadores imparten diferentes cursos de ofimática básica, manejo del móvil, ChatGPT, entre otros muchos. Además, el Espacio CyL Digital de Ávila tiene una parte dedicada a la robótica educativa. Cuentan con talleres de alrededor de cuatro horas para estudiantes de 4º, 5º, 6º y primero de la ESO de los diferentes colegios e institutos de la provincia.
Otro punto del que está muy orgulloso Ángel es toda la formación que imparten para más de 130 personas con discapacidad. Colaboran con diferentes asociaciones como Cruz Roja, Pronisa, Aspace, La Casa Grande… En función de su grado de discapacidad, detalla el formador, realizan juegos, puzles, música, montaje de Legos, robótica…
Pero ahí no se acaba el abanico de opciones que los abulenses se pueden encontrar en este lugar. Cuentan con un programa específico para pymes y autónomos. ‘Estoy en internet’ –así se llama– ayuda posicionar los negocios de los alumnos. Los inmigrantes, por su parte, son otro de los colectivos que está muy presente, ya que les ayudan con los trámites, tienen acceso a internet y pueden encontrar una oportunidad laboral a través de las certificaciones de las diferentes competencias digitales.
Preguntado por anécdotas que ha vivido en las clases, recuerda un caso de una persona que acudía a sus clases de Google Maps. «Uno de los días vino un poco antes para preguntarme si ella podía utilizar Google Maps para ir a El Corte Inglés de Valladolid. Yo la miré, pensé que rondaba los 60 años y cuando de repente me dice que tiene 84… Me quedé alucinado no solo que fuera a utilizar el móvil para ir de la estación de trenes a El Corte Inglés de Paseo Zorrilla, sino también porque cogiera sola el tren de Ávila a Valladolid y tuviera esa seguridad de apoyarse en las nuevas tecnologías para cumplir con ese objetivo».
En definitiva, resume que las actividades en este centro abulense son formación a la carta, formación presencial, formación online y asesoramiento digital.
Al lado de Ángel trabaja Pino Gómez, quien presume de que fue la primera persona que se incorporó a este espacio en 2011. Ahora echa la vista atrás y define este proyecto como «ambicioso», ya que pretende llegar a todos los conocimientos digitales a cualquier rincón de Castilla y León. «Estoy muy satisfecha de trabajar aquí; muchas personas vienen con mucho miedo de tocar un ordenador y se van sabiendo más que nosotros».
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Acudir a las clases en este lugar es mucho más que aprender. Una parte importante, a su parecer, es que se socializa mucho. De hecho, dice que tienen grupos de WhatsApp en los que se dan los buenos días, las buenas noches, se preguntan por el estado de salud de amigos, pareja… «Estamos muy unidos». No es para menos, puesto que juntos descubren cómo pedir una cita médica, solicitar el certificado digital, etcétera. «De cada una de las formaciones salgo nueva. Me trasmiten muchas cosas y son muy curiosos. Me voy super satisfecha; cada curso se transforma en una pequeña familia».
Pino recalca la parte dedicada a las personas con discapacidad y la importancia de contar con un espacio como este para que todo el mundo pueda acudir a solucionar cualquier duda que tenga. Pone como ejemplo que durante la pandemia se centraron en ayudar a cualquier ciudadano a configurar el WhatsApp para que pudiera hacer una videollamada con su familia. Fue una época muy dura, pero siempre quedará en su memoria porque ayudamos a muchas personas a acercarse a las nuevas tecnologías. Tenemos pendientes de ir a muchos monasterios, pueblos… para conocer a toda la gente que nos llamó».
Para este formador la pandemia marcó un antes y un después. «Despertó mucho interés por las nuevas tecnologías». Por esta razón, a día de hoy siguen estando ahí para ayudar a cualquier persona que necesita saber cómo hacer cualquier trámite. Por ejemplo, cuentan con simuladores de diferentes bancos para poder aprender a realizar gestiones tanto en el cajero como en banca online. En este sentido, insiste en que nadie se quede con dudas y cualquier cosa que se necesite alrededor del mundo virtual pueden llamar al teléfono gratuito 900909752. «A día de hoy, muchos alumnos nos llaman porque no saben cómo configurar su móvil para hablar con sus familiares, si bien el problema está en que no tienen wifi. Les ayudamos en todo lo que podemos y ellos nos lo devuelven con rosquillas y con todo el cariño que nos dan», destaca.
Para Pino, una de las mejores opciones del Espacio CyL Digital de Ávila es la certificación oficial de las competencias digitales. «Muchos de los cursos de Word, Excel… de 40 horas son como un certificado de la Escuela Oficial de Idiomas. Cada vez en más ofertas de empleo solicitan que tengas un certificado oficial de tu formación en competencias digitales».
El broche a los testimonios de los formadores lo pone María José Pérez Condado, formadora y responsable del centro de Medina del Campo. Lleva 30 años formando en nuevas tecnologías. En esta línea, deja claro que el objetivo principal del centro es ofrecer tanto cursos online como presenciales para que las personas estén al día en nuevas tecnologías. «Es una satisfacción muy grande poder ayudar para que la gente pueda avanzar en transformación digital», incide para, a renglón seguido, manifestar que los cursos que despiertan más interés son el certificado digital, el DNI electrónico, el sistema Clave y el control parental.
No hay que olvidar, a su juicio, que la transformación digital está ahí y todo el mundo tiene que aprender para poder realizar trámites, en algunos casos que solo se pueden resolver por internet. «Ayudamos a superar esta barrera, a la vez que favorecemos la transformación económica y social», concluye María José.