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DH ECOENERGÍAS

Teo López: «Es clave contar con marcos normativos para multiplicar las redes de calor»

DH Ecoenergías trabaja para eliminar la dependencia actual del gas y del gasóleo como fuentes de calefacción / Ya cuenta con varios proyectos, entre los que se encuentra el de Móstoles que abastece a 5000 viviendas y la planta térmica de Palencia. 

Acto de presentación e Inauguración de la Red de Calor y Central Térmica de energías renovables DH ECOENERGÍAS en Palencia. Palencia, 23-03-2023 Fotos: Ricardo Muñoz-Martín - DH ECOENERGÍAS

Publicado por
Estibaliz Lera

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Por la necesidad de meter a la sociedad en una transformación energética». Así es como surgió DH Ecoenergías. Su CEO, Teo López, asegura que para eliminar la dependencia actual que tenemos del gas y del gasóleo como fuentes de calefacción no queda otra solución que apostar por las energías limpias, por ejemplo, las redes de calor. No hay que olvidar que, según la Hoja de Ruta de la Unión Europea para 2050, se espera que los combustibles fósiles sean eliminados por completo. 

En 2007, recuerda, el precio del gasóleo de calefacción alcanzó niveles insostenibles para muchas personas, lo que llevó a buscar alternativas. Fue entonces cuando se vislumbró la oportunidad de utilizar energías renovables y crear redes de calor para abastecer a edificios residenciales. 

Uno de los primeros proyectos de este tipo en España lleva el sello de DH Ecoenergías y se desarrolló en Móstoles, donde se estableció una red de calor que ahora suministra a casi 5000 viviendas que antes dependían del gasóleo. «Los resultados han sido satisfactorios, ya que los usuarios disfrutan de precios más estables y asequibles en comparación con los combustibles fósiles», sostiene para, a continuación, añadir que se fomenta una economía circular, puesto que los recursos provienen de la biomasa y no de fuentes externas.

La eficiencia de estas redes es, tal y como defiende, evidente, con ahorros de hasta un 30% en comparación con el gasóleo. «Aunque los precios de los combustibles fósiles pueden fluctuar, las redes de calor ofrecen contratos a largo plazo que brindan estabilidad a los usuarios». En esta línea, deja claro que la biomasa sigue siendo una alternativa mucho más económica en la mayoría de los casos.

Imagen de la central térmica de Palencia. / DH Ecoenergías

En la actualidad, López relata que existen varios proyectos importantes en marcha. En Palencia, ya se encuentra en servicio una red de calor que abastece a unas 2000 viviendas. A esta iniciativa se suman las obras de Ávila y Zamora. «Estos proyectos podrían repetirse en numerosas ciudades y pueblos de España, si las administraciones brindaran un mayor apoyo y reconocieran las redes de calor como un interés público», lamenta el CEO de DH Ecoenergías.

Sin embargo, apunta que aún existen desafíos por superar. «Uno de los mayores obstáculos es la ocupación del dominio público viario para instalar las tuberías que conforman la red de calor. Los trámites y permisos requeridos pueden ser lentos y complicados. Además, en el caso de utilizar biomasa, la gestión de los montes y la obtención de recursos biológicos pueden encontrar resistencia debido a preocupaciones ecológicas y limitaciones legales».  BENEFICIOS DE ESTAS REDES

A pesar de estos frenos, López insiste en que son numerosos los beneficios derivados de las redes de calor. A la eliminación de los combustibles fósiles y la transición hacia una energía más limpia, agrega, se une que estas redes de calor generan empleo local y mejoran la balanza de pagos del país al reducir la dependencia de combustibles importados. De igual forma, dice, fomentan la gestión sostenible de los montes y la creación de un sistema energético más descentralizado y resiliente.

Otro valor añadido importante es, a su juicio, su capacidad para aprovechar diferentes fuentes de energía renovable. Aparte de la biomasa, se pueden utilizar otras fuentes como la energía solar térmica, la geotermia y el calor residual de procesos industriales. Esta diversificación energética reduce «la dependencia» de una sola fuente y aumenta la resiliencia del sistema. 

Otro punto que destaca Teo López es que las redes de calor son altamente eficientes en términos de aprovechamiento de la energía. Al centralizar la producción y distribución del calor, se evitan las pérdidas asociadas con los sistemas de calefacción individuales. «Esto se traduce en un menor consumo de energía primaria y una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero». 

En el ámbito económico, las redes de calor presentan oportunidades. La creación de infraestructuras para estas redes requiere inversión y genera empleo en sectores como la ingeniería, la construcción y el mantenimiento. Sin olvidar, por supuesto, que, al reducir los costes de calefacción para los usuarios, se mejora la calidad de vida y se libera presupuesto que puede destinarse a otros fines, lo que beneficia a la economía local.

Eso sí, el CEO de DH Ecoenergías recalca que para que las redes de calor se expandan y se conviertan en una solución energética más consolidada, es necesario contar con el apoyo y la colaboración de los gobiernos y las administraciones locales. «Esto implica establecer marcos normativos claros y favorables, facilitar los trámites y permisos necesarios y brindar incentivos y financiamiento para la implementación de proyectos», considera. 

Por tanto, son, a su parecer, una alternativa prometedora para la transición hacia una energía más limpia y sostenible. Su capacidad para aprovechar fuentes renovables, su eficiencia energética y los beneficios económicos y medioambientales que ofrecen las convierten en una opción atractiva. Si se superan los desafíos y se promueve su desarrollo, las redes de calor pueden desempeñar «un papel importante» en la construcción de un futuro energético más sostenible. FUNCIONAMIENTO DE LA RED

El funcionamiento de una red de calor urbana es sencillo. Consiste en una central ubicada en una zona industrial, equipada con calderas que utilizan biomasa como combustible para generar calor. Este calor se transporta a través de una red de tuberías que recorre la ciudad y se distribuye a los edificios, donde se conecta a los sistemas de calefacción existentes. «Es un proceso eficiente y transparente, que contribuye a la eliminación de los combustibles fósiles y a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero». PLANTA TÉRMICA 

La central térmica de DH Ecoenergías en Palencia, obra del estudio madrileño liderado por Fernando Rodríguez y Pablo Oriol, FRPO, suministra agua caliente a miles de hogares de la ciudad de Palencia. Para ello, utiliza como principal materia prima energética la biomasa forestal, a partir de recursos locales, sin emplear combustibles fósiles y apostando por una fuente de energía renovable, más limpia y económica. 

Sobre una base de hormigón, la construcción emerge con una geometría basada en la circularidad energética y económica. La parte superior translúcida está envuelta con una piel estriada y ondulada de policarbonato, que se apoya sobre una estructura alámbrica de acero galvanizado y pintado. Una chimenea de extracción de aire limpio remata el conjunto. En el interior, un recorrido perimetral presenta una pasarela que rodea el espacio diáfano de la maquinaria. «Esta construcción industrial busca convertirse en un icono arquitectónico que evoque la transformación energética y medioambiental», manifiesta López, quien insiste en que evoca la transparencia, es decir, lo contrario a lo que sucede con el gas o el gasóleo. «Nadie sabe dónde va todo ese dinero que pagamos. Mientras que en nuestro caso todo es transparente. Nuestra materia prima viene de los árboles». 

La nueva central de DH Ecoenergías supone un hito para la empresa y para la ciudad de Palencia. Viene a culminar cuatro años de trabajo en los que se ha buscado mejorar la oferta energética de la provincia, que ahora tiene capacidad de entregar calefacción y agua caliente sanitaria a 10.000 viviendas de forma ecológica y sostenible. 

Esta fuente de energía renovable va a permitir reducir en 80.000 megavatios/hora la energía que consume la ciudad en gasóleo y gas y disminuir en 20.000 toneladas al año las emisiones de gases contaminantes. Ahorro sumado a la creación de cerca de 300 puestos de trabajo entre directos e indirectos. A su inauguración asistió el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.  SIN SORPRESAS 

Para el CEO de DH Ecoenergías es esencial apostar por esta hoja de ruta. «El cambio hacia las redes de calor puede generar cierto rechazo debido a la resistencia al cambio y la incertidumbre sobre los precios, la calidad y las prestaciones del nuevo sistema. Sin embargo, es importante confiar en que este cambio no traerá sorpresas desagradables. Las redes de calor ofrecen cercanía y transparencia a sus usuarios. Al firmar con un proveedor de redes de calor, se establece una relación local que implica generación de empleo en la comunidad. A diferencia de pagar facturas de gas y gasóleo que envían dinero fuera de la localidad, al elegir las redes de calor, los usuarios tienen la oportunidad de visitar la central de producción y ver de dónde proviene la biomasa utilizada, por ejemplo, de los montes cercanos de Palencia».

Además de los beneficios económicos y de suministro, subraya que es importante considerar las ventajas medioambientales de estos proyectos. «Al optar por las redes de calor, se contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y se fomenta un modelo energético más sostenible. Es un nuevo modelo que brinda beneficios no solo a nivel individual, sino también a la sociedad en su conjunto».

No obstante, López resalta que es comprensible que algunas personas puedan tener reservas sobre abandonar el sistema actual, pero es importante reflexionar sobre las oportunidades que brinda el cambio. «Las redes de calor no implican el desmontaje de los sistemas de calefacción existentes, ya sea una caldera de gas o gasóleo. Estos sistemas se mantienen intactos y actúan como respaldo en caso de que algo no funcione según lo acordado», aclara para, a continuación, animar a considerar el cambio hacia las redes de calor, ya que es algo que va en interés de todos: los usuarios, el medio ambiente y la sociedad en general.  PLANES DE FUTURO

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Teo López avanza que van a trabajar para hacer frente al reto de llevar las redes de calor a las calderas individuales. Y es que ahora mismo trabajan en calefacciones centralizadas, pero su idea es ir más allá y dar respuesta a todos esos vecinos que tienen su caldera en la cocina o en la terraza. «Vivimos una época de transición energética. Hay que olvidar el modelo actual del gas y del gasóleo y pasar a otro modelo porque el actual el planeta no lo soporta», concluye.