Economía circular para restaurar la naturaleza

Durante mucho tiempo se ha hablado de la protección de la naturaleza como si fuera algo gratuito, ajeno al interés de las personas. Pero la certeza de que un planeta sano es garantía del bienestar humano es algo cada vez más aceptado. La pandemia de coronavirus nos ha hecho darnos cuenta de ello de forma rotunda.

Según señalan entidades internacionales como Naciones Unidas o la Organización Mundial de la Salud, tener ecosistemas sanos ayuda a protegernos de las enfermedades, pues la diversidad de especies hace más difícil la propagación de patógenos. Se ha acuñado un término – one health – para referirse a una triple conexión de seguridad en la salud: personas, ganado y vida silvestre, que evitaría pandemias como la que estamos viviendo.

A esta salud total contribuyen de forma destacada las empresas de gestión del ciclo urbano del agua, como es el caso de Aquona. Durante este año de crisis sanitaria, la compañía ha garantizado el servicio, suministrando agua potable a los más de 70 municipios de la comunidad autónoma en donde está presente y ha depurado las aguas residuales que arrojamos a la naturaleza, contribuyendo a la mejora de nuestros ríos y humedales.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra hoy, Aquona hace un llamamiento para la implicación de todos los actores sociales en el cuidado de las personas y el medio ambiente y pone en valor el trabajo que lleva a cabo para velar por ello desde hace años, pues su tarea, que es la gestión del agua, no puede estar más estrechamente ligada al medio natural y la salud ciudadana. 

Lo explica Laura de Vega, directora de Desarrollo Sostenible de Aquona: «La rápida pérdida de biodiversidad y de las funciones de los ecosistemas plantea la necesidad de implantar de forma rápida cambios transformadores. Los seres humanos dependen de ecosistemas estables y saludables para su propia supervivencia; necesitamos un presente y un futuro más sostenibles, y para ello hay que poner en marcha proyectos responsables con el planeta que doten de una mayor resiliencia a nuestra sociedad, y es algo que estamos llevando a cabo en nuestras instalaciones». INSTALACIONES MÁS NATURALES

El lema de Naciones Unidas para la celebración de este Día Mundial del Medio Ambiente se centra en la Restauración de los ecosistemas y la urgencia de mejorar los hábitats dañados y preservar los que todavía se conservan.

Eso es algo que precisamente realiza Aquona, ayudando día a día a una mejor calidad del agua en los ríos y aplicando en sus instalaciones una amplia gama de medidas que muestran un compromiso y una mirada a largo plazo que va más allá de los requerimientos propios del servicio público que tiene encomendado. Con su enfoque, ha hecho pasar sus puntos de trabajo del color gris al verde.

Como parte del cuidado de sus instalaciones, Aquona ha adoptado el compromiso de no emplear productos químicos fitosanitarios, que podrían alterar el equilibrio de los terrenos o del agua. Esto exige formas más laboriosas de manejar las ubicaciones, pero supone un acercamiento más amigable a la gestión de espacios y ha servido para que el cien por cien de las instalaciones en las que está presente la empresa en Castilla y León cuenten con el distintivo de espacio libre de pesticidas y herbicidas.

Otra tarea que lleva a cabo Aquona en los centros que maneja es la localización y erradicación de especies de flora invasoras, un elemento considerado por los científicos como una de las cinco causas principales de pérdida de biodiversidad en el planeta.

Junto a ello, Aquona participa en proyectos de largo alcance, como son los inventarios de biodiversidad y el seguimiento de las aves que visitan y prosperan en sus instalaciones, tarea en la que colaboran los empleados aportando sus observaciones a un programa de ciencia ciudadana llamado BioObserva. Este seguimiento continuo puede, además, «contribuir a entender el efecto del cambio climático sobre la fauna», explica Laura de Vega.

Muchas de las instalaciones de Aquona son centros de alta concentración de especies migratorias y locales, que se benefician del tratamiento naturalizado que se lleva a cabo en las mismas. Restaurar zonas de vegetación autóctona, recrear mini-ecosistemas locales o instalar hoteles de insectos beneficiosos son otras de las acciones que ejecuta la empresa de agua en su apuesta por estar en la punta de lanza de la sostenibilidad en la región, como por ejemplo se ha llevado a cabo recientemente en la EDAR de Palencia que devuelve las aguas al río Carrión en perfectas condiciones.

 Pero esta aportación a un futuro más sostenible no estaría completa sin tener en cuenta el salto cualitativo que los centros de tratamiento de agua han experimentado de la mano de Aquona, una empresa líder en tecnología, conocimiento y compromiso con la sostenibilidad.

La gestión del agua es ahora mismo uno de los sectores más avanzados en la economía circular en Castilla y León. En las depuradoras que Aquona gestiona se trabaja para abastecerse de energía limpia mediante el uso de placas solares y generar biogás renovable por el tratamiento de la materia orgánica; además, los lodos de depuración que antes eran residuos se reconvierten en abonos de uso agrícola.

Las depuradoras de agua son lo que ahora se ha dado en llamar biofactorías, modernos lugares de reciclaje que convierten la basura urbana, la de nuestras casas y grifos, en energía y materiales que se renuevan y reutilizan en beneficio de la naturaleza y todos nosotros