RUGBY / COPA DEL REY
El VRAC se lleva la Copa del Rey en el derbi regional de Rugby ante el Burgos
El equipo de Diego Merino levanta un marcador adverso en la segunda mitad al imponerse 25-29 a Recoletas Burgos / Gavidi, pieza clave con dos ensayos
La sexta sinfonía del VRAC sonó en La Cartuja tras una final competida en la que los de Diego Merino tuvieron que fajarse durante más de 80 minutos de partido para poder levantar el trofeo copero. Recoletas Burgos, en su segunda final, vendió muy cara la derrota y solo un ensayo de Miejimolle en el último minuto decantó la balanza del lado quesero.
Una final en la que nada importaba lo que hubiera sucedido en los duelos directos de esta temporada, un triunfo para cada equipo, porque en una final todo era posible. El Burgos salió mejor plantado, pero la primera irrupción tendría a Martiniano Cian como protagonista. El jugador del VRAC hacía buena una buena acción de Gavidi, que divide, y juega el oval para que el correoso argentino superase la línea de marca. El 0-5 fue la primera ventaja quesera y a la postre sería la última hasta casi el final del encuentro.
A partir de ahí Burgos fue poco a poco ganando metros en el campo y se iría metiendo en el encuentro con dos patadas de Zabalegui. Convertía dos golpes lejanísimos para voltear la final con el 6-5, y tuvo hasta otro puntapié tras indisciplina para haber puesto más ventaja de su lado. Dyer también erró en el pateo y Burgos iría con viento a favor con un Tani Bay muy enérgico. En una jugada muy larga los de José García irían jugando varias fases, algunos pick&go para lograr el primer ensayo burgalés. Pese a la revisión no se detectaba un avant y valía el ‘try’ de Sacovecchi que pasaba Zabalegui para el 13-5. Burgos dispuso de otro puntapié previo al descanso, pero el marcador no se movería.
Sí lo conseguiría Coronel tras un carrerón de Tommy Carrió para distanciarse con el 18-5. Los cambios desde el banquillo y el protagonismo de la delantera quesera serían decisivos. Gavidi, entrando con mucha fuerza desde atrás anotaba el 18-12, tras la transformación de Dyer. Pero Burgos daría réplica con un maul, que servía para que Bustos, tras empuje de los delanteros, se lanzase hacia la línea de marca para el 23-12. La final estaba abierta y el VRAC cada vez estaba más convencido de dar la vuelta al partido. Moala lograría otra marca, sin transformación al golpear Dyer en el palo para el 25-17.
El campo parecía inclinado del lado quesero, en un estadio con una pobre entrada, y Gavidi firmaría su segunda marca, repitiendo el mismo guion que en el primero. La transformación de Dyer dejaba el partido en un punto, encaminándose hacia un final no apto para cardiacos. Todo se convirtió en un duelo de ataque y contraataque, y aunque Cian tuvo una buena carrera, Rocaries evitaba el ensayo quesero que acabaría llegando. Una patada ganadora 50:22 desde su propio campo hacia la 22 rival permitió al VRAC jugar una touch para ganar el partido. Los de Merino montaron un maul y empujaron lo indecible para que Miejimolle posase el oval ganador para el 25-29. No hubo transformación porque tampoco la necesitaba el VRAC que tuvo que sufrir para mantenerse en lo más alto. Recoletas Burgos avanzó hacia la 22 vallisoletana y se jugó una touch con el tiempo cumplido. Una acción en la que el Entrepinares había estado más acertado y que le permitió aguantar el marcador para alzarse con el sexto título copero.
La celebración fue enérgica, aunque algo descafeinada porque las aficiones de ambos conjuntos no pudieron acudir en masa a La Cartuja donde el VRAC recuperó el cetro cinco años después y consigue ganar un título por decimocuarta temporada consecutiva.