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«Nos iría mejor teniendo más empatía y tolerancia»

El padre de ‘Torrente’ acude junto a José Mota y Flo al Centro Cultural Miguel Delibes, el 22 de febrero (18.30 y 21.30 horas), para diseccionar con el espectáculo ‘Dos tontos y yo’ las claves del humor patrio 

- ALBERTO DI LOLLI

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

Creado:

Actualizado:

El popular actor, director y guionista –y tantas cosas más, desde presentador televisivo a concursante– Santiago Segura , junto a sus «amiguetes» José Mota y Flo, reflexionarará el próximo sábado en el Centro Cultural ‘Miguel Delibes’ (18.30 y 21.30 horas) sobre las claves del humor en Dos tontos y yo.

Pregunta.– Segura, Mota y Flo… ¿Este es el ‘rat pack’ made in Spain?

Respuesta.– En espíritu, sin duda. Somos tres amiguetes subiéndose a un escenario para pasárselo bien, al tiempo que entretienen y hacen disfrutar a la gente. Por lo demás, tenemos poco que ver:  Frank, Dean y Sammy eran seductores natos, tenían mucho talento, cantaban como los ángeles y, tras la función y durante la misma, fumaban, bebían como cosacos y se cepillaban a todas las coristas y fans que encontraban de buen ver. Nosotros, en cambio, parecemos monjes de clausura y nuestro único vicio es comer bien.

P.– La Vieja’l Visillo, Krispin Klander, Torrente… Ahí hay mucho humor absurdo, ácido, costumbrista. ¿Tiene algo especial este país para dar tanto cómico?

R.– Buenos cómicos hay en todos los países, porque en todos los países hay seres humanos con sus miserias, sus paradojas, contradicciones y manías... Y siempre algún compatriota, algún bicho raro con un sexto sentido para la observación, disecciona todo eso, desde una perspectiva cómico-crítica, para sacarle unas risas a sus paisanos.

P.– Usted y Mota trabajaron juntos en ese musical de Mel Brooks, Los productores, hace ya más de diez años. Parece que no concibieran eso de subirse a las tablas sin la compañía del otro. ¿Cómo surgió este espectáculo?

R.– Pues, en parte, por nuestra amistad y, en parte también, por intentar recapturar esos momentos de felicidad sobre el escenario que tuvimos haciendo Los productores. También tenía esa sensación con Flo, tras hacer Isi/Disi, y queríamos hacer algo juntos de nuevo, en cine o teatro. Así que fue encajarlo todo y pensar: ‘Venga, cuantos más seamos mas reiremos…’. Y así nació la cosa.

P.– ¿De dónde bebe el humor de estos ‘amiguetes’? 

R.– De fuentes tan dispares y diversas como esos propios amiguetes.

P.– Dos tontos y yo se estrenó hace ya dos años, un tiempo en el que el país ha cambiado: pensemos en la aparición de Vox, por ejemplo, o en movimientos como el MeToo. ¿Ha variado algo el espectáculo condicionado, quizá, por la actualidad?

R.– Más que por los cambios del país es por nuestra propia inquietud: seguimos cambiando y probando nuevas cosas cada día para sorprendernos nosotros mismos, para no caer en la monotonía y, sobre todo, para hacer reír al espectador, que es, como bien sabe cualquiera que se dedica a esto, el autentico motor de cualquier espectáculo.

P.- Coque Malla decía hace unos días en estas páginas que le asustaban ‘el pequeño policía y el juez’ que parecemos llevar dentro, que liberamos en las redes sociales. ¿Hay que ir con el freno echado a la hora de escribir un chiste?

R.– Tiene razón Coque: nos encanta juzgar a los demás, nos encanta demostrar nuestra superioridad moral y disfrutamos criticando… cuando nos iría mucho mejor teniendo algo más de empatía, aderezado con algo de tolerancia y permisividad, intentando como ejercicio entender al otro o ponerse un instante en su piel antes de machacarle.

P.– Decía Umberto Eco aquello de que ‘la risa mata el miedo, y sin miedo no puede haber fe’. Y siendo tan importante, sin embargo, parece que no se valora.  ¿Se da más mérito al creador que nos hace llorar que al que nos hace reír, aunque sea a partir de nuestras propias miserias?

R.– ¿Según el amigo Umberto somos responsables de que la gente abandone las iglesias para venir a ver nuestro espectáculo? La risa es muy saludable, pero no es algo ‘prestigioso’ o ‘importante’. Claro que cada uno tiene su propio criterio al respecto: para mí, la risa es uno de los bienes mas codiciados y, como espectador, adoro, amo a todo aquel que consigue hacerme reír.

P.– Se lo preguntaba porque es usted el responsable de la película más taquillera del pasado año, con lo que eso pueda suponer para la industria española, y ni siquiera estuvo nominado a los Goya.

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R.– Que no me nominen a nada jamás, pero que el público siga confiando en mí para pasar un buen rato… ¿Dónde hay que firmar eso? No soy alguien que lo quiera todo. Con saber que dos millones y medio de personas han decidido salir de casa y han comprado entradas para ver Padre no hay más que uno estoy más que satisfecho. Es el mejor reconocimiento posible. Tan contento estoy con mi ‘premio’ que me encuentro rodando actualmente la segunda parte: Padre no hay más que uno 2; la llegada de la suegra. Que la risa no pare.