Diario de Castilla y León

Naturaleza

Barniedo, el osezno rescatado en León, ya corre en libertad

El osezno es liberado en una zona próxima al entorno donde fue hallado herido en agosto y porta dos emisores para conocer sus hábitos y localización

Osezno de Barniedo durante su proceso de recuperación

Osezno de Barniedo durante su proceso de recuperaciónJCYL

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Valladolid

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Del Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, pasando por la finca de aclimatación de Valsemana de la Junta de Castilla y León, hasta volver a su verdadero hábitat: la naturaleza. Así finaliza el largo periodo de recuperación del osezno de Barniedo de la Reina que se vio herido y separado de su familia por un incendio en la localidad leonesa en verano. Ahora en libertad, la Junta no perderá su rastro durante los próximos años a través de un doble dispositivo de localización para conocer sus movimientos y hábitos.

Si el 2 de agosto llegó con seis kilogramos al Centro de Recuperación de Animales Silvestres (CRAS) de Valladolid, la evolución de Barniedo ha sido sumamente favorable hasta alcanzar casi los 30 kilos en su puesta en libertad en una zona próxima al entorno donde fue hallado herido. Además, el lugar elegido para la suelta se trata de un robledal con gran producción de bellota, lo que le facilitará alimento en los próximos meses, así como su rápida integración al resultarle seguramente familiar el entorno, donde se movía con su madre y otros dos oseznos antes del accidente.

Según Álvaro Soto, director veterinario del CRAS de Valladolid y responsable de su liberación, "lo normal es que, si hay abundancia de alimento, no necesite hibernar, ya que lo hacen como recurso cuando hay muchas nevadas y no tienen alimento disponible, por lo que, lo más probable es que haga grandes siestas pero no una hibernación en sentido clásico".

Pese a la gravedad de las heridas que sufrió Barniedo en el incendio, especialmente en sus plantas al sufrir quemaduras, sus capacidades nunca se vieron mermadas ya que, durante su estancia en la finca de aclimatación de Valsemana, se le vio trepar fácilmente a los árboles del recinto. Y prueba de una total recuperación y sin ningún rastro de las lesiones sufridas., Barniedo sorprendió al personal veterinario de la Junta y del Principado de Asturias al salir a gran velocidad entre los robles para volver a la naturaleza.

El osezno de Barniedo, con las plantas recuperadas

El osezno de Barniedo, con las plantas recuperadasJCYL

Seguimiento completo

Antes de liberarlo definitivamente en la naturaleza, Barniedo estaba desde la noche anterior en una habitación de aproximadamente 25 m2 en donde entró para alimentarse. Esto permitió a los veterinarios de la Junta realizar la sedación con cerbatana para poder trasladarlo a la sala del centro de Valsemana donde se evaluó su estado de salud.

Una vez en la sala habilitada, en primer lugar se le extrajeron muestras de sangre y de pelo, lo que permitirá conocer su variabilidad genética, entre otras cuestiones. Se le tomaron medidas físicas y se comprobó el estado de las garras que había perdido al lesionarse en el incendio.

Evaluado su estado físico, se procedió a la colocación de los radiomarcadores. En esta ocasión, Barniedo lleva un doble dispositivo de localización. El primero de ellos es un emisor GPS instalado en su espalda. La previsión es que este emisor sea operativo hasta la llegada del verano, cuando el animal mude su pelaje y el emisor se desprenda.

Se le ha colocado un segundo emisor por radiofrecuencia que puede estar emitiendo señal entre cinco y seis años, si no se desprende. Los agentes medioambientales, celadores y patrulla oso podrán seguir su rastro para conocer sus movimientos en las distintas épocas del año, averiguar sus hábitos de alimentación y prever sus movimientos en función de la disponibilidad de alimento en el monte. Daniel Pinto, responsable de la Patrulla Oso, explica que "tenerlo localizado es, además, una herramienta muy útil para evitar posibles situaciones de conflicto con los habitantes de las poblaciones más cercanas".

Barniedo lleva incorporado un microchip que permitirá identificarlo en caso de que vuelva a ser capturado por cualquier motivo. Y después de un día y medio de seguimiento, se ha podido comprobar que se mueve bien por una amplia zona, lo que probablemente sea un reconocimiento del territorio.

Colaboración Junta-Principado

En este trabajo, dirigido por el personal técnico y veterinario de la Junta de Castilla y León, han participado también veterinarios del Principado de Asturias. Se trata de una participación mutua cuando el ejemplar es liberado en Asturias, como fue el caso de Cova, y que permite compartir conocimiento y experiencia que enriquece a ambos equipos. Agentes medioambientales y celadores de la Junta, más personal de la Patrulla Oso de la Fundación Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León, se han encargado de ejecutar distintas fases del manejo y traslado de Barniedo.

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