Un reguero de más de cien muertes en el asfalto de Castilla y León

Un centenar de familias han llorado este año la muerte de un ser querido por culpa de un accidente de tráfico en Castilla y León. Varios centenares de personas han perdido a alguien porque un siniestro vial se lo arrebató. Y el reguero de muertes no termina. Mes a mes nombres propios se suman a la delicada estadística que entraña dolor, sufrimiento y pérdida: Castilla y León registra en lo que va de año 115 víctimas mortales en la carretera. Y la cifra aumentará.

Pasan los meses y los años y la siniestralidad vial no se contiene. Incluso crece. El pasado año ya supuso otro borrón más en la historia de la Comunidad, terminando con 119 fallecimientos, y este sigue una senda similar. De hecho, las 115 personas que murieron por un accidente de tráfico suponen un 4% más que las que perecieron en el asfalto en el mismo periodo del ejercicio anterior, según los datos de la DGT a fecha del pasado viernes 15 de noviembre y a falta de mes y medio para concluir el ejercicio.

Casi un millar de personas han fallecido en las carreteras del país este año, siendo las de Castilla y León las segundas más mortales por el momento, solo por detrás de Andalucía, que se acerca a los dos centenares. Cataluña es la tercera (114).

Dentro de la propia Comunidad, la fatalidad ha sacudido más a León y Zamora. La provincia leonesa ha registrado 28 muertes que representan cinco más que las de hace un año. Zamora también ha sufrido un incremento muy significativo al pasar de 12 fallecidos a una veintena. En Burgos  (15) y Ávila (14) las pérdidas de vida se contaron una quincena de veces en cada una, y en Valladolid nueve personas han perecido por un accidente de tráfico, dos menos que en el mismo periodo de 2023.

En Soria, Salamanca y Palencia han muerto ocho personas y en Segovia, cinco.

Las causas de los accidentes de tráfico son diversas, pero las distracciones al volante cobran peso en los últimos años. Tanto, que la Dirección General de Tráfico (DGT) inició el pasado mes de octubre una campaña de vigilancia, control y divulgación para tratar de atajar esta problemática que genera el 30% de los siniestros viales. Un porcentaje sustancialmente por encima del de hace cinco años, ya que en 2019 las distracciones estuvieron presentes en el 28% de estos sucesos.

Pueden ser unos segundos mirando el móvil, el navegador o un WhatsApp. Pese a que está prohibido manipular los dispositivos telefónicos al volante, es frecuente que esto suceda y que provoque «perturbaciones en casi todas las capacidades necesarias para conducir a la vez: cognitiva, visual, manual y auditiva», según informa la DGT.

Pese a este incremento siguen presentes otras causas que los expertos llaman a controlar, como la alta velocidad o el consumo de drogas o alcohol.

Con el objetivo precisamente de reducir los siniestros viales y sus consecuencias, desde este mes las autoescuelas tienen la obligación de que víctimas de tráfico participen en cursos para recuperar puntos o el carné, tal y como refleja la orden del Ministerio del Interior elaborada por la DGT. Con ella se persigue «sensibilizar sobre las graves consecuencias de los siniestros viales» porque «se ha demostrado su efectividad en el cambio de actitudes».