Mañueco diseña los presupuestos más altos y con la fiscalidad más baja de la historia

Castilla y León ya tiene sobre la mesa el Anteproyecto de Ley de Presupuestos para el próximo años. El presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, presentaron este martes las cuentas tras un Consejo de Gobierno extraordinario en el que también se aprobó el techo de gasto. Se trata de las cuartas cuentas que llevan la firma de Mañueco y que, por primera vez en la historia de la Comunidad superan los 15.000 millones de euros pero, eso sí, con la fiscalidad más baja.

En concreto son 15.084 millones los que establecen este récord que está supeditado a la aprobación del techo de gasto que hoy se registrará en las Cortes. De hecho, esta circunstancia es lo que hace que los presupuestos se presentaran ayer como un anteproyecto de ley, ya que el paso de la aprobación parlamentaria del límite de gasto no financiero debe ser previo. En cualquier caso, Mañueco confió en que la aprobación de las cuentas pueda llegar en el actual periodo de sesiones del Parlamento autonómico, o lo que es lo mismo, antes de final de año.

Los más de 15.000 millones de euros que se prevé que movilicen los próximos presupuestos autonómicos vienen también a consolidar una tendencia claramente alcista que comenzó en 2017, pero con la particularidad de que los cuatro proyectos presentados por Fernández Mañueco como presidente de la Junta han establecido un récord en cada una de las ocasiones.

Son, por lo tanto, unas cifras más elevadas que las dos últimas, aprobadas con el apoyo de VOX como socio de gobierno antes de que los de Santiago Abascal rompieran el pacto en verano. Además, superan también los 12.291 millones de los presupuestos que Mañueco sacó adelante en la coalición con Ciudadanos en 2021 y que se prorrogaron para el 2022 como consecuencia del adelanto electoral.

Por otro lado, este anteproyecto perfila también la fiscalidad más baja de la historia de Castilla y León, como el propio Fernández Mañueco detalló. En este sentido desgranó que «los beneficios fiscales van a alcanzar la cifra de 709 millones de euros», todo ello después de que con la aprobación de las cuentas se lleve a cabo una rebaja del tipo autonómico del IRPF. Pasará del 9 al 8,5%, situándose como el segundo más bajo de toda España, y beneficiará a todos los contribuyentes de la Comunidad, lo que la Junta estima en unas 1.372.000 personas.

Sin embargo, esta no será la única reducción fiscal que se lleve a cabo, ya que serán cuatro las que se incluyan en los presupuestos de 2025 y con las que Castilla y León alcanzaría 38 rebajas tributarias desde 2021. Así se contempla también un tipo «superreducido» del 3% en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para la compra de vivienda por parte de los jóvenes, y que en el caso del mundo rural se reduce hasta un testimonial 0,01%.

Aumenta, además, de un 15 a un 20% la deducción fiscal cuando se rehabilite en el medio rural una vivienda para ser destinada a alquiler; y se aumentan los supuestos en los que se reduce en un 99% el Impuesto de Sucesiones y Donaciones de las explotaciones agrarias para la continuidad de la actividad agraria en el medio rural. De esta forma, los 709 millones de ahorro fiscal beneficiarán a 558.000 contribuyentes.

Durante su intervención, Mañueco puso en valor la «política fiscal moderada» que traen aparejados estos presupuestos y que permite «incentivar el consumo y aumentar la inversión, con el consiguiente impulso al crecimiento económico». Mañueco defendió una política fiscal «moderada, inteligente y comprometida» y frente a los que «apuestan por freírnos a impuestos, nosotros los bajamos, garantizando los servicios públicos en los que somos un referente nacional».

Junto a todo lo anterior, una de las cuestiones sobre las que Mañueco puso el acento con estas cuentas para 2025 es que destinan 9.897 millones de euros a política social, el equivalente a ocho de cada diez euros que van a parar a las consejerías, fundamentalmente a sanidad, educación y servicios sociales, con un importante impulso a las medidas de conciliación y vivienda.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo castellano y leonés puso el acento en los 2.918 millones destinados a servicios y prestaciones para las familias, de los cuales 2.225 millones se dedican a ayudas para viviendas, transporte, internet, formación y empleo, prestaciones sociales y otros servicios.

Para facilitar la conciliación personal, laboral y familiar, se destinan 20 millones de euros al Bono Nacimiento, que beneficiará a más de 8.500 familias; 57 millones para la educación gratuita de 0 a 3 años, que beneficiará a 22.000 escolares; 26 millones para comedores escolares, con más de 31.000 beneficiados; 5 millones para los programas `Madrugadores´ y `Tardes en el Cole´, con más de 13.700 usuarios; 11 millones al `Bono Concilia´, para ayudar a más de 13.500 familias; 9 millones al programa Crecemos, para 4.400 niños; y se han dispuesto 25 millones para promoción y servicios a la juventud.

En el presupuesto para 2025, la Junta dedica 206 millones a facilitar el acceso a la vivienda, en régimen de alquiler o compra. De esta manera, con los 38 millones en beneficios ficales de apoyo en esta materia, la cifra total para vivienda en estas cuentas alcanza los 244 millones, un 44% más. Además, sólo las destinadas a alquiler aumentan más de un 70%, hasta los 122 millones.

Por otra parte, el anteproyecto de ley de las cuentas para el próximo año incorpora 313 millones en partidas necesarias para implementar, en la primera anualidad, los acuerdos recién firmados en el seno del Diálogo Social y los compromisos anteriores en materia de dependencia, educación, vivienda, competitividad e incendios forestales, entre otros.

Para la Junta, el presupuesto para 2025 afronta los desafíos del futuro con tres objetivos. Por un lado, «impulsar el emprendimiento, la innovación y la digitalización como motores del crecimiento económico». En segundo lugar, «trabajar por Castilla y León para que sea una comunidad atractiva para jóvenes, familias y mayores, en la que disfrutar de un alto nivel de calidad de vida». Finalmente, «impulsar el crecimiento económico de los sectores estratégicos».