Igea se sube a la máquina del fango y arremete contra el padre de Mañueco, ya fallecido

A lo más bajo de la dialéctica del fango se bajó este martes Francisco Igea Arisqueta, el polémico procurador del Grupo Mixto, durante su intervención en el Pleno de las Cortes de Castilla y León. Desde su escaño arremetió contra el padre del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, al que calificó de «ilustre requeté, un hombre adicto en todo al régimen. Un hombre que fue parte del aparato judicial del franquismo. Un hombre que fue procurador en dos legislaturas del franquismo y alcalde del franquismo».

Igea reprochó de esta manera a Mañueco que no hubiera retirado del callejero de Salamanca, cuando fue alcalde de la capital charra, la vía con el nombre de Marcelo Fernández Nieto, su progenitor, ya fallecido –que fue, en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, alcalde de Salamanca y procurador en Cortes, así como gobernador civil de la provincia de Zamora–. El procurador del Grupo Mixto trajo a colación el asunto por la negativa de la Junta a bautizar el albergue de Béjar con el nombre del político Valentín Garrido, fusilado en 1937. «Lo que usted le negó a Garrido, incumpliendo la ley, lo admite para su padre», acusó Igea. «Yo no le pido que quite la placa de su padre. Le pido que haga un gesto de concordia y le dé a las víctimas de la represión lo que nadie le niega a su padre», concluyó.

El presidente respondió tranquilo al procurador: «Mire, para mí, mi padre era mi padre. Yo no sé qué era su padre para usted». Por otro lado, defendió su paso por el Ayuntamiento de Salamanca: «Mi historia como alcalde de la ciudad de Salamanca, ahí está. No la va a manosear ni a manipular usted», dijo.

«Lo único que tengo que decirle es que el otro día usted estaba de la mano de Vox en la Junta de Portavoces», le recriminó a Igea. «Ahí hubo dos posturas. La del Grupo Parlamentario Popular, que quería hacer las cosas bien con garantías en la tramitación, y otros hacer ruido solo por intereses políticos. Y usted salió corriendo a apuntarse al ruido, señoría», añadió.

«Tengo que decirle que, a diferencia de otro, a usted no le puedo decir lo que le he dicho a Vox y al Partido Socialista, que están a las órdenes de sus jefes de Madrid, porque usted ya no tiene partido, ya no tiene jefes en Madrid. Está simplemente solo», le afeó.

Igea había intervenido en el hemiciclo para preguntar al presidente sobre el proyecto de Ley de Concordia. Aprovechó su turno para calificar a Mañueco de «rey de la concordia» por tener «una larga lista de exvicepresidentes que pueden afirmarlo». También calificó a Mañueco de «hombre cambiante» que «tuvo que ir arrastrado por un juez a quitar el medallón de Franco» y «permaneció en silencio cuando su partido en Villadangos se negó con las exhumaciones».

«Es curioso que usted hable de concordia. Más que curioso, chocante, señoría», apostilló Mañueco en respuesta al procurador. «Usted habla de concordia cuando no ha querido ir a acordar, a dialogar o al menos a escuchar a la cita que hice a todos los representantes de los grupos parlamentarios. Ese es su nivel, señoría». 

También puso sobre el tapete los cambios de formación de Igea: «Es curioso también su repentino acercamiento a las propuestas de Vox. Lo hizo en la Junta de Portavoces. ¿No estará pensando en cambiar de partido otra vez?, porque creo que es el único que le queda», concluyó el presidente.