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GANADERÍA

Descenso de los robos en el campo de Castilla y León

Bajan un 7% esos delitos / Las Organizaciones Agrarias señalan que los pequeños hurtos no se esclarecen porque "es casi imposible que aparezca" el material robado

Una imagen de archivo del equipo RocaICAL

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Valladolid

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Los robos en el campo son un mal que aflige a los ganaderos y agricultores, a una mala cosecha o una mala temporada de lluvias se le suma en ocasiones este tipo de actos vandálicos. Por suerte, la tendencia en los últimos años en Castilla y León es a la baja. En 2019 la cifra era de 900 robos anuales, cuatro años más tarde se sitúa en 728. Y en comparación con 2022, el número también desciende un 7,3% al pasar de 785 a 728.

Un descenso que desde las Opas (Organización Profesional Agraria) se achaca a la falta de denuncias de los afectados. Al no estar en ningún registro, es como si no existiera y no hubiera constancia de ello. Al no haber datos, las Organizaciones Agrarias tienen menos argumentos para pedir mejorar la seguridad en el campo. Unas cifras que no se quedan sobre el papel. Detrás de cada número se esconde un trabajador, un agricultor o ganadero que ha visto como un día no podía realizar su labor en el campo al haber sido víctima de un robo del medio con el que se gana la vida.

En un tramo de cuatro años estos actos vandálicos se han reducido en 172, lo que en términos porcentuales se traslada a un descenso del 19%, según datos del Ministerio del Interior. En la comparación interanual entre 2022 y 2023 sorprende la diferencia entre las nueve provincias que componen la Comunidad. Unos datos oficiales que desde las Opas no dudan en señalar que son muchos menos de los que en realidad hay: "Habría que multiplicar las cifras por siete".

Las Organizaciones Agrarias lamentan que los afectados no informen de los hechos a la Guardia Civil al ser poco el valor de lo sustraído y no tener tiempo para interponer la denuncia. El presidente de Asaja Castilla y León, Donaciano Dujo, señala que hay ocasiones en la que no denuncian porque la "cuantía del robo no es grande". A mayores, el trámite de presentar la denuncia no es una cosa rápida porque también deben declarar. Unos procesos con «muchos trámites» que «pocas veces se consigue recuperar lo robado».

Desde su formación se pide a los ganaderos y agricultores que "todo robo se denuncie". "Si se formula una denuncia en un cuartel de la Guardia Civil se añade a una estadística de daños y se puede exigir a la Delegación del Gobierno o a las subdelegaciones más efectivos o campañas para evitar estos actos vandálicos". "Si no se denuncia, no figura en los datos", ratifica Dujo. Al estar en las estadísticas, la OPA sostiene que se pueden pedir más medios para intentar evitar este tipo de situaciones, pero si no aparece en ningún registro, no pueden. Por todo ello, animan a los afectados para que den voz a este tipo de situaciones.

En cuanto al número de robos, decreciente en los últimos tiempos, el líder de Asaja, agradece la labor del «equipo Roca de la Guardia Civil», el destacamento que se encarga de este tipo de actos vandálicos. Manifiesta que llevan "varios años con una presencia masiva" y ha conllevado a menos robos agrarios: "Hacen un buen trabajo, desarrollan una acción importante contra los robos en el campo". Además, afirma que ejercen «presión» sobre las terceras personas que compran el material robado.

Pese al buen trabajo del cuerpo, según indica Dujo, también influyen «cambios importantes en la agricultura, hay menos material para robar". Se han sustituido sistemas de riego o "se han cambiado motores" y, lógicamente, al haber menos material, se roba menos.

Unas palabras que van en una línea muy similar a las de Aurelio González, coordinador de la Alianza UPA-COAG. El zamorano sostiene que "muchos agricultores no se molestan en denunciar porque saben que no recuperan nada". Al igual que su compañero, defiende que es bueno dar a conocer estos casos para que haya más "posibilidades de recuperar el material» y «presionar desde la Guardia Civil" para evitar que este tipo de conductas se repitan.

"Hay gente a la que no les gustan los problemas, los papeles ni las denuncias", defiende González. Aunque si un pequeño robo se repite varias veces «sí denuncian". "Algunos por un robo de 50 litros de gasoil un día no se molestan". 

Al igual que si les vandalizan un "pivot de riego", los agricultores sí acuden a la Benemérita para dar parte de lo ocurrido. "Por pequeño que sea, que se denuncie para que se sepa y se pueda presionar", indica el líder de UPA-COAG. "Cuando les convences te terminan haciendo caso", apunta sobre el proceso de convencer a los agricultores y ganaderos para que den parte de los pequeños hurtos.

Al igual que Asaja, reconoce la buena labor del equipo Roca: "Funciona". Pese a ello, pide que exista un mayor control "en los puntos donde se compra el material robado".

El coordinador general de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, indica, al igual que sus compañeros, que «la mayoría de robos no se denuncian". Una situación que hace que bajen las cifras, pero «la realidad es muy diferente". "Hay muchos más robos que denuncias», sostiene a la par que afirma que en el "80-90% de las ocasiones es una pérdida de tiempo". "Habría que multiplicar por siete las cifras», remarca. "El 80% de los robos no se denuncian, bajan las denuncias, pero no los robos".

"¿Para qué denunciar? Si no encuentran nada, es casi imposible que aparezca", explica sobre los motivos que llevan a no informar a la Guardia Civil sobre los hurtos. "Insistimos en que hay que denunciar, pero entiendo que no lo hagan. Es perder una mañana", sostiene.

González Palacín ha sufrido él mismo un robo y conoce lo que ello conlleva. «Yo puse una denuncia por una tubería robado. Es perder una mañana, otro día viene la Guardia Civil a hacer fotos y hay épocas del año en la que estamos muy liados», explica.

El líder de UCCL indica que en ocasiones el perjuicio económico que les provocan es mayor al estar varios días sin poder trabajar que el propio coste del material robado: "Hace que baje la producción".

Ante esta situación, el líder de UCCL pide "mayor presencia policial". "Antes la Guardia Civil estaba mucho tiempo en el mismo sitio, se integraba más y recababa más información de la gente", apunta.

En solo dos provincias de Castilla y León aumentan el número de robos, según datos oficiales de Interior: Burgos y Soria, con la primera con una subida del 19,8% y la segunda, con un 3,4%. En el resto de territorios, afortunadamente caen este tipo de sucesos. En este caso, en el de las provincias en las que desciende el número de robos también hay una diferencia sustancial entre unas y otras. Segovia acapara la mayor bajada con un 36,6% menos y le sigue Palencia con un 20% que en 2022. Si bien, pese a ser los dos territorios en los que más descienden los robos en explotaciones agrícolas o ganaderas, son dos de las que menos sucesos de este tipo acumulan en toda Castilla y León: Segovia es la tercera que menos tuvo en 2023 y Palencia, la segunda. Solo estuvo por detrás de ellas Soria con 30.

Salamanca es la siguiente provincia en cuanto a reducción interanual de estos actos vandálicos. Tuvo una bajada del 11,5%, la tercera y última con dobles dígitos. En el siguiente puesto se encuentra Valladolid que es las que más se acerca a la media autonómica con una reducción del 7,1% y es la provincia que más robos tuvo en 2023 con 170, lejos de la siguiente que es Burgos con 109.

Zamora presenta una reducción del 5,1% al sufrir cinco robos menos en la comparativa entre 2022 y 2023, León tuvo un 4% menos y Ávila, otro 3%. En términos absolutos la provincia vallisoletana fue la que más tuvo con 170 (también o fue en 2022 con 183), seguida de Burgos con 109 y Salamanca con 108. No muy lejos de la centena de sucesos vandálicos en el campo se encuentra Zamora con 94, la quinta en este listado es León con 65, seguida muy de cerca de Ávila con 64. En último lugar se encuentran Segovia con 52, Palencia con 36 y Soria con 30, siempre según las estadísticas oficiales.

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En cuanto a las cifras entre meses, sí llama la atención el pico más alto de sustracciones en explotaciones agrícolas o ganaderas y el pico más bajo. Enero fue el mes con menos robos de 2023 en Castilla y León con 47 y mayo el más alto con 73. El resto de meses superan el medio centenar de sucesos con febrero (67); marzo (66); abril y octubre (65); y julio (61).