Diario de Castilla y León

UNIVERSIDADES

Mañueco se compromete a que Burgos y León tengan Medicina «lo antes posible»

El Consejo de Gobierno de la Junta aprueba el Plan Integral del Talento 2024-2027, que contará con una inversión cercana a los 350 millones / El número de universitarios de nuevo ingreso aumenta un 7% este curso

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, participa en la apertura del Curso Académico 2024-2025 de las universidades

El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, participa en la apertura del Curso Académico 2024-2025 de las universidadesICAL

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Diego Santamaría
Burgos

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Se daba por hecho que la reivindicación se pondría sobre la mesa. Inmejorable ocasión para la Universidad de Burgos (UBU), anfitriona de la apertura del curso académico 2024.2025 en Castilla y León celebrada ayer en el Hospital del Rey, que lleva tiempo pidiendo encarecidamente al Gobierno autonómico la implantación del Grado de Medicina en Burgos. Y su rector, Manuel Pérez Mateos, no desaprovechó la oportunidad de recalcar su petición, la misma que también hace León, al propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco.

El mandatario regional recogió el guante durante el cierre del acto institucional. «Vamos a estar a la altura para que esto sea una realidad lo antes posible». Con esta declaración de intenciones previamente matizada, Mañueco consideró que «no podemos fallar a la ilusión colectiva que ha despertado en estas universidades y sus ciudades».

Sus palabras, recibidas entre aplausos, generaron un más que visible alivio entre muchos de los presentes. Porque de entrada, al abordar este asunto, hizo hincapié en que su postura es la «misma» que la expuesta durante la apertura del curso 2022-2023. Es decir, que la Junta comprende las «legítimas» peticiones de Burgos y de León -al igual que cualquier otra que demanda un nuevo Grado- siempre y cuando los proyectos presentados puedan «garantizar su viabilidad». Desde entonces, los pasos dados por ambas universidades parecían ser en balde.

También apuntó Mañueco que, hasta la fecha, «no se ha producido consenso» al respecto. Sin embargo, se comprometió públicamente a «liderar» la búsqueda de acuerdos pese a ser consciente de que las aspiraciones de Burgos y León chocan con los planteamientos de Salamanca y Valladolid al contar con sus propias facultades de Medicina.

Sea como fuere, el presidente autonómico anunció que el próximo 2 de octubre mantendrá una reunión «al más alto nivel» con los rectores de las cuatro universidades públicas de la Comunidad. En dicho encuentro, avanzó, se abordarán cuestiones como la implantación de la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), planes plurianuales en materia de inversiones e investigación, y cómo no, el tema de Medicina y otras posibles nuevas titulaciones. De lo que se trata, por lo tanto, es de que la Junta se encargue de «liderar e impulsar los consensos necesarios para un avance sólido en la planificación universitaria de Castilla y León».

Fiel a su impronta, el rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, volvió a manifestar su más firme deseo de que Burgos cuente, sí o sí, con su propio Grado de Medicina. Ha defendido la viabilidad del proyecto hasta la saciedad, incluso cuando las puertas parecían cerradas a cal y canto. Pero nunca perdió la esperanza. Siempre se mantuvo optimista y, a punto de culminar su último mandato, no se explayó aunque sí puso el acento sobre una reivindicación que defiende a capa y espada.

Podría haber profundizado. Y resaltar, por ejemplo, la importancia de contar un Grado de Medicina en la ciudad porque se retroalimentaría a la perfección con el Hospital Universitario de Burgos (HUBU). No obstante, lo único que Pérez Mateos pidió a Mañueco fue sensibilidad» e «inteligencia política». Más que nada, porque la ansiada Facultad supondría, a su juicio, «la mejor inversión para el desarrollo de la Comunidad», amén de garantizar el «crecimiento» de la propia UBU, que en los últimos año ha logrado incrementar en un 25% el número de estudiantes de nuevo ingreso, de los cuales más de la mitad son de fuera. Del mismo modo, tampoco pasó por alto el hecho de que la llegada de esta titulación permitiría «paliar la reconocida falta de profesionales en Castilla y León».

Consciente además de que en términos generales las universidades de la región gozan de una «extraordinaria capacidad para atraer talento», el rector burgalés reclamó el «apoyo» de la clase política y los agentes sociales para mejorar la competitividad y, al mismo tiempo, luchar contra la despoblación. Partiendo de esta premisa, estimó «necesario» que el Ejecutivo autonómico establezca una financiación plurianual con«definición de objetivos estratégicos, programas y acciones»que permitan configurar «planes propios para mejorar su organización y eficiencia».

Otro asunto a relucir, que en este caso no compete a la Junta, fue el proyecto de rehabilitación del Hospital de la Concepción, donde se ubicará el Archivo Provincial e instalaciones universitarias. Con la tranquilidad de saber que la inversión comprometida por el Ministerio de Cultura no está supeditada a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), Pérez Mateos reconoció su expectación ante el previsible arranque de las obras -si no se retrasan- en la primavera de 2025. De ser así, la dotación podría estar lista en 2028 y marcar un importante «punto de inflexión» para Burgos.

Captación de talento

Más allá de su compromiso con las universidades de Burgos y León, Mañueco confirmó que el Consejo de Gobierno tiene previsto aprobar hoy mismo el Plan Integral del Talento 2024-2027, que contará con una inversión cercana a los 350 millones de euros. Lo que se busca, lógicamente, es asentar una base sólida, generar elementos de atracción y conseguir retener a todos aquellos estudiantes e investigadores capaces de aportar un plus añadido desde múltiples esferas de conocimiento a la Comunidad.

Echando la vista atrás, al menos a corto plazo, Mañueco sacó pecho tirando de datos. En su opinión, esta es la «legislatura del talento» y ha quedado demostrado. Entre otras cosas, porque Castilla y León, a la hora de valorar las entradas y salidas de alumnos universitarios, arroja un saldo positivo por encima de los 11.000 únicamente superado por Madrid y Barcelona. Por otra parte, destacó que la Comunidad es, a día de hoy, la segunda que más estudiantes de Grado atrae y la tercera si hablamos de másteres.

A fin de seguir captando más talento a corto plazo, el mandatario autonómico recordó que la Junta realiza un«esfuerzo» para dotar de más medios a los investigadores universitarios, que este año cuentan con un presupuesto global de 38 millones de euros. Gracias a ello, incidió, ha sido posible contratar a un centenar de técnicos de apoyo.

En este contexto, el presidente de Castilla y León aprovechó el cierre del acto institucional en el Hospital del Rey para mencionar el programa Andrés Laguna, que próximamente favorecerá la incorporación de dos investigadores de renombre a las universidades de Salamanca y Valladolid. También recordó que está previsto lanzar la primera convocatoria Junior de dicho plan, cuyo objetivo es contratar a jóvenes talentos.

Sobre la financiación de las universidades públicas, Mañueco puso el ejemplo de la UBU, que ha experimentado un incremento del 18% respecto al ejercicio 2019. Desde entonces, tal y como precisó, la institución ha visto cómo su cuerpo docente aumentaba un 13% y su número de alumnos un 9%.

Otro factor clave que sitúa a la Comunidad en los primeros puestos de atracción de estudiantes sería la bajada de tasas, que en este curso se sitúa en el 9,5%. Es probable, según Mañueco, que dicha rebaja ayude a explicar en gran medida por qué el número de alumnos de nuevo ingreso ha experimentado un crecimiento cercano al 7% este año. Por otra parte, no se olvidó de mencionar la reducción de precios en la EBAU, la creación de nuevas becas o el aumento del umbral de la renta para acceder a ellas.

Cómo no, el mandatario regional lanzó un nuevo alegado a favor de la colaboración público-privada. En este sentido, ensalzó la puesta en marcha del nuevo Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa, que cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.

Por todo lo anteriormente plasmado, Mañueco se mostró plenamente convencido de que Castilla y León constituye un importante foco de atracción para el talento. Con las universidades como lanzadera, aseguró que existe un amplio abanico de posibilidades desde el ámbito empresarial, especialmente en sectores estrechamente ligados a las nuevas tecnologías.

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