Pacma exige paralizar la caza en Castilla y León para evitar “daños irreversibles” en los ciervos
El partido animalista advierte de que enfermedad hemorrágica está afectando “severamente” tanto a la ganadería como a las poblaciones de ungulados
Un ciervo rodeado de hembras al amanecer en el Valle de Miranda en la montaña palentina en una imagen de archivo
El Partido Animalista Pacma ha solicitado a la Junta de Castilla y León que decrete de manera inmediata la paralización cautelar de la caza en la Comunidad, antes del comienzo de la época de berrea, por una cuestión de “coherencia ecológica” y “conservación”. La propuesta se realiza ante la “grave situación” de la fauna silvestre provocada, entre otros factores, por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) y la elevada mortalidad de especies cinegéticas.
Según un comunicado del partido animalista recogido por Ical, los ciervos de la Sierra de la Culebra se encuentran en una situación crítica tras la aparición de numerosos cadáveres, aunque aún no se tienen datos oficiales sobre la causa o causas de estas muertes, según informa Ical.
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Desde el Pacma se recuerda que la enfermedad hemorrágica, que ya está presente en diversas áreas de Castilla y León, está afectando severamente tanto a la ganadería como a las poblaciones de ungulados. “Esta enfermedad, caracterizada por su alta tasa de mortalidad, representa una amenaza significativa para la fauna silvestre y la biodiversidad de la región que, sumado a la merma poblacional propia de la intervención del sector de la caza, podrían comprometer seriamente el equilibrio ecosistémico”.
El Partido Animalista sostiene que la situación se ve agravada por otros factores críticos que están contribuyendo a la mortalidad de la fauna, como el exceso de velocidad en las carreteras, la falta de visibilidad adecuada, y la insuficiente limpieza de las vías, más transitadas en los meses de verano que en otras épocas del año.
En este contexto, considera “incoherente e irresponsable”, desde un punto de vista ecológico y de conservación de las especies, que se permita el inminente comienzo de la temporada de caza, especialmente en época de berrea. “La caza en estas circunstancias no solo podría agravar la situación de las poblaciones de ciervos ya debilitadas por la enfermedad y otros factores, sino que también podría tener un impacto irreversible en el equilibrio de los ecosistemas locales”, añaden.
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