Turismo
El puente de agosto llena las casas rurales en Castilla y León y los hoteles aspiran al 60% de ocupación
El turismo rural afronta la próxima festividad como «una de las más importantes» del año que se consolida con más de un 90% de ocupación / Salamanca, León y Burgos, los destinos con más reservas hoteleras
Agosto es el mes de las vacaciones, de cambiar los bares ‘de siempre’ por los chiringuitos y los paseos por adoquines por la arena de la playa. Y es que el verano abre la puerta de los hogares para buscar un hospedaje temporal en otros rincones, especialmente con el puente de agosto que brinda una excelente oportunidad para escapar del calor de la ciudad y disfrutar de unos días de descanso y desconexión. Si las casas rurales son las grandes beneficiadas en Castilla y León de esta festividad, donde se espera alcanzar una ocupación superior al 90% para impulsar el turismo rural, los hoteles reflejan el revés de esta situación al rebajarse esas cifras hasta el 60% a nivel general, con excepciones en León, Salamanca y Burgos.
«Ahora coges el teléfono a cualquier casa rural y te van a decir que no va a haber sitio», asegura Luis Chico, presidente la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León. Sus perspectivas son las de conseguir un «lleno rotundo» a partir del 15 de agosto, uno de los doce días marcados como fiesta laboral en el calendario de la Comunidad. De hecho, para Chico este puente es una de las tres fechas marcadas en su particular agenda al presentar los mejores datos de ocupación del año, como ocurre con la Semana Santa y con el puente de la Constitución del 6 de diciembre que se junta con el Día de la Inmaculada Concepción, el día 8.
Si para los alojamientos rurales de Castilla y León agosto es calificado como «el mejor mes del año», esa etiqueta no se contempla para los complejos hoteleros. «El puente puede incrementar un poco la ocupación esos tres días, pero nada más», señala Raquel González, secretaria general y gerente en la Asociación de Hoteles de Valladolid. Así, hay provincias como Salamanca, Burgos y Palencia que están por encima de la media de la región con ocupaciones «muy altas» entre el 70 y 90%, mientras el resto aspiran a llegar a los mismas cifras del año pasado, con un 58%.
La diferencia en la recepción de turistas es más que evidente y todo debido a unas temperaturas sofocantes en las ciudades que rehúyen el turismo, como demuestra que la ocupación durante el mes de julio haya sido un 15% inferior al mismo mes del año pasado en los hoteles de Valladolid, con una ocupación global en la plaza del 45%, excepto en los complejos para el viajero de paso «que busca piscina o establecimientos situados en zonas que no le desvíen demasiado de su ruta» y que generalmente procede de Francia, Bélgica e Inglaterra.
Reservas de última hora
Son las propias condiciones del turista las que provocan que la Asociación de Hoteles de Castilla y León no pueda confirmar un dato la ocupación que esperan para la próxima festividad. «La previsión va un poquito sobre la marcha, con reservas de última hora», comenta Piedad Sánchez, presidenta de la Asociación de Hoteles de Castilla y León. Y es que la ocupación hotelera puede cambiar radicalmente en horas, como añade al respecto Raquel González, que ejemplifica cómo un hotel de tamaño medio (menos de 100 habitaciones) pasó de tener una habitación reservada en una mañana a acabar con 20 habitaciones ocupadas al final del día.
Lo que sí pueden avanzar ambas representantes hoteleras es que son tres los destinos que están «por encima» del resto de provincias en cuanto a turismo se refiere: León, Salamanca y Burgos. «Tienen ocupaciones muy altas, entre el 70 y 90%, porque son ciudades Patrimonio, destino por sí mismas a nivel nacional e internacional, y favorecidas por el Camino de Santiago», razona Raquel González. En el resto de Castilla y León no se supera el 58% de ocupación, la cifra media del año pasado para el puente de agosto. «El patrimonio también les sirve de gancho, pero no al mismo nivel, como Ávila o Segovia, y ciudades en las que la ocupación en verano cae porque no proponen eventos excepcionales que ayuden a incrementar las visitas en verano y su cliente es el corporativo o el de temporada por eventos concretos», continúan desde la gerencia de la Asociación de Hoteles de Valladolid, como ocurre en la misma ciudad vallisoletana, que «no es destino de verano» y agosto, como julio, es un mes de ocupación «muy baja» que arrastra el precio medio del sector.
El verano parece limitar el turismo en las capitales de provincia, consecuencia de los cambios en los hábitos de los consumidores. «Ahora optan por un destino con playa y estar únicamente una noche alojados», afirma Piedad Sánchez y como refleja que la estancia media el pasado mes de junio fue en Castilla y León fuese de 1,63 días frente a los 3,21 de España.
«Hacemos el año»
Más allá de estos lugares que se terminan masificando en cualquier etapa estival, las casas rurales cada vez son una opción más consolidada para el turismo familiar que, según Luis Chico, es el que predomina en todo el mes de agosto, incluido en el puente de la Asunción. Así, los cerca de 4.000 alojamientos rurales ofrecen planes complementarios ‘refrescantes’ para combatir las altas temperaturas. «Las principales actividades están relacionadas con el enoturismo, las bodegas y la gastronomía, la naturaleza que incluya visitas a embalses, y nunca faltan las fiestas de pueblos y los encierros», expresa Luis Chico.
La Montaña Palentina, el norte de León, Ávila, Salamanca y Segovia acaparan gran parte del 90% de reservas en alojamientos rurales a partir del 15 de agosto, el mes con el que «hacemos año» en el turismo rural tras superar con diferencia el 60% de ocupación en junio y 70% en julio a nivel regional. En cambio, en Valladolid los números no son tan destacados con una ocupación que se sitúa entre el 70 y 80% para los mismos días.
Pero como exponía Piedad Sánchez, el presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León anhela por ampliar aún más las pernoctaciones. «El turismo no es el que visita, es el que se queda. Y en la Comunidad tenemos las pernoctaciones más bajas de España», afirma Chico ya que, según los últimos datos, la estancia media en alojamientos rurales fue de 2,05 días, por debajo de los 2,45 registrados en el conjunto de España.
Por ello, desde la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León se echa en falta «mayor promoción» por parte de las administraciones al considerar el turismo rural es «una herramienta para combatir la despoblación».