Diario de Castilla y León

SUCESOS

Trágico fin de semana en Castilla y León con cuatro fallecidos

La Comunidad ha sido escenario de la muerte de dos motoristas, uno de ellos en el gran premio de La Bañeza, un escalador y un joven ahogado en el Duero

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.E. M.

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Valladolid

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Fin de semana trágico en Castilla y León, donde este fin de semana han perdido la vida cuatro personas en diferentes accidentes, dos de ellos relacionados con accidentes de motocicleta, uno de montaña y un cuarto por ahogamiento en el río Duero.

Todos estos sucesos se concentraron entre la tarde y la noche del sábado, cuando los teléfonos de los servicios de emergencia fueron un auténtico hervidero por los avisos sobre estos cuatro accidentes y otros que afortunadamente no se cobraron ninguna vida.

El primero de los fallecidos fue un escalador que se precipitó desde unos 50 metros de altura cuando se encontraba practicando rapel en la zona de Peñas del Prado, en la vía de escalada Lago de Luna, en la provincia de León, tras lo que quedó inconsciente.

El suceso se produjo sobre las 17 horas, cuando la sala del 112 informó de un accidente de escalada al Centro Coordinador de Emergencias, por lo que el Grupo de Rescate de la Junta de Castilla y León, acudió al lugar para dar una primera atención sanitaria a la víctima, informa Ical.

Durante este proceso, el Centro Coordinador de Emergencias puso en continuo contacto al acompañante que dio el aviso del accidente con personal médico de Emergencias Sanitarias-Sacyl, que facilitó las indicaciones oportunas para realizar una reanimación correcta, ya que el escalador estaba inconsciente.

Sin embargo, cuando el Grupo de Rescate de la Junta localizó a los escaladores y su enfermera rescatadora realizó las maniobras de reanimación oportunas, no se pudo hacer nada por salvar la vida del montañero.

Este trágico suceso no fue el único que se registró en la provincia de León durante este sábado 10 de agosto, cuando el Centro Coordinador de Emergencias de la Junta de Castilla y León gestionó cuatro rescates en menos de cuatro horas.

El primer aviso se recibió a las 15.32 horas, cuando una llamada informaba al 1-1-2 sobre un senderista de 48 años que se encontraba desorientado tras hacer cumbre en Peñarmada (León) y tratar de descender por una zona muy escarpada con una orografía compleja, además de encontrarse exhausto por la ruta y las altas temperaturas. El Grupo de Rescate de la Junta de Castilla y León acudió a la coordenada proporcionada por el equipo técnico del Centro Coordinador de Emergencias y evacuó a zona segura.

El segundo aviso se recibió a las 15.37 horas y en su comunicación con la sala de operaciones del 1-1-2 Castilla y León explicaron que se trataba de un grupo de tres adultos y un menor que hacían una ruta cerca del lago la Baña, donde sufrieron un despiste y no pudieron progresar. Desde el Centro Coordinador se solicitó la colaboración del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de Sabero de la Guardia Civil, que acudió a la zona y trasladó al grupo de senderistas a un lugar seguro cercano a la población.

Por otra parte, sobre las 17 horas, cuando el Grupo de Rescate de la Junta había finalizado la evacuación en helicóptero del montañero desorientado en la cumbre de Peñarmada y se encontraba en vuelo hacia la base, se informó al Centro Coordinador de Emergencias a través de la sala del 1-1-2 del accidente del escalador en la zona de Peñas del Prado, en la vía de escalada Lago de Luna, por lo que el Grupo de Rescate modificó su rumbo y acudió al lugar.

Finalmente, a las 19.15 horas, el Grupo de Rescate de la Junta de Castilla y León acudió a su última intervención del día después de que un montañero que avisara al 1-1-2 Castilla y León al encontrarse con un padre y su hijo que realizaban el ascenso al refugio Collado Jermoso desde Cordiñanes de Valdeón con pequeños síntomas de deshidratación.

Desde el Centro Coordinador de Emergencias se volvió activar el helicóptero de rescate de la Junta de Castilla y León, que llegó a la zona en menos de 20 minutos, donde localizaron y evacuaron a los senderistas hasta una zona segura en el refugio, ya que estaban ilesos y no requerían de asistencia sanitaria.

El siguiente fallecido fue uno de los pilotos que participaban en el gran premio de motociclismo de la localidad leonesa de La Bañeza. El gallego de Pontevedra Javier Álvarez, de 47 años, fallecía este sábado tras sufrir un accidente en los entrenamientos correspondientes a la categoría de Moto 3.

La víctima corría en el circuito urbano de La Bañeza con la escudería coruñesa MMG Racing de Culleredo y fallecía tras el brutal impacto contra el suelo al salirse en una curva cuando realizaba la última vuelta y chocaba contra una valla de seguridad y salía despedido, hasta golpearse con un muro. Aunque en un primer momento se indicaba que había chocado contra una pared y que su fallecimiento se había producido en el Hospital de León, donde había sido trasladado, el piloto pontevedrés de 47 años perdía la vida tras golpearse contra el asfalto del circuito de La Bañeza y fallecía en el mismo lugar, pese a los intentos de reanimación de los servicios sanitarios.

La LXIII edición del Gran Premio de Velocidad tenía previsto celebrarse a lo largo del domingo y, aunque en un primer momento se pensaba en la suspensión tras la tragedia eran los propios pilotos, según detallaron a este periódico fuentes de la organización del Moto Club Bañezano, quienes decidían continuar con la prueba, que congregó a cerca de 80.000 personas y amantes de las dos ruedas venidos de numerosos puntos de España.

Fue otro motorista, que en este caso circulaba por una carretera convencional, otra de las víctimas mortales que deja el fin de semana en Castilla y León. El accidente se produjo por la colisión entre un turismo y una moto en el kilómetro 11 de la ZA-912 en Villardeciervos, en la provincia de Zamora, según datos del 112 Castilla y León recogidos por Europa Press.

El suceso tuvo lugar minutos antes de las 21.40 horas de este sábado, cuando la sala de operaciones del 112 Castilla y León recibió varias llamadas que avisaban sobre el accidente.

El 112 avisó del mismo a la Guardia Civil (Tráfico) Zamora y al centro coordinador de urgencias (CCU) de Emergencias Sanitarias-Sacyl, desde el que se envió una unidad medicalizada de emergencias (UME), una ambulancia soporte vital básico SVB y al personal sanitario del Punto de Atención Continuada (PAC) de Mombuey.

En el lugar, los sanitarios confirmaron el fallecimiento del motorista, un varón cuya edad quedó en ese momento pendiente de confirmación. Además, atendieron a una mujer de 67 años que fue trasladada en ambulancia de soporte vital básico al Complejo Asistencial de Zamora.

Finalmente, la última víctima mortal de la jornada del sábado fue un joven refugiado de Mali de 26 años que había desaparecido en el río Duero en Soria mientras se bañaba. Tras varias horas de búsqueda especialistas de actividades subacuáticas de los Grupos Especiales de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional localizaron sobre las 21.20 horas el cuerpo sin vida del joven que desapareció ese mismo día por la mañana mientras tomaba un baño junto a otros chicos.

Los agentes, desplazados desde Guadalajara para sumarse al dispositivo de búsqueda del joven africano, encontraron el cuerpo a cinco metros del punto que habían indicado los testigos, en los Arcos de San Juan, a la altura de las canchas de vóley, y a unos tres metros de profundidad. El varón tenía 26 años y procedía de Mali.

«La comisión judicial en la que también estaba presente la médico forense de guardia en Soria autorizó el levantamiento del cadáver y su traslado al Instituto Anatómico Forense para la realización de la correspondiente autopsia», explicó el subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre.

El joven formaba parte de un grupo de refugiados que están en el programa de emergencia Canarias con la Fundación Apip-Acam en la capital soriana. En el momento de los hechos estaban haciendo actividades con una monitora en una zona de ocio con canchas de voley-playa junto al río. «En un momento dado unos cuantos decidieron tirarse al río a nadar», explicó Latorre, que calificó el suceso de «desgraciado accidente». El desafortunado joven sabía nadar pero no pudo salir del agua. «Otro compañero se tiró a intentar ayudarle, pero no pudo», agregó el subdelegado.

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