MENORES NO ACOMPAÑADOS
Castilla y León acogió a 51 niños migrantes no acompañados con VOX en la Junta
La Comunidad recibió 28 menores no acompañados en 2022 y 23 el año pasado / Castilla y León mantiene acogidos a 202 niños migrantes, 78 de ellos ucranianos
La llegada de inmigrantes a las costas de diferentes puntos de España en los últimos años ha llevado a que la capacidad de estos lugares para acogerlos esté cada vez más mermada. Por eso, a través del Gobierno de España se promueve que los menores migrantes no acompañados que llegan a territorio nacional, especialmente a Canarias, pongan rumbo a otras comunidades autónomas. Ha sido este procedimiento, y por el que se preveía la llegada de 21 menas a Castilla y León este año, que VOX optó por romper el pacto de gobierno con el PP, pero lo cierto es que en los dos primeros años que la formación de Santiago Abascal formó parte del Ejecutivo autonómico fueron 48 los menores trasladados a la Comunidad.
Resulta, por tanto, que incluso con VOX en la Junta ya habían llegado a Castilla y León menores extranjeros no acompañados en una proporción muy similar, incluso ligeramente mayor, a la que lo van a hacer este año cuando desde la dirección nacional rompieron el Gobierno autonómico. En 2022 fueron 28 los menores recibidos, mientras que en 2023 fueron 23 los aceptados y que aún están por llegar debido a la carga administrativa que sufre Canarias en este sentido. Un año antes de la entrada de la formación de García-Gallado en el Gobierno autonómico, Castilla y León ya había acogido a otros 25 niños migrantes no acompañados.
Incluso en 2022, año en el que se conformó el gobierno de coalición, la llegada de los menas fue posterior a la firma del pacto. Según detallan desde la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, lo habitual es que los menores no acompañados sean recibidos en fechas de verano, mientras que el acuerdo de gobierno lo suscribieron el Partido Popular y VOX en marzo, algunos meses antes de la llegada de estos niños.
Con estos datos, lo que se pone en entredicho es el argumento esgrimido por VOX a la hora de romper sus pactos de gobierno autonómicos con el PP, incluido el de Castilla y León, ya que si el detonante fue la acogida de esos 21 menores en la comunidad, también debería haberlo sido en los dos años precedentes cuando la Comunidad acogió más menas (menores migrantes no acompañados) que en el presente curso. Dicho de otro modo, la motivación que encontraron los de Abascal para su cisma con el PP no es algo nuevo, solo que en esta ocasión sirvió para hacer saltar los acuerdos por los aires.
Por lo tanto, las dudas que surgen al respecto son evidentes. O bien VOX utilizó la acogida de menas para justificar una decisión que cuenta con otra motivación o bien el partido no estaba al tanto de que estos traslados también se habían producido en años anteriores. Porque aunque es cierto que las críticas de los de Abascal hacia el Partido Popular se han incrementado en los últimos meses, no lo es menos que todos los argumentos esgrimidos tras la ruptura tenían a estos menores migrantes en el centro.
Sin ir más lejos el propio exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en la carta de dimisión que le entregó al presidente, Alfonso Fernández Mañueco, dedicaba varios párrafos a destacar los peligros que, a su juicio, entraña la inmigración desordenada y que, según afirmaba, puede hacer que los barrios más humildes acaben en una situación similar a la que ya están varias zonas de Europa.
Más allá de las cifras de menores no acompañados acogidos en Castilla y León entre 2022 y 2023, lo cierto es que esta es una tendencia que viene, incluso, de más atrás. Sin ir más lejos, desde Familia confirman también que en 2021 fueron otros 25 menores los que llegaron a la Comunidad, dentro siempre de esa voluntad mostrada por diferentes miembros de la Junta de solidaridad con estos migrantes más jóvenes y con otras regiones cuya capacidad de alojarlos es ya ínfima o nula. Es decir, el Gobierno autonómico mantiene la acogida de niños migrantes no acompañados como lleva años haciendo.
A día de hoy, de nuevo según la información que facilita la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades, son 202 los menores migrantes no acompañados que se encuentran en Castilla y León. De estos niños, 78 son ucranianos que se han visto desplazados tras la guerra en su país, aproximadamente un tercio del total. Del resto de los que se encuentran en la Comunidad, la mayoría son subsaharianos que llegaron desde las Islas Canarias. En menor medida hay algún menor llegado desde Ceuta. En estos 202 menores también puede haber alguno que haya llegado de forma puntual y suelta a Castilla y León, tal y como señaló la vicepresidenta autonómica y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, en el último Consejo de Gobierno: «Los menores migrantes que llegan a Castilla y León no lo hacen solo a través de Canarias o Ceuta, sino que también llegan de forma ordinaria e individual».
En dicha comparecencia ante los medios de comunicación, Blanco sostuvo que estos niños comenzarán a llegar «a partir de la próxima semana». Una llegada a la Comunidad fruto de los acuerdos de solidaridad interterritorial que han defendido tanto la consejera como el presidente de la Junta.
La llegada de estos menores se producirá en las nueve provincias que forman Castilla y León, aunque lo hará en función de la disponibilidad de plazas cuando vayan llegando. Desde Familia e Igualdad de Oportunidades se recogen las organizaciones donde estos niños comenzarán su nueva vida. Accem opera en cuatro provincias, la más extensa de la Comunidad: Ávila, León, Segovia y Valladolid. Salud y Comunidad tienen presencia en Soria y Burgos, Fundación Hechos hace lo propio también en Burgos y en Palencia. Por otro lado, la ONG Menesianos trabaja en Zamora y Diagrama, en Salamanca.
Así, Castilla y León recibirá en los «próximos días», tal y como indicó la vicepresidenta, a 44 menores no acompañados, 23 de ellos correspondientes al pasado año y los 21 restantes de este curso. Irán llegando este verano los de este año y los que están pendientes del 2023, que por temas administrativos no han podido aterrizar en la Comunidad.
Con la llegada de esos niños, el Gobierno de España aporta, según fuentes de la Consejería, un millón de euros aproximadamente para sufragar sus necesidades y la prestación de servicios. Un importe económico, que el Ejecutivo central solo realiza cuando se hace el reparto de estos niños migrantes y que durante su estancia en las comunidades autónomas no se vuelve a repetir.
El Gobierno realiza tan solo un pago de un millón de euros aproximadamente, pero después de ello es la Junta de Castilla y León la que se hace cargo de la manutención y de las necesidades de estos niños hasta que cumplan la mayoría de edad, según indican desde la Consejería.
ACCEM
El responsable de Accem en Castilla y León, Daniel Duque, señala que en su ONG «no hay problema para acoger a esta gente». La entidad dispone de cinco centros en Castilla y León (dos en Ávila, León, Segovia y Valladolid) y su máximo responsable asegura que la llegada de estos niños no tensionará las plazas existentes: «Es un número pequeño para no preocuparse y darles lo que les corresponde, 21 niños no son un problema», ratifica.
Duque afirma que pueden hacer frente a esta llegada de menores y explica que sus primeras actuaciones se centran en tres ámbitos: el educativo, el sanitario y el psicológico. En el primer apartado valoran su «nivel educativo» y su «conocimiento del castellano». En segundo lugar, indagan sobre su «vacunación» y les ayudan para que tengan su médico de cabecera. En tercer lugar señala que el acompañamiento psicológico en todos los casos y «con menores no acompañados, más». «Son menores que han sufrido viajes duros y en ocasiones abusos», relata Duque sobre la travesía de estos chicos.
Desde la ONG aseguran que este tipo de situaciones se resuelven con «un alto porcentaje de éxito». El responsable de la organización señala que la mayoría de menores que llegan a la Comunidad lo hacen para «poder formarse y trabajar y mandar dinero a sus familias». Es por ello que la inmensa mayoría vienen «predispuestos» a aprender, aunque apunta que algunos «no quieren entrar en centros de menores para ponerse antes a trabajar», relata Daniel Duque sobre anteriores experiencias.
Apunta que el perfil es de niños «tranquilos» que están «convencidos en estudiar y aprender». «No hay ningún dato que corroboren un aumento de la inseguridad», defiende el responsable de Accem en la Comunidad.