OCU
Alerta en Castilla y León por el cierre repentino de los Centros Único de estética
La OCU aconseja a los afectados recopilar la información sobre el tratamiento contratado, reclamar al centro, dirigirse a los Servicios de Consumo y, si hubiera algún crédito vinculado, también a la entidad financiera
El cierre repentino de varios Centros Único de depilación y estética en Castilla y León, donde se contabilizan 130, ha provocado la alarma entre los usuarios de esta empresa, que además ha solicitado concurso de acreedores. De la noche a la mañana muchos de los clientes se encuentran con las puertas cerradas y los tratamientos, en algunos casos ya comenzados y pagados, a medias.
Si bien algunas clínicas permanecen abiertas, ante la incertidumbre sobre el futuro de la compañía la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recuerda a los afectados cómo actuar si finalmente cerraran su centro:
Castilla y León
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Diario de Castilla y León | El Mundo
- Recopilar y guardar toda la documentación que dispongan que demuestre la vinculación con la clínica o el prestador de servicio: desde publicidad y folletos a contratos, facturas, presupuestos.
- Ponerse en contacto con la clínica, presentando una reclamación por escrito, dejando constancia fehaciente de que no se ha cumplido el contrato y reclamando la finalización del tratamiento, exigiendo al mismo tiempo que les den toda la documentación, así como la copia del historial médico. Si la clínica está cerrada, hay que dirigirse al domicilio social de la empresa que conste en su página web y en el Registro Mercantil.
- Reclamar ante los Servicios de Consumo los posibles perjuicios que el cierre haya podido ocasionarles: no finalizar el tratamiento, pérdida del dinero adelantado, etc.
- En caso de haber sufrido una mala praxis deben presentar una reclamación ante las Autoridades Sanitarias de la comunidad autónoma.
- Si se hubiera solicitado un crédito vinculado al contrato de servicio firmado con la clínica o el centro, dirigirse por escrito y de forma fehaciente al departamento o servicio de atención al cliente de la entidad financiera donde tuvieran el crédito, para solicitar su anulación por no haberse prestado el servicio. Al no cumplirse lo pactado, ese crédito deja de ser exigible. Si pasados dos meses la entidad no responde al consumidor o su respuesta no es satisfactoria, puede presentar una reclamación ante el Banco de España