Diario de Castilla y León

Los consejeros de VOX en la Junta consideran "un error" romper el pacto en Castilla y León y Santonja sugiere que no tiene intención de dimitir

Mañueco y Gallardo llegaron juntos al consejo de gobierno tras reunirse a solas para abordar la ruptura que nadie en el partido de Abascal entiende en Castilla y León

Gerardo Dueñas, Gonzalo Santonja, Juan García-Gallardo y Mariano Veganzones en una imagen de archivo.

Gerardo Dueñas, Gonzalo Santonja, Juan García-Gallardo y Mariano Veganzones en una imagen de archivo.ICAL

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P.R.L.
Valladolid

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El consejo de gobierno de este jueves, con la ruptura planeando sobre el pacto de gobierno entre PP y VOX en la Junta, transcurrió con plena normalidad. La normalidad que puede tener un encuentro entre compañeros que seguramente sea el último. Hasta tal punto que hubo quienes se despidieron con abrazos al finalizar la reunión, donde se concentran los corrillos del café posterior a las decisiones. Los cuatro miembros de VOX en el gobierno, incluyendo el propio Juan García Gallardo, coincidieron en que la ruptura de un pacto que elogiaron hace apenas quince días en el debate de política general en la sede de la soberanía popular de Castilla y León "es un error". Precisamente a esto se refería el portavoz Carlos Fernández Carriedo cuando aseguró, en la rueda de prensa posterior al consejo de gobierno, que si el pacto dependiera de Gallardo seguiría y afirmó: "A todos los consejeros nos gustaría dar continuidad al gobierno". Algo en lo que coincidieron todos, que así lo confesaron en conversaciones a sus compañeros del PP. Desde Gonzalo Santoja (Cultura y Turismo) hasta Mariano Veganzones (Empleo, Industria y Comercio) pasando por Agricultura y Desarrollo Rural (Gerardo Dueñas).

El propio Gallardo, la principal figura de VOX en Castilla y León, no tiene reparos en reconocer en privado lo errático de la decisión. Aunque acto seguido también advirtió a sus socios de gobierno que él asumirá las decisiones del partido porque también las entienden en lo que se refiere a política migratoria. Pese a que el de este jueves fue el último consejo de gobierno de la coalición, la sintonía entre los miembros del ejecutivo de ambas formaciones es magnífica, según reconocieron algunas fuentes, tal y como quedó de manifiesto este jueves, a las puertas de que los de VOX abandonen el ejecutivo por instrucciones de Madrid.

Mañueco y Gallardo llegaron juntos. Antes se habían reunido en privado para abordar la situación. Gallardo pidió esta semana a Mañueco gestos que sirvieran para sofocar los deseos rupturistas de Bambú. Sin embargo, el presidente de la Junta, que ha hecho varios, entre ellos mostrarse lo más conciliador posible, le advirtió que no iba a romper los acuerdos que ya tenía la Junta y que no había ningún motivo para quebrar la coalición, pues el pacto sigue intacto con la acogida de los 21 menas que le corresponden a Castilla y León. Mañueco entiende, tal y como confesó en el foro de El Mundo del miércoles en Valladolid, que esto viene motivado por "una estrategia y un tacticismo nacional" desde las filas de VOX, ante el que él no puede hacer nada.

En público no lo van a decir, van a acatar la disciplina marcada desde Madrid por Santiago Abascal y su equipo. Pero en privado reconocen que es una estrategia errática, especialmente en Castilla y León, con la legislatura entrando en la recta final. "La gente no lo va a entender en la calle", admitía Gonzalo Santonja tras el consejo de gobierno en los corrillos de consejeros. Hay rumores de que Santonja, que no está bajo la disciplina del partido de Abascal, podría no dimitir, como él mismo ha sugerido. Entiende que no es comprensible tomar una decisión desde Madrid sin contar con los implicados que sufren las consecuencias. Entre otros, muchos que proceden de otros lugares y que de la noche a la mañana van a tener que hacer la maleta. "Eso ya lo sabían cuando se les dio la oportunidad", advierten desde otro ámbito de VOX, que también admiten que es posible que muchos altos cargos no sigan las consignas de VOX de dimitir, una vez que se formalice la ruptura del gobierno.

En el grupo parlamentario no se entiende esta abrupta ruptura. Especialmente después del debate de política general en el que ambos socios se tiraron flores por la buena salud que rige en el pacto. Las sintonía entre ambos partidos no es mala. Pese a los roces del plan antiaborto, las batallas contra los sindicatos o la Ley de Concordia, que ahora pasará al limbo, si es que no lo estaba ya. Juan García Gallardo recalará en las Cortes, donde Iñaki Sicilia tendrá que cederle su dedicación exclusiva. No se esperan más cambios. Los otros tres consejeros no son procuradores. Ni tampoco hay que hacer hueco a miembros de los equipos de las consejerías.

Y menos comprensible se hace la decisión, según fuentes nacionales de VOX consultadas por este periódico, ante la evidencia de que tendrá que votar con el PP en las Cortes. "No podemos ponernos en el lado contrario y votar con el PSOE. Eso sería la muerte ya. Sólo nos queda votar con el PP". De esta forma, Mañueco no necesita la supuesta ayuda que le ofrecerá el PSOE cuando su jefe, Luis Tudanca, decida aparecer en escena. Porque está desaparecido ante la indignación de los suyos, en plena crisis de gobierno del PP y VOX en la Junta. Crisis que empezó el lunes.

El caso es que nadie en VOX Castilla y León está conforme con la decisión de dejar el pacto de esta forma tan brusca por la acogida de 21 niños inmigrantes, en un territorio que no hay un problema de exceso de menas (menores extranjeros no acompañados). Además, 21 menas en acogida que estaban pactados en 2022, antes de firmarse el pacto, lo cual le permite a Mañueco defender con todas las de la ley que la ruptura es unilateral y caprichosa, además de fruto de una estrategia nacional de VOX en su batalla contra Feijóo por la política migratoria.

Lo que sí se desataron son ya las quinielas entre los propios consejeros del PP de cómo será el nuevo organigrama de Mañueco. Fuentes cercanas al presidente apunta que no habrá sobresaltos. Y más bien se concentrarán las funciones en consejeros como Carlos Fernández Carriedo, Luis Miguel González Gago o Juan Carlos Suárez Quiñones. Si Santonja no dimite, seguirá al frente de la consejería. Otra cosa es que Mañueco no quiera crear una fricción con VOX a costa auspiciarles una crisis con la permanencia de Santonja. Santonja ha dicho una cosa y la contraria a distintas personas de VOX y del PP. Que se va y que se queda. Falta su decisión final. Pero ahí está Mar Sancho, la viceconsejera, que ya ocupó puestos con el PP, y que de facto es quien ha llevado las riendas de la consejería con la confianza de Santonja. Lo cierto es que Mañueco tampoco descarta dejar la estructura tal y como está actualmente sin agrupar competencias.

En el ala popular, la tranquilidad es absoluta. Es más, los más cercanos a Mañueco piensan que es el escenario ideal para afrontar la recta final del mandato y lucir en solitario la buena marcha económica y laboral de la comunidad. VOX perderá mucho foco. La gran figura y referente pasará a ser Carlos Pollán, presidente de las Cortes y segunda autoridad de Castilla y León.

Mañueco ya ha manifestado a VOX que no tiene intención de adelantar elecciones, que es otra preocupación añadida para los de VOX. Veganzones, uno de los más activos orgánicamente, admitió que "esto nos va a hacer daño electoral en Castilla y León". Mañueco tiene la intención de agotar el mandato y aplicar un adelanto técnico convocando, como muy tarde, en otoño del próximo año. Nunca llevar otros comicios al mes de febrero. Tocaría en ese mes de 2026 por ley. Sin embargo, ahora se abren otros escenarios, pero nunca antes del mes de septiembre para tomar decisiones o finales de agosto, tras las vacaciones. Mañueco mira de reojo a Moncloa por si naufraga la gobernabilidad de Cataluña y Sánchez se ve obligado a adelantar elecciones a finales de año. La crisis de PP y VOX abre también otros escenarios para el PSOE.

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