El turismo estrena el verano con el listón puesto en superar el 70% de ocupación

Los establecimientos turísticos acaban de inaugurar con optimismo un verano cargado de expectativas. Están animados después de haber registrado este año datos positivos en meses tradicionalmente bajos para el sector, como enero y febrero. Eso sí, la visión ante la temporada alta de julio y agosto es muy distinto en las ciudades patrimonio y lugares que funcionan por sí mismos como destino turístico, como es el caso de los balnearios o monumentos singulares, que en otras en las que funciona más en turismo corporativo o de eventos, como son Valladolid y Palencia. Mientras los primeros ponen el listón en superar el 70% de ocupación, esas dos últimas provincias registrarán datos bastante peores.

Así lo ve la gerente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León, Raquel González Cano, quien ante todo advierte que «cuando hablamos de Castilla y León, cada provincia funciona de una manera diferente a nivel turístico. Cada una de ellas tiene su atractivo y atrae a su tipo de cliente en las diferentes épocas del año». Eso sí, destaca como parte positiva que existen opciones «de todo tipo», cada una con sus peculiaridades.

De cara al recién comenzado verano, que trae consigo unas previsiones en términos turísticos bastante positivas que invitan al optimismo del sector. «Esperamos un verano similar. Evidentemente, hay hoteles, ciudades y zonas como el Camino de Santiago, los hoteles que son destino por sí mismos, como los balnearios, la zona de la Ribera del Duero, o los hoteles que están en la zona rural y tienen edificios singulares. Estos funcionarán bien durante el verano, sobre todo fines de semana, y a partir de mediados de julio, o con ocupaciones incluso durante la semana muy altas y similares a otros veranos».

Las propias características de la Comunidad hacen, como explica González, que sea muy difícil lanzar una previsión precisa en cuanto al porcentaje de ocupación hotelera en los meses de verano. «Cuando hablamos de ocupación en Castilla y León es muy complicado dar datos globales, porque cuando Valladolid o Palencia, o Segovia, tienen una época muy baja, hay otras provincias que por la razón que sea la tienen muy alta. Valladolid y Palencia van a tener una ocupación muy baja en agosto, pero León, Burgos, Salamanca, Ávila, Segovia, tendrán ocupaciones más altas, porque son ciudades patrimonio y funcionan en verano», explica.

«Sí confiamos en que los datos sean un poco mejores que el año pasado, y que vayamos remontando un poco y consiguiendo atraer cada vez más en verano. No tenemos playa, no somos destino de esta época del año, pero tenemos otros atractivos y al final también hay una tendencia en la gente a variar sus vacaciones, y a evitar playa en épocas en las que hay una masificación terrible de turismo en estas zonas, y buscar otros destinos aunque haga más calor y no haya playa», añade la gerente de la Asociación de Hoteles de Castilla y León.

«Confiamos en que los datos sean incluso un poquito mejores que el año pasado. Consideramos una ocupación baja, una ocupación en agosto del 30 o 35%. Ese dato es malo. Es lo que podrían tener Valladolid y Palencia. Una buena ocupación sería en torno al 70 o 75% de media, que es lo que han registrado otros años. Es un dato bueno, pero se puede mejorar», concluye.

En esta previsión coincide Luis Chico, de la Asociación de Turismo Rural de Valladolid y que señala que en el conjunto de la Comunidad, estos alojamientos lograrán a lo largo del verano una ocupación del 70% «como mínimo», por lo que ya anticipa que «este año va a ser bueno». Eso sí, prefiere mantenerse conservador porque «hay que ver cómo se van a ir dando las circunstancias».

Chico destaca, en este sentido, que desde principios de año en España se está registrando un aumento de entre el 5 y el 6% de turistas. «Lo que hay que ver es que luego esos turistas vengan a nuestra comunidad, porque si están viniendo a comunidades como Madrid, Baleares, Canarias o la propia Andalucía, a mi el incremento no me va a reportar ningún tipo de beneficio», reflexiona.

En cualquier caso, insiste en que «se espera un verano interesante con posiblemente mejores cifras que el año pasado», aunque para el sector ha surgido un nuevo problema, la «carencia de profesionalización en los alojamientos rurales y hoteleros». «Se nota muchísimo sobre todo para la gente que tiene restauración incluida en su alojamientos, llámense hoteles y posadas, que ven de alguna manera mermado eso», advierte.

En cuanto al perfil de turista que se espera para los próximos meses en los alojamientos rurales de Castilla y León, Luis Chico destaca el incremento de extranjeros, si bien el turismo nacional y especialmente el familiar es que que copa la gran parte del sector. Además, apuesta por «turismo de calidad el lugar de turismo de cantidad». «Eso es un aspecto muy destacado en el turismo de interior porque casi todo el mundo viene a un turismo de sol y playa y nosotros queremos ser la alternativa con un turismo de sol y enoturismo, sol y patrimonio y sol y gastronomía, por ejemplo», explica.

De lo que no hay duda es de que el verano supone la mejor época para el turismo rural en términos de ocupación, con algunos alojamientos que ya han colgado el cartel de ‘completo’. «Empezamos con un tópico que es que con la llegada del verano empiezan las fiestas, la gente empieza las vacaciones, se empiezan a llenar los pueblos. La gente viene a los pueblos buscando la tranquilidad y luego el poder disfrutar de fiestas patronales y de todas esas actividades que se planifican de cara al verano. Ahora mismo hay tantas cosas que ver, actuaciones, conciertos… Todo eso se multiplica en estos meses de verano y todo eso beneficia indudablemente a los alojamientos rurales», relata Chico.