Empresas
La alimentación pierde 2.500 empresas locales en Castilla y León mientras las nacionales repuntan
Los pequeños establecimientos caen en un 6,5% en cinco años y ceden terreno a empresas de las grandes cadenas / «El cliente es más exigente, demanda más productos y es más selectivo», apunta la asociación de supermercados
Los pequeños establecimientos de alimentación no son ajenos a la crisis del pequeño comercio ni al cierre de gran número de pequeñas empresas en favor de las grandes cadenas. Más de 2.500 de ellos cerraron sus puertas en los últimos cinco años, de 2019 a 2023, según la última estadística sobre el Registro de empresas y actividades alimentarias, publicada por la Junta de Castilla León. Las grandes empresas de carácter nacional, sin embargo, aunque tuvieron un momento de estancamiento en tiempos del Covid, han conseguido sumar 20 establecimientos en el mismo periodo.
En números relativos, las empresas de alimentación de carácter local bajaron un 6,58% en esos cinco años, al pasar de las 38.460 registradas en 2019 a las 35.931 de 2023, exactamente 2.529 menos. Las de carácter nacional, en cambio, subieron un 0,22%, de las 9.181 de 2019 a las 9.201.
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Diario de Castilla y León | El Mundo
Ese periodo comenzó con el año Covid y la pérdida de 1.259 empresas alimentarias locales de 2019 a 2020, pero mientras las locales mantienen su tendencia a la baja en los años siguientes, las nacionales logran repuntar. Así, esas grandes marcas pierden 32 establecimientos de 2019 a 2020, pero suman 149 al año siguiente, de 9.149 a 9.298. Pese a que también cae ligeramente su número en los dos años siguientes, las nuevas inscripciones de empresas de ámbito nacional repuntaron un 15% de las 1.380 de 2022 a las 1589 de 2023.
Uno de los sectores de estas empresas alimentarias son los supermercados de tamaño medio, que han reducido su número de 1.036 a 1.024 (un -1,16%) de 2019 a 2023, doce menos, según los datos de la Asociación de Supermercados de Castilla y León, (Asucyl), sacadas del Anuario de la distribución. La secretaria general de Asucyl, Isabel del Amo, se muestra convencida de que la causa de ese ligero descenso está relacionado con el descenso de población en la Comunidad: «Estamos hablando de gran consumo, alimentación y droguería. Eso va muy ligado a la población, y se ha reducido en estos últimos años en 16.000 personas, cuando en el total nacional se ha incrementado en 700.000».
También apunta Del Amo que aunque ha descendido ligeramente el número de supermercados, se han incrementado significativamente sus productos y servicios. «Cada tres años, un tercio de los supermercados que tenemos son nuevos o reformados», explica. «Porque cada vez los consumidores somos mucho más exigentes, y queremos establecimientos que tengan aparcamiento, mejores accesos, que sean muy cómodos y con espacios amplios, pero además queremos poder hacer una compra global de todo lo que necesitamos porque también queremos ahorrar tiempo», añade.
Así, los supermercados amplían y mejoran sus líneas de caja, para que los clientes no tengan que esperar, porque «antes había colas y esperábamos, ahora en cuanto hay dos, decimos que a ver si abren otra caja», asegura. «También somos clientes más segmentados, tenemos que tener establecimientos mejores, y más grandes porque tenemos, ahora, una población de veganos, otra de celíacos, otros que quieren alimentos sin azúcar, otros, bajos en grasas, otros comida para llevar. La oferta tiene que ser mucho mayor y más diversificada».
Población
El asentamiento de supermercados va muy ligado a la evolución de las zonas nuevas, y en el proceso contrario, las zonas donde deja de haber población, el comercio cierra. De cara al futuro, Isabel del Amo prevé que no existe una amenaza inminente del comercio online en el comercio alimentario, como sí está ocurriendo en otros sectores: «Seguimos comprando la alimentación de forma física, porque nos gusta ver el aspecto que tiene la carne o la maduración de la fruta. No es un problema el online». En el futuro el sector «seguirá ligado a la población que tengamos». Y es que «el gran consumo es un negocio de economía de escala, que tiene unos márgenes unitarios muy bajos, y al final se tiene que mantener el negocio por la alta rotación, hay que vender muchas unidades para que todo se sostenga». La economía será otro de los factores: «A medida que vayamos teniendo un poder adquisitivo mayor, estaremos dispuestos a comprar productos con mayor valor añadido. Cuando el dinero escasea buscamos una cesta de alimentación más económica».
Todas esas razones que expone la secretaria general de Asucyl explican también por qué estos años han sido malos tiempos para los pequeños establecimientos. En el último ejercicio, mientras el número de grandes empresas alimentarias creció en Palencia, Salamanca y Segovia, el de las pequeñas bajó en todas las provincias.
La estadística de la Administración autonómica se retrotrae a 2018, y valora que en este periodo de seis años el número de empresas alimentarias de carácter nacional ubicadas en Castilla y León se incrementó en un 4,3%. Si bien con ligeras fluctuaciones interanuales, «la tendencia parece ser al alza», valora el documento. Esta situación «consolida a Castilla y León como una potencia de primer orden en la industria agroalimentaria», añade.
Sin embargo, en el mismo periodo, los establecimientos de ámbito local «están en clara regresión», concluye el informe. «Este fenómeno se plasmó de forma muy evidente en el año 2020 (debido fundamentalmente a la situación originada por la pandemia del Covid-19) y se ha mantenido en tendencias a la baja hasta la actualidad».
En el conjunto de empresas alimentarias, la estadística incluye fabricantes y elaboradores; envasadores; almacenistas distribuidores; distribuidores sin depósito; minoristas y otros como los mataderos, lonjas y mercados mayoristas.
La mayoría de los establecimientos alimentarios de la Comunidad pertenece al sector de comidas preparadas y cocinas centrales, que suponen un 49,5% del total con 21.281 empresas. Le siguen los establecimientos cuya actividad abarca a más de un sector, con el marchamo de ‘establecimientos polivalentes’, con un 25,1% del total (10.778).
Les siguen en número los establecimientos de carne y derivados, que suponen 8,4% del total (3.612); los del sector de cereales y derivados, con un 4,8% (2.073), los de vegetales y derivados con un 3,8% (1.625); los de bebidas alcohólicas con un 2,7% (1.155) y los de pescados, moluscos bivalvos y derivados con un 1,5% (666). Estos siete sectores suponen el 95,8% del total de establecimientos, que suma 43.005.
De ese total, la inmensa mayoría son minoristas, con 33.717 (el 78,4%), seguidos a distancia por los elaboradores y fabricantes, con 3.580 (8,32%), los almacenistas y distribuidores, con 3.554 (8,26%), los distribuidores sin depósito, con 990 (2,3%), los envasadores, con 945 (2,2%) y por último otros establecimientos, con 219 (0,5%).
En cuanto a la distribución provincial de las empresas alimentarias, La provincia de Salamanca, con 1.713, alberga el mayor número de ellas de carácter nacional, situación que se debe principalmente a la potente industria cárnica ubicada en la provincia. Le siguen las provincias de Valladolid (1.683), León (1.567) y Burgos (1.335), sumando entre las cuatro el 68,4% de las existentes en Castilla y León.
En cuanto a las empresas de ámbito local, no hay una relación directa con la población provincial, siendo la provincia de León la que alberga un mayor número de establecimientos de este tipo (pese a que su peso poblacional es porcentualmente menor al de la provincia de Valladolid).
Los bares y restaurantes son considerados también establecimientos alimentarios en la estadística autonómica. Hay en el registro 12.771 bares distribuidos a lo largo y ancho de las nueve provincias, y 5.666 restaurantes. En el caso de la provincia de León el número de bares supone un 21,7% del total (2.765), seguido por Valladolid, con un 18,3% de los establecimientos de este tipo (2.338). De igual manera, la provincia de León es la que tiene un mayor número de restaurantes, suponiendo un 20,3% del total (1.151), seguida de Salamanca, con un 15,2% (862).
Las pequeñas tiendas de alimentos cuentan también con un reparto provincial muy dispar. Castilla y León contaba en 2023 con 6.657 de estos establecimientos en el caso de los minoristas polivalentes, a los que hay que sumar otros 981 pequeños supermercados. De nuevo destaca la provincia de León en esta actividad alimentaria, fundamentalmente por la amplitud territorial de la provincia leonesa, y la necesidad de comercios minoristas que abastezcan a la población rural. La provincia leonesa suma 1.346 de estos establecimientos minoristas, seguida de Salamanca, con 1.283, Valladolid, con 1.160 y Burgos, con 1.065.
Provincia a provincia, la situación de las empresas alimentarias es muy diversa:
Ávila
La provincia contaba con 683 pequeñas tiendas y supermercados de alimentos en 2023, el 8,94% del total de la Comunidad. También como distribuidores alimentarios, se contaron 928 bares y 500 restaurantes en la provincia. Los establecimientos alimentarios de ámbito local bajaron un 6,32% en cinco años, de los 3.008 en 2019 a los 2.818 de 2023, mientras los de ámbito nacional suben un 5,47%, de 434 a 521.
Burgos
Es la cuarta provincia de la Comunidad con más pequeñas tiendas de alimentación, 1.065, el 13,94% del total. Hay registrados 1.878 bares y 815 restaurantes. Los establecimientos alimentarios de ámbito local bajaron un 3,47% en el lustro hasta los 5.038. Los de ámbito nacional también bajaron, un 4,78% hasta los 1.335.
León
Es la provincia de la Comunidad que reúne mayor número de tiendas de alimentación y supermercados de pequeño tamaño, con 1.346, el 17,62% del total autonómico. También es la que tiene más bares, 2.765, y más restaurantes, 1.151. El número de sus establecimientos de carácter local bajó un 7,73% en un año hasta los 7.217, mientras el de los de ámbito nacional bajó un 2,61% hasta los 1.567.
Palencia
Cuenta con 576 pequeñas tiendas y supermercados de alimentación, el 7,54% del total. Tiene 922 bares, 369 restaurantes y sus empresas de alimentación de carácter local descendieron un 7,38% hasta las 2.499 en cinco años. Las de ámbito nacional subieron un 1,7% hasta las 599.
Salamanca
Es la segunda provincia en número de pequeñas tiendas y súper de alimentación, con 1.283, el 16,8% del total. Tiene 1.788 bares, 862 restaurantes, y el número de sus empresas alimentarias locales bajó un 5,67% en cinco años hasta las 5.191 de 2023. Las de ámbito nacional subieron un 1,48% hasta las 1.713.
Segovia
Es la segunda provincia con menos pequeñas tiendas y súper de alimentación, con 551, el 1,21% del total. Registra 794 restaurantes, 476 bares, y el número de sus empresas alimentarias locales bajó un 5,63% en el último lustro, hasta las 2.513. Las de ámbito nacional subieron un 4,1% hasta las 736.
Soria
Es la provincia de Castilla y León con menor número de pequeñas tiendas y súper de alimentación, solo 352, el 4,6% del total autonómico. Cuenta con 483 bares y 313 restaurantes, mientras el número de establecimientos de alimentación de carácter local bajó un 5,55% en el lustro hasta los 1.516. Los de ámbito nacional se estancaron en un -0,56% hasta los 352.
Valladolid
Cuenta con 1.160 pequeñas tiendas y súper de alimentación, el 15,19% del total. Registra 2.338 bares, la segunda provincia con más, y 766 restaurantes, la cuarta. La provincia perdió el 6,89% de sus empresas alimentarias de carácter local en los últimos cinco años, hasta sumar 6.257, mientras las de ámbito nacional subieron un 2,56% hasta las 1.683.
Zamora
Es la provincia en la que más ha bajado el número de empresas de alimentación de carácter local en cinco años, un 10,55%, de las 3.222 de 2019 a las 2.882 de 2023. Las de carácter nacional se estancaron un -0,29% hasta sumar 695. Es la cuarta con menos pequeñas tiendas y súper de alimentación, 622 en 2023, lo que supone el 8,14% del total autonómico. La provincia registra 875 bares y 414 restaurantes.