Hosteleros y promotores de Castilla y León exigen frenar la proliferación de viviendas para turistas

Los profesionales de establecimientos turísticos de más larga andadura, como los hoteleros y empresarios de turismo rural, alertan sobre los perjuicios que puede acarrear tanto al mercado del turismo como al del alquiler de inmuebles la proliferación de Viviendas de Uso Turístico (VUT). Critican las que son legales, pero también alertan de que hay un elevado número de ellas en la economía sumergida.

Uno de los detractores más enérgicos es Luis Chico, presidente de la Asociación Regional de Empresarios de Alojamientos Rurales de Castilla y León (Ararcyl): «El único culpable de los problemas que tenemos en el turismo rural de la Comunidad vienen creados por la proliferación de alojamientos en nuestras zonas rurales que poco o nada tienen que ver con alojamientos rurales», asegura. «Nos crean desconcierto, son un tsunami de alojamientos de cualquier tipología que poco o nada tienen que ver con la normativa que debemos cumplir los alojamientos rurales, que de una forma clara y concreta nos marcan una norma exhaustiva (categorización y tipología) que busca la calidad en nuestros pueblos y poco o nada tienen que ver con los alojamientos que se abren en estos últimos años».

Y es que, opina Chico, «la proliferación de alojamientos bajo el seudónimo del ‘todo vale’ que la Dirección General de Turismo ha estado dando cabida y animando a abrir solo y únicamente por tener más datos de pernoctación a cualquier precio, nos está haciendo un daño irreparable, mientras el director de Turismo alardea de datos de pernoctación en el turismo rural a nivel nacional haciendo caso omiso de nuestras necesidades y sin apoyo a los empresarios que invierten y crean empleo en el sector».

Entre las medidas «urgentes» que demanda Luis Chico está «la actualización de la lista de alojamientos activos, que poco o nada tienen que ver con el listado que muestra la Dirección General de Turismo de la Junta». Por otro lado, «necesitamos inspectores que realicen su trabajo y que abran las plataformas de internet y vean la cantidad de alojamientos ilegales que se publicitan impunemente».

De la misma opinión es el vicepresidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, representante de la Comunidad en la ejecutiva nacional y presidente de la Federación de Burgos, Luis Mata: «Lo primero que diría es que las viviendas de uso turístico son una lacra. Es un modelo que hace bastante daño al turismo, por un lado, y a las ciudades por otra», señala. «Se lleva advirtiendo a las inspecciones desde hace muchísimo tiempo. La Comunidad de Castilla y León es de las últimas en este fenómeno. Empezó por las regiones más turísticas, con más demanda de cama hotelera, la costa y las grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Mucho más tarde entró en Castilla y León. Cuando empieza a moverse aquí este tipo de vivienda turística, ya comienza a ser rechazada en la mayoría de esas ubicaciones», añade Mata.

Las VUT «tienen varios problemas. El primero, de cara a los hoteles, descompensa el juego. Los hoteles estamos obligados a cumplir muchísima legislación, mucha normativa, y no entendemos que nosotros tengamos que cumplirla y el de al lado no tenga que cumplir nada», lamenta el hotelero.

CIUDADES

«Ese modelo también le hace daño a las ciudades, empezando por el encarecimiento brutal del suelo», continúa Mata. «Un turista puede pagar por noche por esa casa mucho más que un señor que vaya a vivir en ella. Por un lado echa a la gente de las ciudades, y por otro nadie quiere tener una en su vecindario, por las molestias que acarrea». Si bien señala que el número de VUT en las ciudades «aún no es preocupante en cuanto a tensionar el mercado del alquiler», lamenta que en Castilla y León «se podía haber parado los pies de la VUT mucho antes». «En París se prohibieron hace tiempo, en Venecia, en Nueva York... Ocurre en todo el mundo». También critica Mata la nula creación de empleo de las VUT, «o al menos de empleo legal».

Por eso reclama, igual que Chico, que la Inspección acabe con el «descontrol» de las viviendas que operen de forma ilegal. «Es muy fácil localizarlas, no hay más que meterse en las web que las anuncian. Si los inspectores no tienen tiempo para buscarlas, que no se preocupen: en la Confederación de Empresarios de Hostelería les echamos una mano», concluye.

Javier Vega, presidente de la Confederación Castellano Leonesa de la Construcción (CCLC) y presidente de la Cámara de León, se muestra prudente en su crítica, que dirige solo a los establecimientos que no están dados de alta y funcionan, por tanto, en la clandestinidad. Así, desde las asociaciones de promotores y constructores «se ha solicitado y exigido el control de la legalidad en la actividad a la que se dedican estas viviendas».

Vega sí critica «las viviendas que se pueden denominar como ‘temporales’ y que los propietarios las emplean como una especie de vivienda turística sin serlo, y se aprovechan de esta situación para incrementar injustificadamente y en determinadas fechas los precios de los alquileres de tales viviendas», explica. «El uso de estas viviendas de forma indiscriminada y sin un control y regulación adecuados, es la que puede tener un efecto e influencia negativa en el mercado de alquiler y que puede dar lugar abusos por los propietarios en los precios que se establecen por el uso de las mismas».

Tanto desde CCLC como desde la asociación Nacional, y todas las territoriales, «se ha solicitado y se sigue solicitando a las autoridades competentes que se regule adecuadamente esta situación con el fin de que el propio mercado evite las tensiones de los precios de alquiler», subraya Vega. Y es que «es preciso propiciar medidas que fomenten el desarrollo de la oferta de vivienda en alquiler y no incluir algunas medidas, como las que contiene la Ley del Derecho a la Vivienda, que solo contribuyen a frenar la evolución del mercado y a minimizar los proyectos de construcción de viviendas destinadas al alquiler».

Con respecto al aumento de las viviendas de uso turístico en León, Javier Vega demanda que este tipo de actividad esté «perfectamente regulada» y «siempre que dichas viviendas de uso turístico cumplan con la normativa exigida, serán bienvenidas», apunta. «No hay que olvidar que el turismo rural y el de ciudades ‘sin mar’ es una importante fuente de ingresos para nuestra provincia y Comunidad», concluye.