Villalar acentúa la tensión política en Castilla y León

La localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros amaneció este martes con cielos despejados y soleados, aunque la temperatura tardó en aliarse con los castellanos y leoneses que acudieron al municipio para celebrar el Día de Castilla y León. No obstante, el ambiente no tardó en caldearse a medida que políticos y representantes de distintas organizaciones y sindicatos acentuaban con sus declaraciones y discursos la tensión política no solo defendiendo la festividad como enseña de la Comunidad, sino cargando contra el gobierno de la Junta de PP y VOX.

El mejor ejemplo de esa tensión acentuada en Villalar ha sido que un año más, tanto el Partido Popular como el Partido Socialista acudieron por separado a la localidad vallisoletana. No solo eso, sino que lejos de compartir espacios y actividades, parecían rehuirse en todo momento. A ello contribuye, además, que ambas formaciones políticas llegaran con discursos diametralmente opuestos y sin consensos importantes con los que tratar de trasladar una postura más unánime, haciendo que la localidad comunera recuerde cada vez más un campo de batalla que a un lugar de unión.

Y mientras que el PP y el PSOE optaron por mantener las distancias entre sí durante la celebración del Día de la Comunidad el otro partido que conforma el Gobierno autonómico, VOX, repitió su estrategia del año anterior de esquivar la campa. De esta forma, ninguno de los principales dirigentes de la formación de Santiago Abascal en Castilla y León acudió a Villalar. No lo hizo el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, que asistió a las actividades organizadas por el Ejecutivo autonómico en Burgos, ni ninguno de los tres consejeros, ya que el de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, optó por desplegar en Tudela de Duero su bandera de España de 35 metros.

El presidente de las Cortes, por su parte, asistió a la jornada de puertas abiertas que el Parlamento autonómico había organizado para este mismo 23 de abril, eludiendo así visitar la campa. «Que cada uno disfrute del día y de la fiesta como quiera y desde donde quiera», invitó.

Así, entre enfrentamientos y ausencias, la celebración del Día de Castilla y León volvió a discurrir con un palpable aroma político. Si bien el primero en dejarse ver en Villalar fue el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, sus palabras esquivaron la polémica y se centraron en poner en valor la fiesta del Día de la Comunidad. Con todo, no hubo que esperar mucho para que la tensión fuera en aumento. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, aprovechó su presencia en la localidad comunera para afirmar que Castilla y León «no puede dejarse gobernar por los señoritos de siempre», en clara alusión a los socios de gobierno en el Ejecutivo autonómico.

Frente a un Mañueco que puso en valor que «Villalar es un día de tolerancia, de libertad y de reivindicación justa», Puente lamentó el «páramo de militares y caciques» al que se redujo España tras la Guerra Civil, y que «afortunadamente, ya no existe, pero quieren resucitarse, valiéndose de una democracia en la que no creen y cogobernando comunidades bajo una autonomía que quieren liquidar”. Una mención tácita pero inequívoca de VOX que no sería la última.

Fue el presidente de la Junta el primero en pisar un municipio que, un año más, se convirtió en epicentro del debate político aunque, eso sí, marcando distancias con el habitual tono bronco y las descalificaciones que en esta ocasión quedaron fuera del ambiente festivo. Con todo, Mañueco también deslizó algunos mensajes en su intervención, como el de llamar a la reflexión sobre la historia para «no levantar fronteras y vivirla de manera inclusiva, abierta e integradora», una idea fácilmente identificable con la ley de Concordia de PP y VOX que se tramita en las Cortes. «Creo que hay que hacer una reflexión sobre la historia, no para levantar fronteras, sino que hay que vivirla de manera inclusiva con una carácter abierto e integrador y habrá ocasión para ver lo que hay que mejorar», argumentó.

Mañueco asistió a Villalar acompañado de la delegada territorial de la Junta en Valladolid, Raquel Alonso; el presidente de la Diputación, Conrado Íscar; el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago; y la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral.

No obstante, el mensaje del jefe del ejecutivo autonómico ahondó en que el 23 de abril es «un día de reivindicación justa por la libertad y la igualdad y un día de tolerancia y de respeto». En este sentido, hizo hincapié en la programación que la Junta ofreció en todas las provincias de la Comunidad, sin cerrarse a estudiar nuevas opciones para el futuro. «La fiesta es de todos y para todos», apostilló.

El mensaje de Mañueco llegaba con el propósito de aplacar los ánimos en una jornada que se anticipaba agitada, al menos en lo político, y si bien es cierto que el tono se rebajó sensiblemente, no faltaron las críticas. En este marco, Óscar Puente señaló que un «pueblo de señores -como se refirió a Castilla y León parafraseando a Machado- no puede dejarse gobernar indefinidamente por los señoritos de siempre».

El ministro de Transportes y exalcalde de Valladolid también aprovechó sus palabras durante la ofrenda florar en el monolito de Villalar para hacer una apología de la memoria histórica «frente a los que siempre han cabalgado sobre la inercia de los perdedores» y que «sigue hoy enterrada en las cunetas y tapias de los cementerios». «Pero somos la memoria que tenemos, que se proclama en el Estatuto de Autonomía y es la de los perdedores» porque «sus ideales son precursores de las grandes revoluciones liberales europeas». «Por eso no conmemoramos el 23 de abril la derrota de una batalla, sino el triunfo de la guerra más importante, la de las ideas», enfatizó.

Pero el desfile de personalidades de la política autonómica en Villalar no se limitó únicamente a Mañueco y Puente, sino que fueron muchos más los que pasaron por el municipio vallisoletano y por su popular campa. De hecho, la representación del Gobierno de España no se limitó al exalcalde de Valladolid, sino que también corrió a cargo de la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Más contundente incluso que su compañero, apostó regeneración democrática con un cambio de Gobierno en Castilla y León que devuelva «la dignidad y el orgullo» a la Comunidad y solicitó el impulso de hombres y mujeres para que «no se pisotee» la igualdad en esta Autonomía, según informa Ical.

Además, extendió la reivindicación de que «no se pisotee» la igualdad, donde advirtió de un «machismo que vuelve de la mano de VOX», a otros derechos como mantener el Diálogo Social y todos los que afectan a los trabajadores, pero también a la memoria histórica, que «no puede estar en entredicho con leyes de la discordia», como denomina a las leyes de Concordia que, además de en Castilla y León, se están tramitando en otras comunidades autónomas donde el PP y el partido de Abascal gobiernan en coalición.

La ministra de Igualdad participó en la ofrenda floral en el monolito de Villalar organizada por el Partido Socialista de Castilla y León y que contó también con la presencia del secretario general autonómico, Luis Tudanca, quien se mostró convencido de que «más pronto que tarde» habrá otro gobierno autonómico «a la altura» de su tierra. Además, acusó a Mañueco de haber visitado el municipio «clandestinamente» a las 8.00 horas porque, a su juicio, no tiene «el valor» de «dar la cara» ante los ciudadanos.

Quienes también asistieron a Villalar fueron el secretario general de Podemos en Castilla y León, Pablo Fernández, y la exministra de Igualdad y candidata de Podemos a las elecciones europeas, Irene Montero. Esta última apeló a defender la memoria democrática ante «el ejercicio de impunidad» de los socios de Gobierno en Castilla y León con su ley de Concordia.

Por su parte, Pablo Fernández, en «este día muy importante» para Castilla y León, reivindicó una comunidad distinta de la que «tratan de imponer» PP y VOX, cuyas políticas vio como «una degradación» de las instituciones y de los servicios públicos y una «involución».

Ya fuera del ámbito político, la celebración del Día de la Comunidad en Villalar contó con los representantes de los sindicatos UGT y CCOO tanto en Castilla y León como en el ámbito nacional. El secretario general de UGTCyL, Faustino Temprano, llamó a «seguir creyendo en la autonomía y a sentirse castellano y leonés» pese a los «intentos» de la Junta y las Cortes autonómicas por «desvirtuar Villalar» y, en el caso de la «ultraderecha», por «cargarse la autonomía desde dentro».

Por su parte, el secretario general de CCOOCyL, Vicente Andrés, pidió a Fernández Mañueco, que «reflexione» y «vuelva» a la campa de Villalar porque se trata de «una fiesta recogida en el estatuto» de autonomía de la Comunidad y la programación alternativa planteada este año por el Gobierno autonómico «va a ser un fracaso».

Soterramiento

Tan variado fue el elenco de organismos y asociaciones presentes en la campa de Villalar de los Comuneros que incluso hizo acto de presencia la Plataforma Soterramiento Ferrocarril Valladolid con Cecilio Vadillo a la cabeza para exigir el traslado bajo tierra de las vías en la capital vallisoletana. "El soterramiento en Valladolid es justicia social, igualdad, solidaridad, accesibilidad, ecología y por eso hemos venido a reivindicarlo a Villalar", señalaba Vadillo en una publicación de su perfil en la red social 'X'.